LO IMPORTANTE
ES EL SER
NO EL TENER
Los seres
humanos tenemos un mundo exterior y un mundo interior. Nuestra sociedad se ha
centrado únicamente en satisfacer el mundo exterior, es decir, todo aquello que
sacie nuestros cinco sentidos externos. Nuestro mundo interior lo hemos
olvidado y nos reclama atención haciéndonos sentir un vacío que en nuestra
locura queremos saciarlo con personas, cosas, resultados, adquisiciones, etc.
que provienen del mundo exterior. Y de verdad que así nunca vamos a lograrlo.
El alma nos susurra, cuando no escuchamos nos habla y finalmente, nos grita y
entonces llega la angustia, la ansiedad, la depresión y estrés.
¿Qué nos
ocurre?
Nos
ocurre que hemos olvidado nuestro mundo
interior, que esta sociedad se resiste en emprender el viaje más importante,
ese que nos lleva hacia el interior de nosotros mismos. Hay unos beneficios
claros que se pueden obtener cuando uno emprende este viaje y es el de
comprender que la vida es mucho más que lo que ven nuestros ojos: pese a que la
frase “si no lo veo, no lo creo” esté en boca de la mayoría.
Nuestro
camino es interior. Éste es un viaje difícil y doloroso. Somos responsables de
nuestro propio aprendizaje. No podemos rechazar esta responsabilidad y echarla
sobre las espaldas de otros.
“El
alma del hombre es como el agua.
Viene
del cielo,
se
eleva hacia el
cielo
y vuelve a la tierra,
en
un eterno ciclo.”
GOETHE.
Cada vida
tiene un sentido, un razón para estar aquí, un propósito. En el camino hemos
confundido todo y nos centramos sólo en ese mundo exterior hacia el que siempre
estamos asomados. Este sentido, esta razón, este propósito tiene mucho más que
ver con nuestro mundo interior. “Conócete a ti mismo”, esta corta frase esconde
en sí toda la sabiduría del sentido de la vida. No nos conocemos en absoluto,
nuestra mente lo entiende todo, pero es incapaz de conocerse a sí misma.
Somos
personajes interpretando un papel en el teatro de la vida y nos hemos
identificado tanto con el personaje que en nuestra locura nos creemos él y
seguimos con el disfraz, interpretándolo día a día.
Pocos se
atreven a deshacerse de ese disfraz y observar la verdad de lo que son.
Y en esta
locura tan orientada a lo externo, hemos olvidado que lo importante no es el
tener, sino el ser. Que lo que importa es tender la mano con amor y ayudar al
prójimo y no los resultados. Que todo lo material, lo físico que obtengamos se
va a quedar aquí, por lo tanto, no pongamos el sentido de nuestras vidas en
esos logros perecederos.
Mientras
tanto, nuestro corazón enfermando, lleno de heridas que no queremos mirar y por
tanto, no podemos sanar.
«No es lo
importante lo que uno hace, sino cómo lo hace, cuánto amor, sinceridad y fe
ponemos en lo que realizamos. Cada trabajo es importante, y lo que yo hago, no
lo puedes hacer tú, de la misma manera que yo no puedo hacer lo que tú haces.
Pero cada uno de nosotros hace lo que Dios le encomendó». Teresa de Calcuta
Alimentemos
nuestro mundo interior llegando a los demás con amor, amándonos los unos a los
otros. Sanando nuestros corazones, todos estamos enfermos del corazón. Somos
enfermos y no nos damos cuenta. Tengamos compasión de nosotros y tendamos una
mano con amor a los demás y no nos preocupemos tanto por los resultados.
No te
olvides que estas interpretando un papel, no te tomes tan en serio este sueño y
pregúntate ¿a quién llamas “yo”?, ¿dónde
estaba ese “yo” antes de nacer?
Sueña
el rey que es rey, y vive
con
este engaño mandando,
disponiendo
y gobernando;
y
este aplauso, que recibe
prestado,
en el viento escribe
y
en cenizas le convierte
la
muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que
hay quien intente reinar
viendo
que ha de despertar
en
el sueño de la muerte!
Sueña
el rico en su riqueza,
que
más cuidados le ofrece;
sueña
el pobre que padece
su
miseria y su pobreza;
sueña
el que a medrar empieza,
sueña
el que afana y pretende,
sueña
el que agravia y ofende,
y
en el mundo, en conclusión,
todos
sueñan lo que son,
aunque
ninguno lo entiende.
Yo
sueño que estoy aquí,
de
estas prisiones cargado;
y
soñé que en otro estado
más
lisonjero me vi.
¿Qué
es la vida? Un frenesí.
¿Qué
es la vida? Una ilusión,
una
sombra, una ficción,
y
el mayor bien es pequeño;
que
toda la vida es sueño,
y
los sueños, sueños son.
CALDERÓN
DE LA BARCA
Lourdes
Morales
Fuente:
Conocerse Comprender Crecer
No hay comentarios:
Publicar un comentario