La fuerza
gravitatoria de la luna influye en la savia de las plantas afectando a la
fotosíntesis, la germinación de las semillas, a los movimientos para que ésta
ascienda o descienda desde las raíces hasta la zona más superior. Por ejemplo,
se asocia la fase entre cuarto creciente y luna llena al punto máximo de
concentración de savia en la zona superior de las plantas; el plenilunio afecta
en un mayor desarrollo de la planta en cuanto a su altura, y durante la luna
nueva y la menguante en las raíces hay más concentración de savia. Es conocido
que la luna en posición ascendente tiene mayor influencia sobre la savia que en
la descendente.
Para saber
si la luna es ascendente o descendente sólo debemos observarla en dos días
sucesivos. El primer día observaremos la luna y tendremos una referencia con
respecto a la altura de ésta (por ejemplo un edificio) y al día siguiente, pero
esta vez dos horas más tarde, volveremos a observar la altura de la luna. Si
está más baja que el día anterior entonces la luna estará en fase descendente y
estaría en fase ascendente si la luna estuviera más alta.
Para
identificar las fases de la luna es sencillo. Podemos distinguir cuatro fases:
luna llena (la luna se ve un círculo blanco), luna nueva (la luna está
totalmente negra), cuarto menguante (cuando la luna forma una C) y cuarto
creciente (uniendo las dos puntas se forma la letra D).
LA LUNA Y
LOS SERES VIVOS
El influjo
de la luna en los seres vivos es algo que podemos observar, esta creencia forma
parte de la sabiduría y la cultura campesina popular y es fruto de
observaciones repetidas en el transcurso del tiempo.
La luna
ejerce cierta influencia sobre las mareas y estas propician que la savia de las
plantas ascienda. Parece ser que el plenilunio y su luz provocan el crecimiento
en altura de las plantas.
La luz de la
luna llena de energía interviene en el proceso de fotosíntesis y germinación de
las semillas, los rayos lunares tienen capacidad de penetrar en el suelo.
LA LUNA Y
LOS SERES HUMANOS
La Luna no
solo es el planeta satélite de la Tierra y el más cercano a nosotros, es además
un misterio, a pesar de que digan que lo hemos pisado. Impertérrita, se pasea
dando vueltas a nuestro alrededor, mostrando u ocultando coqueta su rostro. Las
mareas tienen mucho que ver con su forma de mirarnos, pero también nuestros
instintos y deseos.
La Luna, que
impera con su influjo en nuestra infancia, representa la nutrición, no sólo en
el sentido físico sino también emocional. Es la etapa en la cual la
alimentación será primordial para nuestro desarrollo posterior, así como la
satisfacción de la necesidad de afecto que necesita un niño para crecer
sanamente.
Es una de
las etapas más delicadas en la vida de una persona, pues los problemas que
surgen en el entorno más cercano del niño pueden afectar de forma inconsciente
su futuro. Los impactos psicológicos recibidos durante estos primeros años se
pueden transformar en traumas o complejos que marcarán su propio equilibrio y
bienestar.
A través de
la Astrología se puede hacer una lectura de cómo nos afecta personalmente la
Luna. Un buen astrólogo dará significado a ese planeta que rige nuestras
reacciones inconscientes, miedos, temores, o por el contrario, ofrece
sensaciones placenteras que, sin un sentido aparente, nos provocan determinadas
emociones directamente relacionadas con la infancia.
El Agua,
elemento de Cáncer, regido a su vez por la Luna, no puede ser más expresivo en
cuanto a su significado. Las emociones transcurren, como el líquido elemento,
sumergidas e ingrávidas, y mecidas a merced de las corrientes.
La Luna, el
planeta más cercano a la Tierra ejerce una poderosa influencia sobre la
naturaleza y nuestra psique, y conviene tener presente los distintos estados de
la Luna en el cielo para adaptarnos a sus posibilidades y obtener de su influjo
los mayores beneficios físicos:
LUNA NUEVA.
