Fortaleza de mujer
La fortaleza de ser mujer reside en nuestra capacidad de recomponer nuestras propias heridas mientras reparamos las de los demás.
Reside en anteponer las necesidades de los demás ante las nuestras, pensar en nuestros seres queridos por encima de nosotras.
Amar a nuestros hijos más que a nuestra vida.
Sangramos cíclicamente, sanamos cíclicamente.
Nuestra sangre por muchos maldita; es, en realidad antídoto.
Nuestra sangre limpia y sana no solo nuestro organismo, sino también nuestra mente.
Nuestra sangre es sinónimo de vida.
Gracias a ella damos vida.
Ama tu sangre, ama tu cuerpo.
Ser mujer es sinónimo de fortaleza.
Y no te sientas culpable si en algún momento no lo eres.
A veces necesitamos retirarnos lejos, en silencio y en la oscuridad de nuestra guarida para lamer nuestras heridas.
Mujer: ama tu sangre.
Mujer: ama tu cuerpo.
Autora: Rosa Francés Cardona (Izha)
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