Eres consciente de
que respiras? Los seres humanos somos respiradores inconscientes y realizamos
aproximadamente de 15 a 18 respiraciones por minuto y en cada una de ellas
inspiramos aproximadamente de un litro a un litro y medio de aire, lo que hace
un total de unos 20.000 litros de aire inspirados en un día.
Tanto la inspiración
como la espiración deben realizarse por la nariz porque en ella el aire se
limpia, se calienta, se humedece y se prepara para entrar en condiciones
óptimas en los pulmones y al espirar el aire caliente que sale le cede parte de
su calor para volver a pre-calentar el aire que entra en la siguiente
inspiración.
También en las fosas
nasales se frena la velocidad de entrada del aire, con lo que éste tiene más
contacto con las pequeñas zonas de las fosas nasales encargadas de la primera
absorción del Ki del aire, aprovechando así mejor el oxígeno y el Ki del aire.
Podemos aumentar este
efecto frenando conscientemente la velocidad de entrada del aire durante la
inspiración y durante la espiración.
Al frenar conscientemente
la velocidad de salida del aire también reducimos a más de la mitad la longitud
del aliento en la espiración (que normalmente es de unos veinte centímetros) y
con esto relajamos la mente entrando más fácilmente en estado alfa.
La respiración lenta
y silenciosa favorece el funcionamiento de las glándulas pituitaria y pineal
estimulando los chakras superiores quinto, sexto y séptimo.
Nos podemos ayudar
para la respiración lenta, visualizando que respiramos el aroma de una flor o
el aire limpio y fresco del mar o el aire puro de una montaña.
La limpieza de las
fosas nasales: para un paso fluido del aire es básico que las fosas nasales
estén despejadas y limpias; para ello, realizaremos una técnica de yoga
denominada neti: en una taza pondremos un poco de agua tibia con una pizca de
sal, y, colocándola debajo de las fosas nasales con la boca cerrada y un
orificio de la nariz cerrado, inspiramos suavemente por el otro hasta que el
agua penetre por la nariz y salga por la boca.
Seguidamente, lo
repetimos con el otro orificio nasal.
También se puede
realizar con «la Lota», que es un recipiente parecido a una tetera
especialmente construido para esta limpieza cuyo extremo introducimos por una
fosa nasal hasta que el agua salga por la otra.
Para expulsar el
líquido nos inclinamos hacia delante y espiramos con fuerza por la nariz. Luego
lo repetimos inclinándonos a ambos lados.
La respiración
completa: Normalmente, sólo utilizamos un tercio de nuestra capacidad pulmonar,
mientras los dos tercios restantes de los alvéolos pulmonares permanecen
inactivos por falta de uso.
Comenzaremos
inspirando lentamente hacia el abdomen, comprobando cómo se expande, luego
lentamente llenamos de aire las clavículas, efectuando la espiración en el
mismo orden.
Con la respiración
completa, el diafragma recupera su movilidad, y al expandirse, actúa como una
bomba de membrana que excita a un mayor número de alvéolos pulmonares dormidos.
El oxígeno y el Ki
llegan a todos los rincones de nuestros pulmones, regenerando los alvéolos
pasivos y aumentando nuestra capacidad pulmonar: si la capacidad pulmonar en
una persona que respira superficialmente con el pecho es de unos 1.500 c.c.,
con la respiración completa la aumentamos hasta unos 3.000 c.c.
El intercambio de
oxígeno y dióxido de carbono es más efectivo y más denso, y absorbemos mayor
cantidad de energía o Ki, la cual acumulamos en el tan-tien con las técnicas
energéticas apropiadas, lo que mejorará nuestro Reiki.
Con la respiración
completa también mejoramos la circulación sanguínea, al ponerse en servicio un
mayor número de capilares que antes permanecían inactivos y que ahora
transportan más energía y nutrientes a un mayor número de células de nuestro
cuerpo.
Si una persona normal
respira entre unas quince veces por minuto, con la respiración completa lo
hacemos unas cinco veces por minuto, lo que favorece la tranquilidad y la
relajación.
Nuestro sistema de
eliminación también se ve activado, ya que al ser nuestras espiraciones más
profundas, con cada una de ellas eliminamos cada vez mayor número de células
muertas, tóxicos y productos de desecho.
La respiración
completa la realizamos en tres fases:
1.- Respiración
abdominal: Comenzamos inspirando hacia el abdomen de forma que el diafragma
desciende y de esta forma los pulmones se expanden más y aumentan su capacidad.