Cuando la
Luna está en conjunción con el Sol comienza un nuevo ciclo, por lo que es un
momento de iniciar nuevos propósitos. El organismo también se halla mejor
dispuesto para realizar un cambio, dieta, ayuno, desintoxicación de tabaco,
alcohol, etc.
Psicológicamente,
la mente posee un mayor autocontrol y está más serena para superar cualquier
carencia o eliminar algún exceso.
LUNA
CRECIENTE.
A medida que
aumenta la luminosidad de la Luna, el organismo también está más predispuesto a
absorber todo en mayor cantidad o más rápidamente. El cuerpo se encuentra en la
fase más receptiva para asimilar cualquier sustancia con la que se le intente
alimentar, de tal manera será una buena época para revitalizar el organismo con
una dieta vitamínica, de la misma manera
que es un periodo de riesgo para engordar, en el caso de que engordar pueda
suponer un riesgo.
Puede
aprovecharse esta fase para recuperarnos con más facilidad de los estados
carenciales. Por el contrario, si se produce una intoxicación o nos perjudica
algún alimento, el cuerpo se resistirá más a recuperarse.
Se
recomienda durante estos días no abusar del alcohol porque sus efectos pueden
ser más perjudiciales. Cortar el pelo y las uñas cuando se desea que su
crecimiento sea más rápido. Aplicar cremas o ungüentos para regenerar la piel
porque ésta está más receptiva, y evitar aquellos alimentos que no ofrezcan las
garantías suficientes, debido a que las desintoxicaciones serán más difíciles y
persistentes.
LUNA LLENA.
La Luna, en
oposición al Sol se encuentra llena de luz. Los tejidos corporales están
sometidos a la máxima presión y la razón se encuentra en su fase de mayor
distanciamiento de los sentimientos, por lo que durante estos días se despierta
el lado más instintivo del ser humano.
El cuerpo
está más predispuesto a retener líquidos, por ello se dice que la Luna llena
tiene un efecto embriagador. Al igual que la Luna, el cuerpo tiende a hincharse
con cualquier cosa que ingiera, por lo que conviene tener especial cuidado con
las comidas y las bebidas. Las emociones, la sensaciones están a flor de piel,
por lo que hay una mayor tendencia a trastornos sicosomáticos. Aumentan las
alteraciones del sueño y se puede sufrir de insomnio o los sueños son más
intensos o coloridos.
Durante esta
fase se aconseja no comenzar dietas para adelgazar. Extremar las precauciones
con los posibles efectos secundarios de medicinas. Prevenir los dolores de
cabeza que pueden ser intensos durante estos días y, sobre todo, mantener el
sentido del humor, no tomarse demasiado en serio las cosas, pues como la Luna
se tiende a agrandar los problemas.
LUNA
MENGUANTE.
Al mismo
tiempo que la Luna va decreciendo en intensidad de luz, también el cuerpo
tiende a desprenderse de lo que le sobra. Son favorables los días para gastar
la energía acumulada durante las fases anteriores. Se logrará de esa manera
eliminar toxinas y grasas, por lo que se recomienda iniciar curas de
desintoxicación del organismo y de su purificación, de la misma manera que será
más fácil deshacerse de envenenamientos e impurezas, reducir hinchazones e
irritaciones.
Durante esta
fase se aconseja: hacer esfuerzo o actividades que exijan esfuerzo y
resistencia, pues se obtendrá un mayor aprovechamiento. Beber más cantidad de
agua, porque el cuerpo no retiene tanto los líquidos, se suda más y ayuda a
limpiar el organismo. Comenzar dietas, pues es la fase en que se obtendrán
mejores resultados y cortarse el pelo y las uñas puesto que, si bien es verdad
que crecerán de forma más lenta, lo harán con una mayor fortaleza.
LAS FASES
LUNARES Y LA AGRICULTURA
PRIMER
PERIODO – De Luna nueva a cuarto creciente En este período en el subsuelo se
producen, entre otras cosas, grandes movimientos de agua que afectan
directamente las actividades agrícolas, la disponibilidad de luz lunar va en
aumento y las plantas tienen un crecimiento balanceado, en el que se favorece
el crecimiento de follaje y raíz.
