Somos seres multidimensionales y sólo llegamos a
conocernos realmente cuando accedemos al plano de la mente y desde él traemos
luz al plano de las emociones y al de las acciones (el cuerpo). La meditación
es el mejor instrumento de autoconocimiento y por tanto una herramienta
imprescindibe en el camino de la realización. Las tres dimensiones de nuestro
ser de las que en nuestra etapa actual de desarrollo tenemos que ocuparnos
están en el plano de la personalidad, el plano físico: nuestro cuerpo
y las vivencias ligadas a él, instintos, necesidades y deseos; el plano
emocional: el conjunto de nuestras emociones, sentimientos, deseos y
aspiraciones y el plano de la mente: nuestro intelecto nuestras ideas,
creencias, juicios, prejuicios, nuestros sueños, nuestra ciencia, filosofía,
etc. Al progresar en los tres planos, las acciones, los sentimientos y los
propósitos comienzan a ser coherentes y a manifestar cualidades, virtudes, es
el proceso conocido como "iluminación" un proceso gradual de
expansión de la consciencia que no es otra cosa que la manifestación del verdadero potencial del ser. Doce
son los poderes del alma que podemos manifestar en la personalidad cuando se
produce la apertura de un portal, uno correspondiendo a cada uno de los doce
signos, los doce meses, los doce discípulos. Todos conciernen a una única
tarea: conectar con lo real.
La tarea como diría Morfeo a Neo en Matrix es "salir de Matrix" en
otras palabras realizar el viaje que va de lo falso a lo verdadero, de lo
irreal a lo real, de la oscuridad a la luz, de las formas manifiestas al
orden implícito.
No hay felicidad posible sin contacto con lo real
pues sólo quien se exterioriza de forma acorde con la realidad se
realiza. La verdadera felicidad es conexión con el ser, el ser es lo real.
La meditación nos permite el autoconocimiento y conocernos nos posibilita
liberarnos de todo aquello que nos
aleja de lo real, que nos atrapa en el no ser. El mejor momento
para meditar es durante los días anteriores y posteriores a la luna llena de
cada mes siendo el día del plenilunio el de máxima oportunidad, un día sagrado.
A lo largo de los doce signos trabajamos los obstáculos a la conexión con lo real en
los tres planos, es decir trabajamos las tres grandes confusiones o problemas de identidad:
1) Identificarse con el Cuerpo Físico - Es
el error que nos lleva a identificarnos con el cuerpo al punto de creer
que somos el cuerpo. Desde
esa visión del mundo cuando se dan situaciones como envejecer, enfermar o
perder la armonía física por cualquier circunstancia, sentimos que el sentido mismo de la vida está
en jaque, que nuestro ser no
está bien. La realidad es que la vida habita el cuerpo, pero nuestro cuerpo no es el ser.
2) Identificarse con el Cuerpo Emocional - El
plano de las emociones el trabajo es amplio, sintetizando las grandes lecciones
que en él debemos aprender el tema central a considerar sería el del placer. El gran aprendizaje es
el de vivir con placer pero de forma constructiva y está claro que ello implica
la renuncia a muchos placeres, pues son muy numerosos los que conducen a la
destrucción, la enfermedad, el sufrimiento de otros y la ruina. ¿Cómo
distinguir cuales si y cuales no? Hay una pregunta esencial que nos puede
ayudar en todas las situaciones en que tengamos una disyuntiva, es la
siguiente ¿esto me da placer o
me da plenitud? En la
plenitud no hay dependencia y la libertad es una nota clave del alma; en la
plenitud se logra un mayor grado de integridad.
