EL VACÍO
QUE TODO LO LLENA
Volver a
este momento, del que realmente nunca nos fuimos. Estar presentes con la vida,
ser la vida desde el interior, desde lo que somos brotando del corazón…
No
necesitas nada, salvo estar aquí. Puedes desprenderte de todo y sigues estando
aquí. Cuanto más te desprendes de ti mismo, de lo innecesario, de la carga del
pasado, de la carga del futuro que queremos prediseñar… cuánto más te
desprendas de todo, la inmensidad puede aparecer, presentarse, llenarte, pues
comienzas a abrir ese espacio vacío, desnudo, de aparente oscuridad, pero que
gracias a él, permitirá que toda la luz penetre.
Es
necesario parar, detenerse, pararse a sentir ese vacío, ese silencio verdadero
que hay dentro de nosotros y que a veces tememos escuchar por miedo a perdernos
en él y en la soledad. Pero en ese viaje a los adentros de uno mismo la luz es
el dorado milagro que descubrimos nos habita por completo, al escuchar la
llamada del corazón, el sutil latido interior que el ruido no nos permitía
percibir.
Silencio,
profundo silencio por el que se inicia el viaje de la verdad donde resuena el
amor infinito que somos. Sin miedo, sin nada que perder, abiertos al vacío que
muestra la inmensidad del ser.
Jose Manuel Martinez Sanchez
Fuente: Mindalia
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