Ana María Oliva,
doctora en Biomedicina, Master en Ingeniería Biomédica, Ingeniera Industrial y
apasionada por la vida.
Josep Maria Francas-JMF:
¿Qué es la biomedicina?
Dra. Oliva: Es el
estudio de la medicina que engloba otras visiones, la bioquímica, la biológica,
y también la tecnológica (ingeniería biomédica).
JMF: ¿Cómo ves la
pandemia ahora?
Dra. Oliva: Igual que
la vi al principio: como una gran estrategia geopolítica, organizada muy
cuidadosamente desde hace muchos años. Algo que no tiene nada que ver con la
salud, sino con redireccionar a la humanidad a una situación totalmente
distópica en la que nos convertimos en puros esclavos del sistema. Por otro
lado, esta situación está llevando a mucha gente a despertar a una realidad que
no sabíamos que existía y, a la vez, a darnos cuenta de qué nos hace humanos.
Hay una verdadera ola de despertar de consciencias en este momento. A veces lo
comparo a cuando estás durmiendo y de repente alguien enciende la luz: al
principio los ojos duelen. Luego te vas acomodando y empiezas a ver… lo que te
gusta y lo que no te gusta. Los matices, las posibilidades…
JMF: ¿Una estrategia?
Pero hay un virus maldito que ha aparecido sin más y que está dando mucha
guerra… ¿no?
Dra. Oliva: Bueno, eso
es lo que nos han contado. La realidad es que (bajo mi entendimiento de la vida
y de la salud), la enfermedad nunca viene de fuera. Es el estado de tu terreno
(el pH de tu cuerpo, el nivel de toxicidad acumulado, el estrés, el
estancamiento fruto del sedentarismo), el que permite que esos «gérmenes»
germinen o no. Por más poderosa que sea una semilla, no crecerá si el terreno
no es el adecuado. Sabemos que los virus son constructores de vida, están por
todas partes, incluido nuestro genoma, son mensajes y mensajeros que permiten
la comunicación entre células, entre individuos, con la tierra… Mi manera de
comprender esta realidad es que se nos ha vendido desde hace muchos años un
paradigma en el que hay enemigos contra los que luchar. Enemigos en forma de
países, de personas y de microorganismos. Hace mucho tiempo comprendí que, si
el 90% de nuestras células son bacterias es porque la vida tiene que ver con la
colaboración, la cooperación, la simbiosis. No con la competencia ni la
predominancia del más fuerte. Para mí, los virus no causan ninguna enfermedad,
puesto que la enfermedad surge de dentro, no de afuera. Pero han preparado muy
bien a la sociedad para «creer» (como si estuviéramos en una película de
Hollywood), que «todos vamos a morir». Incluso, aunque creyeras que hay un
virus, los datos de mortalidad de este año no son diferentes a los de años
anteriores, excepto en el mes de marzo, en el que hubo un pico del que se
podría hablar mucho también…
JMF: Y, ¿eso de la
segunda ola en toda Europa?
Dra. Oliva: Si te
refieres a los números de «casos» tendríamos que definir las palabras. Fíjate
que, al principio, una pandemia se contaba por el número de muertos. Luego lo
cambiaron y fue por el número de enfermos (con síntomas). Luego pasaron a ser
«contagiados», tengan o no tengan síntomas. Luego sólo «casos», es decir,
personas que dan positivo en una PCR, en un test de laboratorio,
independientemente de que sean enfermos o no. La cuestión es ¿qué fiabilidad
tiene este test? ¿realmente que una persona dé positivo en el test significa
que es un «caso»? La respuesta es que el test no tiene capacidad de
diagnóstico, y que por encima de 30 ciclos (parámetro técnico de uso del test),
siempre va a dar positivo. Por tanto, con el test tú puedes jugar a voluntad
con el número de «casos», según te interese. ¿Qué más casos implica que te van
a dar más dinero? Pues hacemos más test, y ponemos un número de ciclos más
grande, y así todo el mundo sale positivo. Abogo por que la segunda ola en toda
Europa es una ola de despertar y de consciencia…
JMF: ¿Qué quieres decir
de despertar? Hay ingresados y hay UCI’s y hay muertos…
Dra. Oliva: Siempre hay
ingresados en las UCIs y siempre hay muertos. En España, en promedio, mueren
unas 1.200 personas cada día, por causas diversas. La muerte es parte de estar
vivo. La cuestión es la causa de la muerte. Si no se hacen autopsias, no se
puede certificar. Actualmente se están considerando muchas muertes como muertes
«por COVID», sin tener una autopsia, que es lo único que podría asegurar la
causa. Sabemos, porque ha sido denunciado por mucha gente, que personas que han
muerto de infarto se les ha clasificado «covid». Por otro lado, hay una
desatención tremenda en los centros de atención primaria, lo cual ha producido
una mayor afluencia de gente a urgencias. Se han postpuesto cirugías y
tratamientos a personas con otras patologías que realmente lo necesitaban… Sin
autopsias no hay forma de saber de qué ha muerto la persona. Y las autopsias se
prohibieron. ¿por qué? ¿qué razón había para ello? Esa es la gran pregunta. Y
otra cosa, cada año las urgencias colapsan por la gripe… pero eso no ha salido
habitualmente en las noticias, o la gente no le ha prestado atención… Ahora,
las urgencias no están ni con mucho, colapsadas.
