66.
La
primera integración del Yin y del Yang es la unión de la semilla y del huevo
dentro
del
útero. La segunda integración del Yin y del Yang es la unión sexual del hombre
y de
la
mujer maduros*. Ambos se preocupan de la carne y de la sangre, y todo esto es
concebible
en este ámbito, pero un día se desintegra y muere. Es solo la tercera
integración
la que da origen a algo inmortal. En esta integración, un individuo altamente
evolucionado
se une a las energías sutiles internas del Yin y del Yang bajo la luz de la
comprensión
espiritual. Mediante las prácticas del Camino Integral purifica su energía
espesa
y pesada, transformándola en algo etéreo y luminoso.
Esta
luz divina tiene la capacidad de penetrar en el poderoso océano de energía
espiritual
y completar la sabiduría que es el Tao. La nueva vida creada por la
integración
final es auto consciente pero sin ego, capaz de habitar un cuerpo, pero sin
apegarse
a él, y está guiada por la sabiduría y no por la emoción. Plena y virtuosa,
nunca
puede
morir.
*En
el sentido de haber alcanzado la capacidad reproductora. (N. del T. )
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