Neale Donald Walsch, el autor de los 3 famosos libros
“Conversaciones con Dios”, nos explica en estas palabras como la Vida es una
meditación permanente si vivimos plenamente conscientes cada momento y estamos
conectados a nuestro interior y al Todo.
Estas son sus palabras y una presentación con bellísimas
imágenes de la Naturaleza:
Recuerda, los silencios mantienen los secretos, por tanto, el
sonido más dulce es el sonido del silencio.
Esa es la canción del alma, algunos escuchan el silencio en la
oración, otros cantan la canción en su trabajo, algunos buscan los secretos en
la contemplación tranquila.
Cuando se alcanza la maestría o se experimenta, los sonidos
del mundo pueden apagarse, las distracciones aquietarse. Toda la vida se
convierte en meditación.
Todo en la vida es una meditación, en la que contemplas lo
Divino y experimentando de esta manera, todo en la vida está bendito. Ya no hay
lucha ni dolor ni preocupación. Sólo hay experiencia.
Respira en cada flor, vuela con cada pájaro, encuentra belleza
y sabiduría puesto que la sabiduría se encuentra en todos los sitios donde se
forma la belleza. La belleza se forma en todas partes, no tienes que buscarla,
sino que vendrá a ti.
Cuando actúas en este estado, conviertes todo lo que haces en
una meditación y así, en un don, en un ofrecimiento de ti a tu alma y tu alma a
El Todo.
Al lavar los platos, disfruta del calor del agua que acaricia
tus manos, al preparar la cena, sientes el amor del universo que te trajo este
alimento y como un regalo tuyo al preparar esta comida viertes todo el amor de
tu ser.
Al respirar, respira
largo y profundo, respira lenta y suavemente, respira la suave y dulce nadería
de la vida, tan plena de energía, tan plena de amor. Es amor de Dios lo que
estas respirando.
…Respira profundamente y podrás sentirlo. Respira muy, muy
profundamente y el amor te hará llorar… de alegría. Porque conociste a tu Dios
y tu Dios te presentó con tu alma.
Utiliza tu vida como una meditación y todos los eventos en
ésta. Camina en la vigilia, no dormido.
Muévete con perfección, no sin ella y no te detengas en la
duda ni el temor, tampoco en la culpa ni en la autorrecriminación, reside en el
esplendor permanente con la seguridad de que eres muy amado.
Siempre eres Uno con Dios. Siempre eres bienvenido a casa.
Porque tu hogar es Mi corazón y Mío es el tuyo.
Somos todo lo que es, todo lo que fue y todo lo que será.
Fuente: El Blopg Alternativo
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