Hay pocas razones para negarse a uno
mismo la poderosa actividad de la meditación. La investigación ha encontrado
que la práctica puede proporcionar una amplia gama de beneficios para la salud
al prevenir el deterioro de la estructura cerebral relacionado con la edad,
aumentar la capacidad de memoria y regular tu estado de ánimo para ralentizar
el proceso de envejecimiento, reducir la inflamación crónica y aumentar la
inmunidad.
Este artículo se publicó originalmente
en inglés en noviembre de 2020.
This article
was originally published in English in November 2020.
Sin embargo, saber que algo es bueno
para uno no siempre facilita ponerlo en práctica. El abismo entre el
conocimiento y la aplicación a veces puede parecer demasiado grande para
superar. Sin embargo, existen algunos pasos sencillos que puedes seguir para
ayudar a iniciar y mantener una práctica de meditación saludable.
1. Vincula la meditación a una
actividad habitual
Actividades como ducharse, cepillarse
los dientes o conducir a casa desde el trabajo son hábitos profundamente
arraigados que no requieren esfuerzo ni previsión. Se las conoce como tareas
instrumentales. Al vincular tu meditación a una de estas tareas, el esfuerzo
necesario para iniciar la sesión de meditación se reduce significativamente.
Vincular tu sesión de meditación a
una actividad automática, una que no requiere el uso de la fuerza de voluntad,
aumenta la probabilidad de que se arraigue tu nuevo hábito.
2. Empieza de a poco
Medita durante breves períodos de
tiempo, en los que no experimentes resistencia. Por ejemplo, puedes comenzar
con solo 10 minutos. Debe ser fácilmente alcanzable y no crear ningún rechazo
en tu mente. Establecer el hábito de la meditación es mucho más importante que
aumentar el tiempo dedicado a la meditación. Una vez que tu compromiso de
tiempo inicial se convierta en habitual, puedes comenzar a alargar tu práctica
de meditación.
3. Experimenta con meditaciones
guiadas
Los nuevos meditadores a menudo no
están seguros de qué hacer durante la meditación. Las meditaciones guiadas son
una excelente manera de adaptarse a esta práctica. Las meditaciones guiadas te
guiarán a través de técnicas de respiración, relajación y visualización, mantra
o prácticas basadas en la atención plena. Esto elimina todas las conjeturas de
tu meditación y pueden ayudarte a liberar tu mente y entregarte a la
experiencia.
4. Asiste a una meditación grupal
La meditación es una actividad
individual. Eso no significa que las meditaciones grupales no puedan ser
beneficiosas. Meditar con otros puede reforzar tu compromiso personal con la
práctica y proporcionar acceso a una enorme reserva de conocimientos. Los
grupos pueden crear una energía tangible que puede\ inspirar incluso al
meditador más reacio. Los estudios muestran que meditar en grupos puede
aumentar la paz en su comunidad.
5. Practica Pranayama
Así como calienta tus músculos antes
de un entrenamiento, pranayama ayuda a preparar tu mente para la meditación.
Respirar conscientemente relaja el cuerpo, calma la mente e incluso ralentiza
el proceso de envejecimiento. Se ha demostrado que activa el sistema nervioso
autónomo, lo que lleva tanto a la mente como al cuerpo a un estado de
relajación. Este estado de relajación es útil si desea experimentar los
beneficios de la meditación.
6. Programa tu meditación
Si la meditación no está en tu
horario, es más fácil anteponer otras actividades y tareas a esta importante
práctica. A veces, el simple hecho de ver la palabra "meditación"
escrita a lápiz en tu calendario puede ser un incentivo suficiente para asistir
a esta dosis diaria de paz. En una cultura orientada a los logros, los horarios
pueden llenarse hasta el punto de que queda poco tiempo para las actividades y
actividades que realmente importan. Al programar la meditación, se asegura de
que nada interfiera con su compromiso consigo mismo. Si es posible, programa la
meditación a la misma hora todos los días. Tu cuerpo y tu mente eventualmente
comenzarán a relajarse a medida que se acerquen el momento.
7. Crea un espacio de meditación
Prepara un pequeño rincón de tu
habitación para usarlo exclusivamente para la meditación. En esa esquina,
coloca tu asiento de meditación de elección, como cojines, mantas o cualquier
accesorio que necesites para sostenerte. Luego llena tu espacio con objetos que
te inspiren como fotos, iluminación tenue, velas, incienso, un difusor, libros
sagrados o cualquier otra cosa que le hable a tu alma. Utiliza este espacio
solo para meditar. Absorberás las vibraciones de la calma. Con el tiempo, el
simple hecho de ingresar a tu espacio sagrado iniciará la respuesta de
relajación. Al practicar las técnicas anteriores, verás que tu práctica de
meditación pasara de "Sé que debería" a "Siempre lo hago".
Una vez que logres una práctica de meditación constante, tu nivel de salud, paz
y felicidad se expandirá.
*Nota del editor: la información de
este artículo está destinada únicamente a su uso educativo y no sustituye el
asesoramiento, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. Siempre
busca el consejo de tu médico u otros proveedores de salud calificados con
cualquier pregunta que puedas tener con respecto a una condición médica y antes
de emprender cualquier dieta, suplemento, acondicionamiento físico u otros
programas de salud.
Earin Estearlin
Fuente: Chopra
No hay comentarios:
Publicar un comentario