Alopecia, caída del
cabello…. puede convertirse en preocupación para muchas personas, y tanto
hombres como mujeres pueden sufrirla.
Si quieres saber cuáles
pueden ser las causas de la pérdida de pelo, qué nutrientes necesita tu cabello
para crecer bien, y plantas medicinales y remedios naturales contra la caída
del cabello, sigue leyendo porque te lo contamos todo.
¿Qué es la alopecia?
La alopecia es la
disminución o pérdida del cabello, tanto de manera específica como
generalizada. Las anomalías en el cuero cabelludo se deben principalmente a
problemas endógenos, es decir, internos.
Para evaluar la
posibilidad de regeneración del cabello se diferencian dos tipos principales de
alopecia:
1-La Alopecia
Cicatrizal, que se produce de por una inflamación que destruye el folículo, sea
por un daño o malformación, resultando irreversible
2-La Alopecia No
Cicatrizal, en la que pueden distinguirse:
Androgénica: común o
seborreica: cuyas causas son tanto genéticas como hormonales.
Areata: de origen
autoinmune y que produce zonas circulares sin pelo pero sin inflamación ni
cicatrices.
Universal: una variante
de la areata pero más extensa y que afecta los pelos de todo el cuerpo.
Fibrosante: cuando se
pierde pelo en la zona de la frente y cada vez nace más lejos de esta.
Difusa: produce una
disminución de la densidad por una alteración del ciclo capilar.
Traumática: producida
por traumas físicos, incluyendo la que se debe al tic de torcer el pelo hasta
producirle daños -llamada tricotilomanía- y la producida por el peinado o
estiramiento con fuerza –llamada por tracción.
Tiñas de cuero
cabelludo: producto de la infección por dermatofitos que lleva a pelos
quebradizos y placas descamativas con inflamación y dolor.
La forma clínica de
detectar si existe una alopecia es tomar unos 50 pelos y estudiar el estado del
bulbo piloso, observando la relación entre la fase anágena (activa, en la que
se encuentra normalmente un 85% del cabello) y la fase telógena (descanso, en
la que se encuentra normalmente el 14% del cabello).
De manera empírica, la
caída de unos 100 pelos diarios se considera normal; si resulta superior, se
considera una caída excesiva y puede estar siendo impulsada por diferentes
factores.
Causas de la caída
excesiva de pelo
Lo cierto es que, un
factor central para evitar la caída del cabello es encontrar métodos que
permitan mantenerlo sano.
Algunos de los factores
que pueden generar la caída y acelerar una caída excesiva son:
Falta de
oligoelementos: minerales como el calcio, el magnesio, el zinc y el hierro.
Estrés: padecimiento de
enfermedades o el sometimiento a situaciones de presión emocional.
Desequilibrios
hormonales: los problemas de tiroides dan lugar a una alteración en el
crecimiento y la salud del pelo. Las hormonas masculinas o andrógenos son las
que más contribuyen a la caída definitiva del cabello, sobre todo la
testosterona; en hombres, esta pasa a DHT (dehidrotestosterona) que se une a
los receptores de los folículos pilosos; en mujeres, la menopausia y el
hipotiroidismo producen una disminución de estrógenos y aumento de
testosterona. Durante el embarazo y el parto se produce también una alteración
hormonal. En otoño también suele producirse una alteración hormonal producto de
una variación en las horas de sol y temperaturas más bajas.
Medicamentos:
anticoagulantes, anticonceptivos, antidepresivos y aquellos utilizados para tratar
la gota y la presión arterial.
Enfermedades: como el
lupus o a diabetes, así como algunas infecciones.
Humedad: dormir con el
pelo mojado produce un exceso de humedad que acelera la muerte del cabello.
Radiación solar:
sobretodo la radiación ultravioleta (UV) atacan la cutícula del cabello
haciendo que quede expuesta a agentes externos y generando radicales libres que
producen la rotura de los enlaces de queratina.
Las hormonas tienen un
rol central en la regulación del ciclo del pelo. Los estrógenos favorecen la
producción de proteínas del cabello, mejorando su estructura y manteniendo la
regularidad del ciclo.
Por su parte, los
andrógenos reducen la producción de proteínas del cabello, acortando la fase de
crecimiento capilar debido a su presencia en la unidad pilosebácea donde, por
acción de la 5-alfa-reductasa, la testosterona es transformada en
dehidrotestosterona que, al acumularse, inhibe el metabolismo de los folículos.
Tratar la caída del
cabello desde adentro
Mantener un pelo sano,
brindarle un contexto para el crecimiento adecuado e incluso disminuir la caída
excesiva, está relacionado con la cantidad y calidad de nutrientes que
incorporamos a nuestro organismo.
