El
primer paso para lograr el amor como un aspecto completo,
inalterable
de la vida, consiste en redefinir
aquello
que llamamos amor en este momento.
La
mayoría de nosotros pensamos
que
el amor es una atracción hacia otra persona,
una
fuerza cálida que nos hace sentir
importantes
para otro,
un
placer y un deleite,
o
un sentimiento o emoción muy poderosa.
Aunque
el amor está presente en todas esas definiciones,
el
mago diría que en el mejor de los casos
éstas
son parciales.
“El
amor, como ustedes los mortales lo definen,
está
condenado a desvanecerse y perecer”,
decía
Merlín.
“Lo
que ustedes llaman amor va y viene.
Pasa
de un objeto de deseo a otro.
Se
convierte prontamente en odio
si
el deseo no se cumple.
El
verdadero amor no puede cambiar,
no
tiene nada que ver con un objeto
y
no puede transformarse en otra emoción,
puesto
que, para comenzar,
no
es una emoción”.
Si
descartamos todos los tipos falsos o superficiales de amor,
¿qué
nos queda?
Podemos
vislumbrar la respuesta
cuando
comenzamos a aceptamos a nosotros mismos.
Puesto
que es una fuerza interior,
el
amor se percibe primero adentro,
dirigido
hacia nosotros mismos.
“Los
mortales viven ansiosos,
inquietos
y angustiados con el amor”,
dijo
Merlín.
“Si
no pueden poseer al objeto de su amor,
sienten
que van a morir.
Pero
el amor no puede producir inquietud,
no
el verdadero amor,
porque
éste nunca busca salir.
El
ser amado más deseado
es
una extensión de ti mismo.
El
amor que piensas obtener de otra persona
saca
a flote una limitación de tu propia consciencia.
Para
un mago,
todas
las formas de amor provienen del yo”.
“Eso
suena en extremo egoísta”,
objetó
Arturo.
«Confundes
el yo con el ego,
cuando
en realidad el yo es espíritu”,
replicó
Merlín.
“El
egoísmo viene del ego,
el
cual siempre desea poseer, controlar y dominar.
Cuando
el ego dice:
‘Te
amo porque eres mío’,
está
haciendo un planteamiento de dominio y posesión,
no
de amor.
Quienes
han aprendido a amar realmente,
se
han deshecho primero del egoísmo.
Sólo
entonces comienza una experiencia
completamente
diferente”.
“¿Y
cómo es esa experiencia?”,
preguntó
Arturo.
“¿La
conoceré algún día?”
“Un
día, cuando hayas superado esta fiebre de ansiedad,
verás
una pequeña luz en tu corazón.
Al
principio será apenas una chispa,
después
la llama de una vela
y
finalmente una hoguera gigantesca.
Entonces
despertarás y la llama devorará al Sol,
a
la Luna y a las estrellas.
En
ese momento no habrá otra cosa
que
amor en el cosmos,
aunque
todo estará aún dentro
de
tu propio corazón”.
"El
sendero del Mago"
Deepak
Chopra
Fuente:
Camino del Amor
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