Aprender a leer en el libro de la vida, es un misterio para
muchos, para otros, resulta tan natural dejar que las cosas fluyan y
simplemente adaptarse al día a día, que resultan personas difíciles de
sorprender, por el contrario, se toman los sucesos de la vida con tal
naturalidad, que rara vez podrás alterar su estado de plenitud y consciencia.
Ocurre que la vida, el universo, la cosmogonía, nos envía
señales constantemente, ante esas grandes dudas, ante las decisiones más
trascendentales, ante las opciones y las oportunidades que se nos presentan en
la vida, siempre tenemos la presencia de señales, pero generalmente no las
percibimos o sencillamente nos negamos a percibirlas, o bien porque no están
acordes a nuestros deseos, o porque estamos muy inmersos en nuestros
pensamientos.
Todo en la vida es causa-efecto, vemos como todo aquello que
generamos, tarde o temprano tiene sus consecuencias, las personas vienen y van,
las cosas materiales algunas veces faltan y otras sobran, pero como sea,
siempre el universo sigue su curso de la vida y en cada destello, la intuición,
la inspiración y el apoyo de los afines se hace presente.
En muchas ocasiones nos ocurren cosas inesperadas, nos toma la
vida por sorpresa, para bien o para mal, y entonces, cuando menos pensamos,
recibimos un consejo de alguien que no esperábamos, recibimos una llamada, un
alerta, una nueva alternativa, un viaje o un cambio, se puede presentar de
muchas maneras, antes o después del suceso y simplemente no nos damos cuenta de
ello, porque vivimos inmersos en el pasado o en el futuro que aún no se hace
presente…y entonces ¿cómo podemos estar atentos a estas señales si no vivimos
en el ahora?..
Las señales de la vida llegan, se muestran, se hacen sentir y
es menester de cada quien, estar alertas a ello, no en angustia permanente, no
en zozobra ni en una expectativa constante, sino en sosiego, alertas a cada sonido
y a cada percepción que toca nuestra alma, a esos pensamientos que sentimos nos
susurran al oído, a esas personas que pasan como estrellas fugaces y muchas
veces no entendemos el sentido de su paso por nuestra vida, a esos instantes en
los que realmente nos sentimos conectados con esa ley maravillosa que rige el
universo y que dura tan pocos instantes que olvidamos rápidamente.
Aprender a leer y recibir las señales de la vida, nos enseñará
que jamás se es lo suficientemente feliz o infeliz, que todo depende de nuestra
actitud, de nuestra capacidad para ser compasivos, para tolerar y para saber
poner fin a aquello que ya no nos resulta sano, de esto siempre se encarga la
vida, de estos avisos, de estas alertas, pero nos resulta complicado aceptarlo.
Aunque algunas veces no nos guste lo que se nos muestra, más
vale tener la claridad de mente y pensamientos para ver la verdad que se nos
presenta, más vale enfrentarse a una corta pena que a una vida de sufrimiento
por habernos negado aquello que siempre fue tan evidente…
Fuente: Rincon del Tibet
Me encanto la publicacion y cuanta verdad. Muchas gracias por recordarnos lo maravilloso y simple de la vida. Feliz año para todos! <3
ResponderEliminarHola Sol!!! el sufrimiento es la expresion de la resistencia a las señales de la vida. Dejemos de sufrir, fluyamos, aunque a veces parece que nos obstaculizan el camino, no es asi. Fluyamos, sintiendo que elegimos fluir. Abrazos hermosa!!!
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