3) Identificarse con el Cuerpo Mental - En el
plano de la mente el trabajo también es arduo, en síntesis puede decirse que la
confusión en este nivel se refiere al lugar que ocupa el poder en la vida. El
poder se pone de manifiesto a través de todo lo que poseemos, podemos poseer
dinero, conocimientos, casas, barcos, coches y una amplia gama de cosas
pero la realidad es que ninguna
posesión externa da verdadero poder. Sólo aquello que no podemos perder da
poder. Lo único que no podemos perder es aquello que internamente
hemos conquistado, aquello de lo cual nuestro ser ha tomado posesión, nuestras
lecciones de vida, nuestra consciencia.
RAZONES QUE HACEN DE LOS PLENILUNIOS UNA OPORTUNIDAD
ESPECIAL
- 1) Toda invocación conlleva respuesta
- En todas las épocas se ha orado, se ha presentido la presencia de
lo superior y se ha invocado su ayuda, por medio de rituales, oraciones o
incluso sacrificios. La manifestación superior de ese contacto con lo
sublime es la meditación conscientemente enfocada como voluntad de servir
al bien común. Siempre hay respuesta, si la el enfoque es correcto la respuesta
es en tal grado benéfica que podemos calificarla de transformadora.
- 2) Todo es energía - El trabajo
que realizamos se basa en el hecho fundamental de que la energía
sigue y se modela de acuerdo al pensamiento.
- 3) La materia se modifica por acción de la
información y la energía - No sólo nuestras emociones, sino todos los
planos de la realidad se ven afectados por la energía, la materia
incluída. Esto es así debido a un conocido principio "incluso el más
pequeño átomo de sustancia contiene en sí mismo, aquello que puede
responder a la energía y estímulo espirituales".
- 4) La realidad es que no se trabaja con la
energía de la luna sino con el sol, en la Luna Llena la posición de la
luna (situada a 180º del Sol) deja "la puerta abierta" en ese
momento se da la mínima interferencia y la máxima energía espiritual está
disponible. En esos momentos el Sol canaliza las energías de la
constelación con la cual está alineado sin impedimentos a nuestro planeta.
El centro solar es la fuente de toda vida en la Tierra; él es a nuestro
planeta lo que el alma es a la personalidad.
- 5) Son decenas de miles los grupos de servicio
grandes y pequeños, que se reúnen cada mes por todo el mundo en el momento
del plenilunio para el trabajo de meditación y lo llevan haciendo muchas
décadas. Esto tiene un doble efecto: a) el trabajo de los años anteriores
ha creado un canal grupal, un cauce y cada individuo o grupo nuevo que se
suma, se suma a una corriente que ya tiene una gran potencia; su fuerza no
es la suya sino la de la corriente. b) Cuando medita lo hace con las
personas que le acompañan en el salón pero no sólo con ellas, la
alineación en otros planos se da con TODO el grupo y con las fuentes
superiores de donde procede la energía. Así la oportunidad de avance
personal y de servicio en esos momentos es única.
La energía en las Lunas Llenas llega a todos los
reinos de la naturaleza y todos
la recibimos seamos conscientes de ello, o no. Lo que cambia si
nuestra actitud es consciente es la forma en que podemos orientarnos y el
efecto que la energía tiene sobre nosotros. Si elegimos trabajar nuestro
carácter, si elegimos meditar todos los días unos minutos y en los días de
sagrada oportunidad de Luna Llena nos reunimos en grupo y realizar la
meditación señalada para el signo del mes, podemos acelerar nuestro avance
personal y ser de gran ayuda para que la atmósfera emocional y mental
contaminada por el miedo y el materialismo se descontamine. No sólo el miedo es
contagioso, el amor también lo es. El verdadero trabajo espiritual es llevar la
luz allí a donde sea necesaria y eso no requiere mucho movimiento externo, la
máxima eficacia puede lograrse con el mínimo movimiento. Podemos ser canales de
distribución de la luz y el amor que ingresan a raudales y son transmitidos por
quienes han avanzado en el sendero de la iluminación en esos días si nuestra
orientación es la correcta. Meditar unidos en estos días es un servicio
maravilloso.
Isabella Di Carlo
Fuente: Nueva Gaia
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