Los aminoácidos, los componentes más
importantes de las proteínas, están mucho más concentrados en las yemas de las
plantas que en las hojas. Apoyan la eliminación de sustancias nocivas de las
células y regulan la composición de las proteínas sanguíneas. Asimismo, el
contenido de vitamina C de las plantas de bayas es más alto en las yemas que en
la fruta madura.
El potencial de las yemas
Sabemos también que las yemas, a
diferencia de las plantas maduras, tienen la ventaja de estar libres de compuestos
tóxicos y que contienen altas concentraciones de compuestos bioactivos que les
permiten protegerse de ataques externos para que la planta pueda germinar.
Todo esto, unido al hecho de que, al
ser tejidos embrionarios, contienen gran cantidad de material genético,
enzimas, vitaminas, oligoelementos, hormonas de crecimiento muy bioasimilables,
hace que las yemas contengan unas propiedades especialmente notables en cuanto
a estimulación, regeneración y drenaje celular se refiere y que su potencial
terapéutico sea especialmente destacable.
Los aminoácidos, los componentes más
importantes de las proteínas, están mucho más concentrados en las yemas de las
plantas que en las hojas
Como ocurre en la homeopatía, en la
yemoterapia encontramos soluciones unitarias (de una sola planta) y
yemocomplejos, que combinan diferentes activos.
Distinción entre soluciones unitarias
y yemocomplejos
De esta manera, las soluciones
unitarias están basadas en la yema de una planta en particular y, por tanto,
enfocada a diversos trastornos en función de las propiedades de dicha planta.
Los yemocomplejos se formulan para enfocarse a un trastorno en concreto
combinando varios macerados que complementan sus propiedades y optimizan su
eficacia.
Normalmente un tratamiento de
yemoterapia dura como mínimo unas 3 semanas y puede prolongarse durante varios
meses. La dosificación será pautada por un experto en función de la edad, el
peso y el tipo de macerado.
Normalmente un tratamiento de
yemoterapia dura como mínimo unas 3 semanas y puede prolongarse durante varios
meses
Ejemplos de macerados unitarios para
el invierno son:
El de arándano rojo: para fortalecer
el sistema inmunitario y circulatorio antes del invierno y por sus propiedades
antiartríticas.
Las yemas de la grosella negra: gran
adaptógeno para regular en caso de fatiga, dolores articulares por la humedad,
infecciones de la esfera ORL, estrés.
Las yemas de nogal, para regular la
flora intestinal afectada por las epidemias de gastroenteritis frecuentes en
esta época.
Las del romero para la actividad
cerebral, la circulación sanguínea y la función hepática.
Las de la higuera, para el sistema
endocrino, los trastornos de ansiedad, depresión estacional y trastornos
gastrointestinales.
Herbalgem
Herbalgem, laboratorio de yemoterapia
concentrada BIO, trabaja con un sistema de producción que preserva todos los
minerales, aminoácidos y ácidos nucleicos de las plantas, recolectando a diario
y estabilizando in situ, en una maceración a partes iguales de agua, glicerina
y alcohol vegetal ecológico. Dentro de la yemoterapia unitaria hay dos plantas
muy empleadas para embarazadas y niños:
La yema de higuera: para problemas
gastrointestinales. Regula la motilidad y la secreción gástrica y duodenal.
Indicada para embarazadas, tanto para las náuseas y vómitos, como la sensación
de reflujo gástrico producido por el crecimiento del bebé. En niños, indicada
para los problemas gastrointestinales. La yema de higuera trabaja mucho a nivel
psicoemocional: “Ayuda a digerir la vida”.
La yema de nogal: indicada para
restaurar la flora intestinal, como antidiarreico y desparasitante. Contribuye
a la mejora de las defensas inmunológicas y en caso de acné, urticarias y
eczemas. Se recomienda en niños, para restaurar la flora intestinal y aumentar
las defensas, en caso de diarreas.
Autora: Marta Gandarillas
Fuente: Bio Eco Actual
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