TÚ ELIGES COMO VIBRAR...




Vibrar en aceptación y gratitud eleva tu energía a tal punto que te aleja de quienes no están emitiendo esas ondas y te conecta con aquellos que  avanzan por la vida sintonizados en esa alta frecuencia.

Todos podemos alinearnos con las más altas frecuencias. Es una decisión cotidiana y muy nuestra.
Cuando alguien te provoca puedes decidir entre responder en su misma frecuencia de agresión o hacerte el sordo y enviarle amor… O también sentarte a hablar con esa persona para solucionar lo que le está molestando.

Cada minuto de nuestros día estamos eligiendo vibraciones… Desde que corremos las cortinas y vemos que el día está nublado y anunciando un aguacero ¿Te deprimes? ¿Te enojas? O aceptas con simpatía esta inesperada experiencia y empiezas a buscar tus botas, gorro y abrigo?
Luego te llama la señora de la limpieza y te dice que no podrá ir porque la locomoción colectiva está insufrible ¿Qué haces? ¿Lloras? ¿Das de patadas en la alfombra? O buscas tu delantal para empezar a limpiar tu misma?
Y cuando llegan los informes del cole de tus hijos ¿Quieres matar a alguien? O comprendes que el sistema educativo es tan malo que agradeces que tus hijos no encajen allí?

Nada es fruto del azar o del destino, todo se gesta dentro de nosotros y con el simple acto de elegir tus vibraciones puedes cambiar tu vida radicalmente. Para eso se necesita consciencia… vivir muy conscientemente  para mantenerte alerta y que el aguacero no te pille dormida para que sea tu ego quien comande la situación. Te puedo asegurar que a él –al ego– le complace mucho que vibres bajo, eso significa que podrá tener el gusto de pelearse con otros, de demostrar su poderío, de hacer sentir más pequeños a los demás y sobre todo hacerse notar… En cambio si dejas que el espíritu comande tu vida, el ego se aburre de tanta inacción.

Nuestro estados de ánimo son vibraciones… Entre la apatía y el entusiasmo cual te parece que vibra más alto? Y entre la resistencia y la aceptación? Y entre la queja y la gratitud?
Sí, ya se que me dirás que no es fácil entusiasmarse cuando las cosas van mal y no consigues trabajo o te peleaste con tu marido o no alcanzas a cuadrar las cuentas del mes… Pero estás vivo… y mientras respires y tengas movimiento en tu cuerpo puedes invocar al entusiasmo para que llegue a ti y puedas obrar cualquier milagro… en cambio si te quedas en las bajas frecuencias, le cierras las puertas a todos los regalos del Universo, especialmente a los milagros…

Recuerda que es tu decisión como vibrar así que elige cada mañana los más altas frecuencias como la alegría, la paciencia, la compasión, la aceptación, la gratitud. Las posibilidades son infinitas… y practica resonar con ellos todo el día… Muy pronto se volverá un hábito en tu vida…

Recuerda que solo la práctica hace al Maestro…

En Gratitud, Amor y conciencia…


Me®
Fuente: Sanando el Alma





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