La eterna
búsqueda del ser humano, nos lleva a recorrer caminos inciertos, creencias,
doctrinas, filosofías, búsquedas espirituales que de alguna manera nos permitan
reencontrar nuestra verdadera esencia, muchas vertientes existen hoy día que
pueden ser capaces de satisfacer, medianamente o de manera íntegra, lo que
requerimos en un momento determinado.
Podemos
tomar muchos caminos, estudiar muchas verdades, en realidad nunca sabremos a
ciencia cierta que depara ese grandioso universo para nosotros, universo además
que no puede ser negado por creencia alguna, esa majestuosidad de aquello que
no percibimos pero que presentimos, ese deseo latente de descubrir…
Únicamente
una palabra llena todos los espacios, de todas las maneras y en todos los
caminos, esa palabra, ese sentir y esa emoción es el amor. Desde cualquier
punto que decidamos llegar a nuestro ser, el amor termina siendo siempre el
principio y el fin único, el camino, la manera, el instrumento y la meta, el
amor lo llena todo, lo ensancha, lo traspasa y lo purifica y no existe además
momento y rincón alguno que el amor no llene en alguna circunstancia, por más
que se huya y se reniegue, que te escondas y pretendas protegerte, el amor
siempre llega a ti y es que no puede ser de otra manera cuando nace de ti
mismo.
Amar no
es solamente querer, es sobre todo comprender. Françoise Sagan
El amor
es ley universal, innata, parte y esencia de cada uno de nosotros, es mandato,
es obligación para el ser humano experimentar el ser amado y amar a otros,
aprender a través del amor y hacerlo extensivo a los demás y ensanchar nuestra
alma con cada nuevo amor que sumamos a nuestra vida.
Podemos
pasar por muchas enseñanzas, podemos pasar la vida en una búsqueda eterna de lo
que verdaderamente somos y deseamos, de nuestra propia luz y de nuestra
conexión con ese espacio místico que forma parte de nuestra vida y que nos
lleva de alguna manera a presentir el amor y a necesitarlo.
No
importa cual sea tu creencia, tu estudios de vida, tu filosofía de vida, el
amor es parte esencial de cada momento de tu vida, en todos sus grados, en
todos los espacios, desde el odio que representa el nivel mas bajo del amor,
hasta los sentimientos más trascendentales y comprometedores que tenemos hacia
los demás.
Cuando
logramos asimilar que somos indivisibles de este maravilloso sentimiento, de
esta vibración universal, cada experiencia en nuestra vida será importante,
cada visión de las cosas nos permitirá librarnos de prejuicios y ver las cosas
desde su realidad, no desde lo que nuestros pensamientos alimentan, el amor nos
hace libres, nos hace grandes, cura heridas y cultiva maravillosos momentos.
El
verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han
visto. François de La Rochefoucauld
Recuerda
siempre que el sufrimiento es una elección, que no amar es una decisión
imposible, que nos engaña, que nos aísla y que nos mantiene fuera de nosotros
mismos, pues amar no es solo cuestión de pareja, el amor va en todo, en nuestro
entorno, en cada mañana, en cada nuevo anochecer, en lo que disfrutamos, en lo
que valoramos y especialmente en esa confianza y fe viva, de que las cosas
tienen siempre una razón de ser única.
Fuente:
Rincon del Tibet
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