Las vitaminas son
cruciales en el desarrollo del cabello, pues su carencia produce una
degeneración del pelo. Para combatir la caída del cabello son necesarias:
Vitamina B2: actúa como
antioxidante e interviene en el metabolismo de las proteínas, lípidos e
hidratos de carbono.
Vitamina B3 (Niacina):
importante en la reparación del ADN y en el metabolismo energético, produce
vasodilatación para la liberación de prostagladinas D y E que aumentan el
crecimiento del cabello.
Vitamina B5 (Ácido
pantoténico): previene la caída del cabello y la aparición de canas,
estimulando también el crecimiento a través del apoyo a las glándulas
suprarrenales.
Vitamina B6: ha
demostrado disminuir la alopecia y mejorar el estado del cabello por la
piridoxina, piridoxal y piridoxamina.
Vitamina B8 (Biotina):
es un cofactor de la enzima carboxilasa que actúa en el metabolismo de los
hidratos de carbono.
Vitamina C: aumenta el
crecimiento de los folículos pilosos, mejora la salud del cabello e interviene
en la síntesis del colágeno, además de actuar como antioxidante.
Vitamina A (Retinol):
tiene efectos sobre el crecimiento y aumento de la densidad del cabello,
prolongando la fase anágena (crecimiento).
Provitamina A
(Carotenoides): actúa como antiinflamatorio e inactiva los radicales libres.
Vitamina D: produce la
diferenciación y proliferación de queratinocitos.
Vitamina E: estimula el
crecimiento del cabello y lo protege del estrés oxidativo estabilizando la
membrana celular.
.
El balance de minerales
resulta indispensable para que el cabello crezca de manera adecuada,
fundamentalmente:
Hierro: un exceso
resulta tóxico, pero así también su déficit, por ejemplo durante la
menstruación, contribuye a la fragilidad del cabello.
Zinc: colabora con la
metabolización de la testosterona, participa en la síntesis de queratina y
protege de los radicales libres, por lo que su déficit produce la caída del
cabello.
Cobre: activa un gran
número de enzimas para la síntesis de colágeno y melanina, manteniendo el
cabello saludable y su color natural. Un exceso en la dieta puede anular el
zinc, dañar las tiroides y generar radicales libres.
Sílice: aumenta la
producción de colágeno, para que el cabello no pierda elasticidad.
Selenio: protege de la
radiación UVB y, su déficit produce una disminución del crecimiento del pelo.
Magnesio: aumenta el
efecto de la vitamina E, la absorción de la vitamina B1 y activa el metabolismo
de los aminoácidos, necesarios para la síntesis de colágeno.
Manganeso: es
importante en la síntesis de proteínas y tiene efecto antiinflamatorio.
Las proteínas y
aminoácidos, son también importantes para que el cabello crezca sano:
Taurina: se sintetiza
en el organismo a partir de otros aminoácidos como la metionina y la cisteína
junto con una cantidad suficiente de vitamina B6. Tiene un efecto protector en
la piel y el cabello, actuando como antioxidante y estabilizador de las
membranas celulares, formando puentes disulfuro cruciales en la estructura del
cabello.
Arginina: constituye
las proteínas del cabello, aumentando la función inmunológica.
L-cisteina: promueve el
desarrollo de alfa-queratina, importante en la formación de puentes disulfuro
que aporta firmeza, rigidez y resistencia al cabello.
.
Por lo tanto, algunos
de los alimentos que favorecen el crecimiento capilar, por su importancia en la
nutrición del organismo, son:
El aguacate (Persea
americana): con un buen efecto en cabello seco y deteriorado.
Germen de trigo
(Triticum spp): es rico en vitaminas del grupo B y E.
Soja (Glycine max): es
rica en vitaminas A, B6, B12 y C, minerales y aminoácidos esenciales.
Alga espirulina (Arthrospira
spp): rica en betacaroteno y vitaminas del grupo B.
Berros (Nasturtium
officinale): si se consume de manera regular consigue fortalecer el cabello.
Patatas (Solanum
tuberosum): aportan aminoácidos esenciales imprescindibles para el crecimiento
del folículo.
Cereales y legumbres
verdes: recomendadas para el crecimiento adecuado del pelo.
Levadura de cerveza: 3
cucharas al día de levadura consiguen fortalecer el cabello.
Jalea real: rica en
pantoténico, que ayuda a prevenir la caída del cabello.
Omega 3: los aceites
ricos en omega 3 producen una disminución de la inflamación y un engrosamiento
del pelo.
Los alimentos que no se
recomiendan son los azucares y harinas refinadas, los alimentos procesados y el
exceso de alcohol, cafeína y el agua con cloro o flúor.
