“Nunca
dejes de cambiar y nunca dejes de ser impredecible, y sólo entonces la vida
puede ser una alegría.
En
el momento en que te vuelves predecible, te conviertes en una máquina. Una
máquina es predecible. Fue el mismo ayer, es el mismo hoy, será el mismo
mañana. Puedes predecirlo: es inmutable. Es prerrogativa del hombre cambiar
cada momento.
El
día que dejas de cambiar, de una manera sutil has muerto. Y muchas personas en
el mundo mueren casi a la edad de treinta años. Luego siguen viviendo --quizás
cuarenta años, cuarenta y cinco años más--
pero eso es vivir póstumamente, no es realmente vivir. Han dejado de
vivir a los treinta años...
Los
riesgos deben ser uno de los fundamentos básicos de un hombre de verdad. En el
momento en que veas que las cosas se están asentando, desestabilízalas.
He
estado haciendo eso toda mi vida. Nunca me he asentado...Y siento que esta es
la manera de crecer. Cada momento, algo nuevo florece en ti”.
Osho,
Light on the Path
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