JMF: Es muy chocante lo
de las autopsias, ¿por qué piensas que no se ha hecho casi?
Dra. Oliva: Porque la
gente NO muere por Covid. Muere por otras causas, entre ellas la iatrogenia. Si
no hay autopsias, podemos hacer creer a la gente lo que queramos. Podemos
inventar el relato que nos interese.
JMF: Pero ¿hay virus?
Dra. Oliva: Hay virus
por todas partes. El 100% de tu genoma es bacterial y vírico. En cada litro de
agua de mar hay 10.000 millones de virus… ¿Ahora, virus SARS-COV 2? Haberlo,
hay lo, al menos yo he leído una patente del virus, y una posible
secuenciación. Otra cosa es que ese virus pueda hacer algo o no. No hay
posibilidad de que un virus de murciélago sea «leído» por un humano, a no ser
que esté modificado genéticamente, porque hay una barrera trans-especie que
protege estos cruces. Mi visión es que los virus se activan dentro del cuerpo,
son cadenas de ADN/ARN que, en ciertas condiciones (es decir, según como esté
el terreno), se activan para poner en marcha mecanismos de recuperación del
equilibrio. Por eso, cuando estás muy estresado te sale un herpes (que es
vírico). Hay muchos coronavirus en animales y en humanos. Eso no significa que
sean la CAUSA de la enfermedad. Es como culpar a los bomberos del incendio
porque los encuentras allí…
JMF: ¿Existe el
SARS-COV2, salió de Wuhan, se sintetizó allí, se contagia, ha sido causante de
multitud de muertes, su contagio se previene como dicen?
Dra. Oliva: No. Wuhan
es un laboratorio de alta capacidad, financiado por Europa y EE.UU. (Fauci),
donde también se sintetiza el adenocromo…
JMF: ¿No? ¿Qué hay
entonces?
Dra. Oliva: Hay un plan
muy grande. Hay un atentando continuo contra la salud de las personas con
medidas que van en contra de la propia salud. ¿desde cuándo una supuesta
patología respiratoria se va a mejorar impidiendo respirar aire puro? ¿Desde
cuándo cualquier persona va a mejorar su salud estando encerrado en casa, sin
posibilidad de salir, de tomar el sol, de estar en la Naturaleza, sin abrazar a
sus personas queridas y en un permanente estado de confusión y de miedo?
¿Realmente crees que las personas mejoran su salud con estas medidas? ¿O las
empeoran? ¿Por qué nadie absolutamente nadie ha insistido en cómo mejorar tu
sistema inmune? ¿Acaso no conocen la relación del sistema inmune con la
carencia de Vitamina D, con el miedo, con el sedentarismo? Lo que hay, insisto,
es un plan muy bien organizado, desde hace años, en los que nos han tocado la
fibra sensible, el miedo a la muerte, porque nuestra sociedad es una sociedad
que vive de espaldas a la muerte. Nos prepararon, infantilizándonos hasta el
punto de decidir «por nuestro bien» todo, nos adoctrinaron con montones de
películas para que, una vez llegara el momento, lo reconociéramos. Y nos
bombardean en los medios de comunicación para que ni un sólo instante puedas
pensar en nada más, para que, a base de repetir, tu mente lo acepte como
verdad...