La exposición a metales
pesados, como plomo, arsénico, mercurio, talio, y al moho, así como las duchas
demasiado calientes, producen fragilidad en el cabello.
Plantas Medicinales
contra la caída del cabello
La circulación
sanguínea es también una de las causas de la caída del cabello, para lo cual
pueden utilizarse tratamientos que permitan aumentar el flujo sanguíneo que
llega a los folículos, aportando nutrientes y favoreciendo el crecimiento del
pelo.
Se ha comprobado que,
por vía tópica, la aplicación de preparados con aceites esenciales de tomillo,
lavanda, romero y madera de cedro, un 44% de los pacientes desarrolló
crecimiento del cabello.
Algunos otros extractos
que han demostrado acción eficaz en preparados por vía tópica son:
Ginseng (Panax
Ginseng): ejerce un efecto estimulante en el cuero cabelludo, devolviéndole su
elasticidad y tonicidad, lo que aumenta renovación celular y el grosor del
cabello.
Quina (Cinchona
pubescens): tiene propiedades estimulantes sobre el bulbo piloso, lo que
contribuye a fortificar el cabello.
Té (Camellia sinesis):
favorece la renovación celular, manteniendo sano el cuero cabelludo.
Romero (Rosmarinus
officinalis): por su efecto antiandrógeno, es tradicional su utilización como
revitalizante, estimulante y fortalecedor del cuero cabelludo, previniendo
también la seborrea.
Capuchina (Tropaeolum
majus): utilizado para controlar y reducir la inflamación del cuero cabelludo
por sus propiedades antiinflamatorias, antisépticas y antioxidantes.
Tomillo (Thymus
vulgaris): favorece la normalización del crecimiento del cuero cabelludo y
posee propiedades antisépticas y antibacterianas.
Cuando se utilicen
aceites esenciales, es indispensable conocer su procedencia y pureza. Se
recomienda utilizar aceites quimiotipados (QT o AEQT) donde se indica su nivel
de tolerancia en diferentes usos, y que cuenten con certificaciones de su
procedencia orgánica, pureza 100% y 100% naturales.
Preparados naturales
para la fragilidad y caída del cabello
Los remedios naturales
son una buena terapia coadyuvante y preventiva para el tratamiento de la caída
del cabello. Sin embargo, es importante considerar y realizar pruebas sobre las
posibles alergias antes de utilizarlos.
Romero (Rosmarinus
officinalis):
Es un antiséptico
natural que estimula la circulación de la sangre, actuando como vasodilatador,
antitrombótico y antiadrenérgico, lo que favorece el crecimiento del cabello y
oscurece las canas.
Para preparar el
tratamiento natural se utiliza aceite esencial de romero mezclado con aceite de
jojoba en partes iguales o con aceite de oliva.
También puede
prepararse con aceite de soja (80ml); germen de trigo (2,5ml), aceite de romero
(10ml) y aceite de cedro (5ml), dejar reposar el preparado durante unos días y
aplicar sobre el cuero cabelludo justo antes de lavar la cabeza.
En este vídeo puedes
ver más sobre las cualidades terapéuticas del romero.
Cebolla (Allium cepa):
Se utilizada
principalmente en la alopecia areata, por su poder antibacteriano. Se puede
aplicar directamente sobre el cuero cabelludo o hacer un jugo con una
cucharadita de miel para disimular su olor.
Aloe Vera o Sábila
(Aloe vera):
Posee compuestos con
actividad antioxidante, como la catalasa y la oxidasa, además de fitoesteroles
y vitaminas E y C. Actúa como antiinflamatorio y resulta un buen tratamiento
para cabellos secos y encrespados, pues su acción principal es hidratar el
cuero cabelludo.
Para preparar un
tratamiento natural se utiliza la savia del aloe vera (haciendo cortes en sus
hojas) y diluyéndola en agua; la aplicación se hace masajeando el cuero
cabelludo, dejándolo actuar durante 10 minutos, y luego aclarando con agua
tibia.
Ortiga (Urtica dioica):
Tiene efecto
antitrombótico y actúa sobre diferentes enzimas y sobre el receptor
androgénico. Se utiliza también para combatir la caspa y el cabello graso,
además de la debilidad del cabello.
La preparación consiste
en poner unas hojas secas de ortiga en un recipiente y añadir un cuatro litro
de agua hirviendo, dejar reposar con el recipiente tapado durante 20 minutos,
colarlo y añadir una cucharadita de miel. Se utiliza dos o tres veces por
semana, masajeando el cuero cabelludo.
Te dejo este vídeo
sobre la ortiga para que conozcas más sobre sus bondades y usos.
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