Germinación:
Al haber mayor disponibilidad de agua en el suelo, las semillas de germinación
rápida como el maíz, frijol, arroz, hortalizas y otras, tendrán la oportunidad
de absorber agua más rápidamente y germinar en el tiempo previsto, siempre y
cuando las restantes condiciones edafo-climáticas sean favorables
Esa es la
razón por la cual las semillas de germinación rápida que se siembran dos o tres
días antes o durante la Luna nueva germinan más rápido y en forma más homogénea
que aquellas que se siembran en otros períodos. Es importante destacar que en
este caso se trata únicamente de semillas que tienen un corto período de
germinación.
SEGUNDO PERIODO
– De cuarto creciente a Luna llena
En este
período sigue aumentando la luz lunar y hay poco crecimiento de raíces, pero
mucho crecimiento del follaje. Las plantas cuentan con una mayor cantidad y
movimiento interno de agua.
Propagación
vegetativa: En el caso particular de las estacas que se utilizan para la
propagación vegetativa, no es conveniente cortarlas en esta fase, pues al haber
mucha agua dentro de ellas las hormonas que promueven el enraizamiento
(auxinas) estarán muy diluidas y no ayudarán a estimular la emisión de raíces.
Además, el agua que está dentro de las estacas tenderá a salir, provocando con
ello su deshidratación.
Germinación:
En este período las semillas sembradas anteriormente en Luna nueva que aún no
han germinado, reciben un estimulo especial para que lo hagan.
Trasplante:
Cuando se hace el trasplante en este período las plantas tienden a crecer
rápido y a producir mucho follaje.
TERCER
PERIODO – De Luna llena a cuarto menguante
Este es un
período en el cual la luz reflejada por la Luna disminuye.
Trasplante:
Este es un buen período para el trasplante y se ha visto un crecimiento rápido
y vigoroso de raíces. Al existir poca cantidad de luz el crecimiento del
follaje es lento, razón por la cual la planta puede emplear buena parte de su
energía en el crecimiento de su sistema radicular. Con su raíz vigorosa y bien
formada, la planta puede obtener nutrientes y agua suficientes para un
crecimiento exitoso.
Germinación:
Durante este período se recomienda también la siembra de semillas de
germinación lenta.
CUARTO
PERIODO – De cuarto menguante a Luna nueva
En este
período la luz nocturna va en disminución. Se ha observado un lento crecimiento
del sistema radical y foliar. Se considera que este es un período de poco o muy
poco crecimiento, casi de reposo, en donde las plantas se pueden adaptar
fácilmente al medio sin sufrir ningún daño.
Es en esta
cuarta fase cuando se acostumbra a sembrar, ya que en este periodo de reposo
las plantas pueden adaptarse mejor a los cambios y cuando llegue la fase de
cuarto creciente el crecimiento es más regular y ya están adaptadas a cualquier
cambio.
EL INFLUJO
DE LA LUNA
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LA HORTICULTURA
Luna llena: Es el período más propicio
para cosechar, sacar el estiércol de los corrales, voltear el compost, cortar
caña, o sembrar plantas de fruto.
Luna menguante: No sólo es el mejor
momento para continuar las actividades iniciadas en luna llena, sino que
también es el momento más propicio para sembrar raíces y tubérculos, tales como
rábanos, remolachas o patatas.
Luna nueva: No es una etapa muy
propicia para actividades que no sean el desherbado de adventicias.
Luna creciente: Es la responsable
de la estimulación de las plantas de gran crecimiento vegetativo, abonos
verdes, lechugas…, además de ser muy propicia para la fertilidad, por lo que
resulta el mejor momento para sembrar todas las plantas que crecen en altura y
dan frutos, como tomates, guisantes, judías… Como regla general, es
recomendable realizar la siembra de todas las plantas en luna creciente, (preferentemente dos o tres días
antes de luna llena) a excepción de aquellas que puedan subir a flor
prematuramente, como es el caso de las lechugas, que deberán sembrarse en fase
de luna menguante.