JMF: Un plan… ¿Quién
ideó el plan? ¿Cómo pueden haber ‘picado’ tantos miles de médicos?
Dra. Oliva: Para poder
entender toda la jugada te tienes que ir mucho más atrás en el tiempo, y
tendríamos que hablar de cómo se han ido cambiando los paradigmas. De cómo a
principios del siglo pasado se le encargó a Abraham Flexner estandarizar los
currículums de las facultades de medicina para que sólo se enseñara una visión
totalmente bioquímica y farmacológica de la medicina (con muchos intereses
económicos por parte de quienes financiaron este informe). Al promocionar a
Pasteur ya teníamos todo listo: la causa de las enfermedades son los
microorganismos, y tenemos ya la cura: los antibióticos (ahora los
antivirales). Se organizó una visión de la realidad, una cosmovisión, un
paradigma, que favorece a unos cuantos. ¿Cuáles son las empresas más rentables
en el mundo? ¿Quién financia la investigación? ¿Quién financia la OMS, que es
quien da las directrices y declara las pandemias? Sigue la pista del dinero…
Los médicos son técnicos que han aprendido una «verdad» en la facultad sin
ponerla en duda. Simplemente ejecutan lo que se les ha enseñado. ¿Cuántas horas
han dedicado en la facultad a hablar de las vacunas? Sólo lo que respecta al
calendario… Por eso ellos no ponen en duda la autoridad superior de la OMS…
Muchos dicen «yo no sé de todo, si el jefe dice que eso es lo que hay que
hacer, lo hacemos» … De nuevo, la infantilización de la sociedad. Y también es
verdad que hay muchos médicos que no lo ven claro, pero ya has visto lo que
pasa: médico que levanta la voz, le quitan el trabajo y la licencia… Yo sólo
quiero recordar que la ciencia no es ciencia si no admite discusión, si no
admite dudas o discrepancias. No es ciencia, es adoctrinamiento.
Podríamos hablar de
muchos otros aspectos de esta cosmovisión, en la que se nos mantiene en una
«realidad paralela» mientras se sigue con el plan: transhumanismo, nuevo orden
mundial. No se puede comprender totalmente una parte sin tener la imagen
global: chemtrails, nanotecnología, vacunas, inteligencia artificial, smartdust,
HAARP, microondas… son los ingredientes de un gran pastel que se ha estado
cocinando delante de nuestros ojos, escondido a plena vista, y del que casi
nadie se ha enterado. Ahora todo esto está saliendo a la luz, todas las piezas
se han empezado a juntar, y estamos despertando…
JMF: Y una vez
despiertos, ¿qué?
Dra. Oliva: Recuperar
lo que nos hace humanos. ¿Qué es lo que tú crees que te hace humano? ¿irte a
disfrutar de una cerveza? ¿Tener trabajo, una familia? No nos hemos planteado
qué es la esencia del ser humano. Eso es lo primero que tenemos que recuperar:
la libertad interior que hemos regalado a los gobiernos. Recuperar la
autosoberanía, la autoresponsabilidad, la autogestión… A partir de ahí, de mi
autoresponsabilidad, empezar a construir una sociedad diferente, donde cada uno
pueda expresar su máxima libertad individual, eso que le hace único, en un
contexto de armonía grupal, con un propósito común: seguir expresando la vida
que somos, seguir expresando el milagro y el misterio de vida que somos.
JMF: Y del virus,
¿pasamos? ¿Ninguna medida de prevención de las que no han recomendado?
Dra. Oliva: Si tienes
miedo de un virus que te enferme, mejora tu sistema inmune todo lo que puedas:
sal a la Naturaleza, camina descalzo, toma el sol, bebe agua limpia, haz
ejercicio, medita (o conecta con esa parte de ti que está siempre en paz, como
sea que la contemples), abraza a los que amas, baila, haz manualidades,
enfócate en lo que sí quieres en tu vida. Desconecta del exceso de información
(sobre todo de los medios de comunicación masiva), desconecta del exceso de
tecnologías (haz dieta digital), olvida tu móvil al menos un día por semana,
ponte en modo avión siempre que puedas. Utiliza tu mente para crear, no para
repetir los miedos que te han inculcado… Esas son mis recomendaciones.
Del blog de Josep María
Francas
Fuente: InterSer
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