El próximo
viernes 10 de febrero a las 8:34 de la noche, hora de Venezuela (00:34 GMT del
11 de febrero), se producirá un eclipse lunar. Los eclipses de este tipo sólo
se producen cuando hay fase de Luna Llena, en donde el Sol se encuentra en el
signo opuesto de donde está nuestro satélite, y por tanto, al estar enfrente,
los rayos solares la iluminan con más fuerza; pero cuando la Tierra se
interpone, por breves instantes se oculta este brillo y se produce el eclipse.
Es
importante la relación que existe entre el Sol y la Luna; esta relación es la
que provoca las fases lunares. Asimismo, cada seis meses, esta relación
Sol-Luna, provoca los eclipses; en ciertas lunas nuevas se producen los
eclipses solares, y en ciertas lunas llenas, los eclipses lunares.
Tanto las
fases como los eclipses, son momentos propicios para rituales y visualizaciones
de nuestros deseos; si nos conectamos con este ciclo, podemos engancharnos
energéticamente con el cosmos para sembrar un deseo y hacerlo realidad, y si lo
hacemos en tiempo de eclipses, será mucho más intenso.
En esta
ocasión, la Luna al eclipsarse estará en Leo, propiciando energías
transformadoras que pueden favorecer deseos relacionados con el amor, así como
también con metas de liderazgo, gerencia, y notoriedad, siempre y cuando no se
quede en una superficial intención de vanidad, sino de un auténtico deseo de
servir a través de las cualidades con las que hemos nacido y que venimos a
ofrecer a los demás.
Los
eclipses, tanto de Sol como de Luna, generalmente producen transformaciones en
los seres humanos, no de manera instantánea, sino en un lapso de unos seis
meses como máximo.
Al
eclipsarse el Sol o la Luna, su energía se interrumpe por unos momentos. En el
caso de nuestro satélite, como éste rige el subconsciente, nuestra psique
recibe alteraciones que inducen a transformaciones internas; esto ocurre en el
plano individual como también global, pues la Luna rige al “inconsciente
colectivo”.
El eclipse
de Luna provoca cambios de hábitos, hace que afloren viejos temores, traumas o
fobias, dándonos la oportunidad de limpiar nuestra mente y liberarnos de esas
conductas caducas que tenemos arraigadas y que nos impiden avanzar.
Cuando el
eclipse lunar es en Leo, estas conductas que recibirán modificaciones, tendrán
mucho que ver con el ego, esa especie de armadura que esconde a nuestra
verdadera esencia personal.
Este eclipse
nos pondrá frente a situaciones que nos harán confrontarnos con nuestras
vanidades, orgullos y roles que desempeñamos, y que son adquiridos, postizos, y
nos alejan de lo que esencialmente somos.
Este eclipse
favorecerá para que esa esencia que es nuestro verdadero ser, se manifieste de
alguna manera, y nos permita dejar de lado el ego, y así lograr que la energía
de nuestro “yo” esencial, que es la
manifestación individual del Yo Superior, tome las riendas de nuestras vidas.
Es ese Yo Superior el que realmente actúa a través de nosotros, y aunque lo
hace en forma colectiva, a la vez da a cada uno de nosotros una cualidad única
manifestada en nuestra esencia personal.
Pedro González Silva
Fuente: Astrologos del Mundo
Fuente: Astrologos del Mundo
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