En vísperas
de cualquier solsticio, ya sea el de verano (21 ó 22 de junio, en el hemisferio
norte) o el de invierno (21 ó 22 de diciembre), las especies que se planten van
a resultar muy sensibles a la subida a flor.
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LA FRUTICULTURA
Toda
operación que se realice en luna nueva o en cuarto creciente, producirá un
mayor desarrollo vegetativo, dando lugar a un retraso en la producción de la
fruta.
Las labores
que se realicen en luna llena o en cuarto menguante, favorecerán la producción
frutal, favoreciendo un menor desarrollo vegetativo.
En lo que se
refiere a las podas, si el árbol es pequeño o nos interesa que se desarrolle vegetativamente,
lo mejor es podarlo en luna nueva o en cuarto creciente. Si por el contrario lo
que buscamos es un freno a su vigor, o bien una pronta entrada en producción,
lo más recomendable es podarlo en luna llena o en cuarto menguante.
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LOS CEREALES
Si buscamos
que el suelo quede fino, esponjoso y con una mayor capacidad de retención
hídrica, deberá labrarse la parcela en luna llena o cuarto menguante, durante
el mes de agosto.
Referente a
la siembra, en terrenos fértiles se hará en cuarto menguante a fin de favorecer
la fructificación, evitando de esta forma que el cereal crezca demasiado. Si el
terreno no es demasiado fértil, o no tiene posibilidades de riego, habrá que
esparcir la semilla en cuarto creciente. De esta forma, se conseguirán plantas
con tendencia al desarrollo vegetativo, evitando la fructificación excesiva.
El resto de
operaciones (escarda, siega, trilla, cosechado…) deberán realizarse a finales
de la fase de cuarto menguante para conseguir que el grano esté en las mejores
condiciones para su almacenamiento.
Por otro
lado, conviene saber que a la avena, trigo, cebada y centeno le favorece en la
siembra la luna menguante en luna ascendente y la siega en las mismas lunas
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LA RECOLECCIÓN DE FORRAJES
Si
cosechamos en verde para alimento inmediato del ganado, lo mejor es cortarlo en
luna llena, puesto que en esta fase las plantas están en su máximo poder
nutritivo.
El heno
cosechado en luna llena o cuarto menguante, tendrá un color verde más intenso.
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LA TALA DE ÁRBOLES
Si se quiere
tener madera sana y resistente durante
años, habrá que cortar los árboles de hoja caduca en luna llena o cuarto
menguante.
La leña para
el fuego habrá que cortarla en cuarto
creciente, puesto que es cuando está más seca. La leña cortada en luna nueva
quema mal.
Los árboles
de hoja perenne se aconseja talarlos en luna nueva o cuarto menguante.
Las cañas
hay que cortarlas en luna llena o cuarto menguante, para evitar que se rompan
con facilidad y queden arrugados.
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN EL ESTIÉRCOL
Siempre se
removerá en luna llena o en cuarto menguante para conseguir que quede con una
textura mantecosa, desmenuzado, húmedo e incluso con un olor agradable. Si se
remueve en luna nueva o en cuarto creciente, conseguimos el efecto contrario.
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LA AGRICULTURA, HORTICULTURA Y JARDINERÍA
Los trabajos
del campo, tales como labrar, plantar, trasplantar, abonar, entre otros.,
suelen ser más efectivos si los realizamos en luna descendente. Cuando
necesitemos remover la tierra del tipo arenoso ya sea con aradas, fresadora o
cultivadores o una simple moto azada, será preferible hacer coincidir la luna
descendente con la luna creciente. Por otro lado si la tierra es del tipo
arcilloso será preferible hacer coincidir la luna descendente con la luna
menguante.
Si la labor
que deseamos realizar es la de limpieza de hierbas competentes lo haremos mejor
a partir de la luna llena, es decir cuando la luna empiece a menguar
preferiblemente a partir de la media luna menguante. Así mismo si se desea
labrar y evitar la germinación de hierbas silvestres será preferible realizar
tal labor en las noches sin luna, ya que la luz desencadena el proceso de
germinación.
Para evitar
que nazcan enredaderas y cardos debemos trabajar la tierra cuando está seca.
