La vida
la transitamos para vibrarla, experimentarla y manifestarnos en un aprendizaje
que va conformando los pasos de la evolución del ser.
En medio
de la crisis existencial que transitamos, el velo de las ilusiones se corre y las
fantasias dejan de brillar, se desvanecen los sueños. Nada de lo previsto se
manifiesta, eso que tratamos de ver con todos los detalles, le pusimos toda la energía
que disponíamos. Hoy la realidad es otra, aquellas previsiones no se dan,
sentimos que nos desmoronamos, que desconcierto, que dolor…
Aquel
viaje soñado, una vida organizada según los sueños de progreso, terminar una
etapa, lo pensado, proyectado, nada se da. Puede que impacte fuertemente o que
vayamos viéndolo de a poco, pero hay que aceptar, esto que vivimos hoy es lo
que hay.
Los códigos
sociales aun no admiten la muerte, es difícil el duelo. Se vive intentando dar
la imagen de estar siempre ”radiante de felicidad”. A veces logramos ponerle un
color a la tristeza, al dolor, a la frustración, o esconder todo en el ultimo rincón
del corazón, pero es una bomba de tiempo. En la mente lo acomodamos y creemos
que olvidamos y en el corazón sigue latiendo. La energía desarmonica de ese
dolor necesita un canal de expresión para ser asumida y transmutada.
Como lo
asumimos? Sincerándonos, aceptando que no siempre todo va “bien”, porque la
vida fluye entre luces y sombras. En ese fluir vamos evolucionando, que ese es
el sentido de nuestro caminar por aquí en la tierra. No esta “mal” tener tramos
de camino doloroso, porque esconderlo? Las situaciones que vivimos son las que
necesitamos transitar para aprender lo que vinimos a aprender. Esas
experiencias decepcionantes, esas tristezas, nos pueden llevar a abrir puertas
desconocidas de nuestro corazón. La desilusion puede despertar la creatividad
que no podíamos canalizar.
Que no
confundamos mas lo que estamos viviendo, vivamos lo que sentimos, dejemos de
resistir a la vida. No se trata de bajar los brazos, de resignarse, NO. Se
trata de dejar de luchar para controlar la vida, insistiendo en “estar re bien”
siempre y empezar a aprender lo que la vida nos señala que aprendamos porque
eso es lo que necesitamos, lo que vinimos a aprender, no aquello que aprendimos
en la sociedad y nos rige la vida. Liberemonos de las viejas creencias, vivamos
lo que sentimos y nuestra existencia tendrá colores armoniosos, a veces con alegría
y otros no tanto y otros con dolor, porque asi es la vida manifestada en este plano. Es sentida, es un profundo
transito terreno de nuestra eternidad.
Olga
Suana Benavidez
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