LUZ INTERIOR

 


Por normal general, solemos recurrir a obtener energía o a aumentar nuestra vibración por medio de la alimentación, del descanso, de la práctica deportiva o del ambiente que nos rodea. Todos son recursos adecuados, sobre todo a nivel físico, mental y emocional, sin embargo, en nuestro interior albergamos una luz que requiere de otro tipo de atención; el compromiso con nuestra coherencia esencial.

 

Hay personas que, por mucho que cuidan su alimentación, su físico, descansan y se rodean de ambientes de gran vibración, no logran sentir la vitalidad necesaria para desarrollar su vocación o para seguir sus sueños.

 

Por otro lado, hay personas que con sólo dar el paso interno de comprometerse con su verdadera realidad, su luz interna va impregnando su vida de dentro hacia afuera y por su propia intuición, cambian a mejor su alimentación, sus hábitos de descanso, sus prácticas deportivas e incluso la decoración del lugar donde viven.

 

Todos venimos a aportar luz a este mundo. Algunas personas vienen con un gran haz de luz, otras con una luz más tenue, no importa, todos los grados son perfectos como son, pero en muchas ocasiones, pasamos por la vida sin ser conscientes de ello y no nos detenemos a pulir el cristal de nuestra propia bombilla.

 

Existe un indicativo para identificar el grado de luz interno que estamos emitiendo.

 

Sea cual sea la intensidad de luz que traigas, el aburrimiento es un indicativo de estar a mitad de intensidad. Si baja, aparecen las dudas, si baja más, toman presencia los miedos, tras ellos la obsesión y finalmente la apatía (grado en el que ya es necesaria ayuda). Por el contrario, si nuestra luz aumenta, del aburrimiento pasamos a la alegría, de la alegría a la apreciación de la belleza, tras ella al entusiasmo, hasta poder llegar al grado más alto que podemos experimentar aquí: el amor incondicional.

 

Si tu única forma de obtener energía es material, es muy probable que, algún día, algo en tu interior te pida atención en forma de carencia vibracional. Si te ocurre, lleva tu mirada hacia adentro y prueba a comprometerte con tu propia emisión de luz. Al principio surgirán dudas de qué o cómo hacer, pero la propia luz se abrirá su paso y verás el camino.

 

Hay personas que conforme han iluminado sus temores, sus bloqueos vitales se han diluido y su vida ha cambiado por completo en un plazo muy breve de tiempo.

 

Autor: Andrés Tarazona 


Fuente: El Cielo en la Tierra

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