“Haz silencio y escucharás el murmullo de los dioses”
Emerson
Para la meditación mindfulness, el sonido es circular, no
lineal, y su epicentro es el individuo mismo. Aún si se trata del silencio. Es
decir que sin importar en dónde se esté, uno siempre será el centro del
sonidoporque “Para los sonidos, eres Dios, el centro de todo el universo. Cada
sonido se dirige hacia ti en círculos”.
La práctica de la meditación permite sentir al universo entero
llenarte a través del sonido, como si sus ondas sólo se dirigieran hacia ti: el
centro. Porque en el centro, no hay sonido; está en completo silencio para
poder escuchar al universo en éxtasis, mientras va cautivando a cada fibra del
cuerpo corporal, psíquico y espiritual.
Esta es una práctica tan antigua que se dice que los alumnos
de Pitágoras solían pasar cinco años en silencio para ser admitidos en su
escuela de Crotona. Se trataba de un trabajo moral que se ligaba a la
cosmología de Pitágoras, el de la reencarnación y una versión griega de la ley
del karma, y así observar durante la noche si sus actos se ajustaban a las
enseñanzas de la ley.
De modo que permanecer en silencio deja ser un acto meramente
conductual, para convertirse en una experiencia alquímica en el que “al
principio estarás escuchando al mundo entero llenarte con sonidos, y después,
de un momento a otro, la conciencia aparecerá y serás capaz de escuchar la
ausencia total del sonido, el centro de la vida.”
Cómo es que el silencio puede ser tan ruidoso
En otras palabras, es el silencio el que permite que no sólo
tomar consciencia de la belleza del universo, también de “los actos de inmoralidad,
enojo, agitación, disipación, desviaciones o pecados”; y así entrar al
presente, con vitalidad y entereza, para separar lo puro de lo impuro. Escuchar
el silencio provoca, de algún modo, mantener tanto al cuerpo como a la mente en
un estado de iluminación.
Pues además, el silencio brinda una serie de beneficios a la
salud:
– Ayuda a poner en dominio la ansiedad y estrés, reduciendo
los niveles de cortisol y adrenalina en la sangre;
– fortalece el sistema inmunológico al tener bajos niveles de
cortisol y adrenalina, hormonas que en exceso pueden provocar enfermedades como
gripa, trastornos de la alimentación y de sueño, entre otros;
– Permite mantener en niveles ideales la presión sanguínea,
reduciendo la posibilidad de enfermedades como hipertensión, hipotensión,
insuficiencia cardíaca, afecciones cerebrovasculares y enfermedades renales;
– Aumenta la dosis de endorfinas, la cual se ve reflejada en
la sensación de bienestar y felicidad, así como de la disminución del dolor
físico;
– Mejora la actividad cognitiva, tal como la atención, la
memoria y el aprendizaje.
En su libro Self-Unfoldment, Manly P. Hall señala que:
La persona promedio es apenas consciente del significado de
los eventos que le ocurren en un día. Algunas de las más valiosas lecciones le
pasan desapercibidas. No observar atentamente, fallar en discriminar y poner el
énfasis adecuado… nos priva de la conciencia de la experiencia de la acción.
Aparta unos momentos al final del día, busca el silencio y la
relajación y permite que los incidentes del día fluyan a través de ti como una
serie de pinturas. Es costumbre en esta práctica ir en reversa, de lo último
que ocurrió en la noche hacia lo primero que sucedió al alba. Esto de tal forma
que la relación entre la causa y el efecto sea más clara…
La retrospección debe ser realizada sin involucramiento
personal, sin identificarse con los sucesos, para que puedan ser útiles
filosóficamente. Debemos ver, más que las debilidades propias, las fortalezas
de la Ley…
Usualmente esta disciplina debe ser limitada a unos pocos
minutos, y debería ser practicada inmediatamente después de retirarse de las
actividades. La mente debe permanecer impasible y enteramente calma. No debe
haber reflejos emocionales de ningún tipo. Debe ser una experiencia en la que
nos volvemos conscientes, pero en la que no reaccionamos de manera personal.
Una vez que empieces a escuchar el centro de la vida, entonces
ningún otro sonido podrá distraerte. Sólo deja que te alcance este punto en que
ningún sonido puede entrar, porque este punto eres tú. Sin importar el sonido
externo, lo importante es recordar que tú eres el centro y, al serlo, el
silencio en paz prevalece en el interior.
Fuente: ECOOSFERA
Cuánta verdad! Este artículo me resuena mucho. De hecho, hace muy poco sentí el llamado del silencio. Me ocurre con regularidad cuándo debo reorientar mi camino. Es maravilloso como se iluminan las ideas, cómo llegas a tu cuenta y obtienes la respueta buscada que la mente nunca te dara.
ResponderEliminarGracias corazón . Un abrazo fuerte desde España. Namasté