V .- Realizar el vacío.
Ni
el cielo ni a tierra muestran benevolencia; tratan a las cosas del mundo
como
si fueran perros de paja.
Tampoco
el sabio es benevolente; trata a las personas como si fueran perros de
paja.
El
espacio entre cielo y tierra es como un fuelle: exhala vacío sin cesar.
Cuanto
más se lo mueva, tanto más exhalará.
h	ás
se habla de él y menos se lo alcanza.
Es
mejor mantenerse en el centro.
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