Para desbrozar espinos, malezas y otras plantas invasoras realizarlo mejor en
luna menguante aproximándose a luna nueva.
Sembrar y
plantar: además de las lunas apropiadas debemos tener en cuenta que es
preferible sembrar por la mañana y plantar por la tarde. Para que entendamos
bien los conceptos sembrar y plantar diremos que por ejemplo las patatas,
rabanitos, zanahorias, trigo, cebada, etc., se siembran mientras que los
árboles frutales, los planteles diversos, etc. se plantan.
Para
escardar en tiempo húmedo la tierra a mano con azada: en luna menguante y por
la mañana
Para
escardar en tiempo seco la tierra a mano con azada: en luna creciente y por la
tarde
Cuando
deseemos abonar las tierra lo haremos preferiblemente en luna creciente y a ser
posible en luna descendente y en sigo de tierra evitando signos de fuego. Si
añadimos algas y fosfatos naturales lo haremos así mismo en luna creciente. Los
abonos minerales mejor efectuarlos en luna menguante y por las mañanas. Si
añadimos estiércol de vaca lo haremos en luna menguante.
Las estacas
las cortaremos preferiblemente en luna nueva para que nos duren más clavándolos
en tierra quemando previamente la punta.
Si deseamos
un buen heno es preferible segarlo en luna creciente pero si deseamos que
vuelva a crecer fuerte después de segar lo haremos entonces en luna
creciente y luna ascendente.
Para el maíz
y el girasol sembrar preferentemente en luna menguante y a ser posible
ascendente y cosechar en luna ascendente.
Para la
canola sembrar a ser posible en luna menguante y ascendente y cosechar en luna
ascendente y menguante.
Para el
arroz y la soja sembrar en luna creciente y a ser posible en luna descendente
cosechando en luna menguante y a ser posible ascendente.
Para el mijo
sembrar en luna creciente y a ser posible ascendente cosechando en las mismas
lunas.
Para las
fresas trasplantarlas en luna menguante.
Las patatas
deben des grillarse en luna menguante.
Las lechugas
sembrarlas en luna menguante con el fin de que nos, nos espiguen de forma
rápida y en otoño las podemos sembrar en luna creciente.
Los
champiñones salen algunos días después de luna nueva y es en luna creciente
cuando hay más cosecha.
El césped lo
cortaremos mejor en luna menguante si deseamos que no crezca muy rápido y en
luna creciente si deseamos lo contrario.
Los bulbos
de flores es preferible plantarlos cuando la luna está en la constelación de
Libra.
Cuando
realicemos maceraciones o preparados de plantas lo haremos siempre en
recipientes de madera o barro pero nunca metálico y en luna creciente
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LOS INJERTOS
Es
preferible efectuarlos siempre en luna ascendente en constelación de fuego
o de aire. El injerto en corona se
realiza a finales de invierno cuando la savia empieza a subir y los asoman los
primeros brotes. El injerto de escudete se practica en el mes de agosto cuando
sube la savia en luna ascendente habiendo regado unos 15 días antes los porta
injertos con el fin de que empujen la savia. Se corta el escudete con la
corteza y un poco de madera para que la yema no salte.
Los injertos
de rosales se realizan de escudete y se pueden practicar todos los meses del
año en luna ascendente y se injertan lo más abajo posible al límite entre la
parte blanca y la parte verde a fin de evitar la formación de chupones
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LOS ESQUEJES
Es
aconsejable cortarlos el último día de la luna ascendente y ponerlos en tierra
el primer día de la luna descendente. Los esquejes se cortan preferiblemente en
otoño, entre 10 y 15 cm sobre la madera del año en el último día de luna
ascendente.
Podemos
aumentar la actividad hormonal se juntan en manojos de unos 12 brotes cogidos
por un elástico y se guardan un día dentro de una bolsa de plástico en la parte
inferior de la nevera. Al inicio de la luna descendente se enterrarán inclinados
dejando sobresalir un poco menos de la mitad. Luego en la primavera se retiran
cuando tienen las primeras hojas y se plantas en la luna descendente.
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LA VID Y EL VINO
Podar las
parras en luna descendente asociándola si es posible a luna creciente.
Las podas en
verde y despuntes se efectuarán mejor en luna menguante y a ser posible
asociándola en luna descendente.
Las cosechas
o recogidas tendrán mayor rendimiento realizadas en luna ascendente pero se
conservarán mejor en luna descendente.
Trasegar el
vino en luna ascendente y luna creciente.
Embotellar
el vino en luna menguante y a ser posible asociada a luna ascendente.
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LA SIDRA
Trasegarla
en luna creciente y si es posible en luna descendente siendo preferible
realizarlo por las mañanas en días serenos evitando noches lunares.
Embotellarla
en luna menguante y descendente
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LA CERVEZA
Es
preferible comenzar su fabricación en luna descendente con luna creciente
Embotellarla
en luna descendente y entre cuarto menguante y cuarto creciente evitando los
días de viento o muy fríos
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LA APICULTURA
Para los
apicultores meticulosos daremos algunos consejos muy útiles relacionados con
las constelaciones:
Para
favorecer el instinto constructor de las abejas: durante las constelaciones de
tierra
Para que la
miel recolectada se espese más rápidamente: durante las constelaciones de
tierra
Para
favorecer las reinas y la puesta de huevos: durante las constelaciones de aire
Para
favorecer las reinas y la producción de miel: durante las constelaciones de
fuego
Las
constelaciones de agua debilitan el organismo de los panales y de la miel, así
como el perigeo y los nodos lunares
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LA DESTILACIONES
Si se
destilan huesos de frutos luna menguante.
Si se
destilan frutos con pepitas luna creciente
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LOS ANIMALES
Desplazamiento
de ganado: Entre cuarto creciente y cuarto menguante.
Aparear
vacas y yeguas: Entre cuarto creciente y luna llena.
Aparear
ovejas: Entre cuarto creciente y luna llena en signos de tierra y aire y si es
posible también en luna ascendente.
Recorte de
pezuñas: en Luna creciente
Limpieza de
establos: Durante luna creciente
Tratamiento
contra gusanos: dos o tres días antes de luna llena o luna nueva.
Aparear
conejos: entre luna nueva y cuarto creciente
Pollos y
gallinas: si se desean dejar huevos para incubar es preferible recogerlos en
luna cuarto menguante. Si se desea tener gallinas de los huevos que incubamos
es preferible incubar los recogidos en luna creciente.
EL INFLUJO
DE LA LUNA EN LAS COSECHAS
Muchas de
las cosechas se conservarían mucho mejor si tenemos en cuenta la luna y otros
signos estelares. A modo general podemos decir por ejemplo que se consiguen
mejores resultados cosechando en luna ascendente las hortalizas que crecen por
encima del suelo y en luna descendente para los que crecen por debajo tierra
como las raíces, yucas patatas, ñames, rabanitos, nabos, entre otros., evitando
siempre el mal tiempo.
Las frutas y
verduras que por lo general no se conservan tan bien se estropearán menos si no
son cosechadas en los signos y constelaciones de agua.
Los frutos
cosechados en luna ascendente son más jugosos y ricos en energía y si se
recolectan en luna ascendente el proceso de maduración se acelerará más.
Las frutas
como fresas, frambuesas, albaricoques, ciruelas, cerezas o melocotones es
preferible recolectarlos en luna creciente y ascendente
Las
calabazas y calabacines es preferible recolectarlos en luna creciente,
especialmente si las queremos conservar naturales en la despensa para el
invierno
Las plantas
de raíz es preferible recolectarlas en luna menguante a excepción de los ajos,
cebollas y escalonias que prefieren la luna creciente.
Con respecto
al momento cabe destacar que la primera hora del día es la más recomendable en
casi todas las cosechas.
Fuentes:
http://www.ecoagricultor.com/
http://www.beevoz.com/2013/10/19/el-magico-influjo-de-la-luna-en-el-ser-humano/
https://sites.google.com/site/vencedorespaneleros/influjo-de-la-luna-sobre-los-cultivos
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Fuente: Centro Huellas
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