2.- Respiración
pectoral: Sin detenernos en la inspiración concentramos nuestra atención en la
zona pectoral, separando las costillas y expandiendo la cavidad torácica, el
aire penetrará en la zona media de los pulmones.
3.- Respiración
clavicular: Finalmente, pasamos nuestra atención a la zona de las clavículas y
las levantamos conscientemente coincidiendo con el final de la inspiración para
llenar la parte alta de los pulmones.
La espiración la
realizamos en el mismo orden: comenzamos vaciando la zona clavicular, luego la
pectoral y por último la abdominal, asegurándonos de que expulsamos lodo el
aire de los pulmones.
El equilibrio yin y
yang de la respiración. Para mejorar nuestro Reiki en los ejercicios energéticos
es importante mantener el equilibrio yin y yang con la respiración: como norma
general, la inspiración y la espiración deben estar equilibradas, la
inspiración dirige el Ki hacia el interior del cuerpo y la espiración lo lleva
hacia el exterior, músculos, tendones y piel.
Si estás excitado,
predomina el yang y la espiración predomina sobre la inspiración para dirigir
el Ki a la piel y dispersar el exceso en el aire a través de los poros.
Cuando estés triste
predomina el yin y la inspiración prevalecerá sobre la espiración para dirigir
el Ki al interior.
La espiración lenta y
consciente dirige el Ki a los puntos Lao-gong de las palmas de las manos y a
los puntos Yong-quan de las plantas de los pies, volviendo el cuerpo más yang,
mientras que la inspiración dirige el Ki al interior del organismo, a los
órganos internos y a la médula, volviendo al cuerpo más yin.
La respiración la
controlamos con la mente y a la inversa con la respiración controlamos la
mente; por ello, mente y respiración son interdependientes, debiendo trabajar
en coordinación sin poderse separar.
La respiración
abdominal energética: Consiste en inspirar con el abdomen, concentrando la
mente en el tan-tien.
En la inspiración se
contraerán el Hui Yin y el ano, relajándolos durante la espiración.
Calentamiento con
kapalabhati: Es una técnica de Pranayama yoga que significa limpieza del
cráneo.
Se utiliza para
calentar el diafragma y para energetizar todo nuestro organismo.
En la respiración
normal la inspiración es activa y la espiración pasiva, pero en este ejercicio
este orden se invierte: contraemos bruscamente el diafragma y los músculos
abdominales cuando espiramos empujando al aire hacia afuera (convirtiéndose la
espiración en la fase activa de la respiración) y relajándolos cuando
inspiramos (transformándose la inspiración en la fase pasiva de la
respiración).
Las espiraciones y
las inspiraciones se realizan rápidamente y se debe producir un ruido
característico durante la espiración.
Lo realizamos en tres
series de unas 50 veces por minuto.
Kapalabhati expulsa
todo el aire residual y contaminado de los pulmones y se depura y oxigena la
sangre, con lo que se facilita el transporte del Ki.
El movimiento
vigoroso y continuo del diafragma produce una activación de la circulación
sanguínea y el oxígeno es transportado en poco tiempo a todos nuestros órganos
y nuestras células, las cuales se llenan de Ki.
También se
proporciona un masaje vibratorio a todos los órganos y tejidos y especialmente
al cerebro, que se hiperoxigena activándose todas sus neuronas.
Si lo realizamos
asiduamente como preparación para nuestras sesiones Reiki conseguiremos más
claridad mental y mejoraremos nuestra capacidad para contactar con el mundo
espiritual y para transmitir la Energía Universal.
La respiración
inversa: al inspirar, contraer el abdomen y al espirar dilatarlo. Para
aprenderla, presionar el abdomen con la mano derecha a la vez que inspiramos y
expandirlo al espirar.
Contraer el Hui Yin
en la inspiración y relajarlo en la espiración.
La respiración
mental: debemos conseguir fusionarnos con nuestra mente al respirar de forma
que mente y respiración se hagan de la misma esencia.
La respiración de la
piel: el primer paso es visualizar cómo respiramos simultáneamente y con
sincronización por el Bai Hui, por los puntos Lao-gong de las palmas de las
manos y los puntos Yong-quan de las plantas de los pies.
Después visualizo
cómo respiro absorbiendo el Ki por cada poro de mi piel; al inspirar dirijo el
aire y la energía hacia la piel, los huesos, los musculos y los tendones y al
espirar la llevo a los órganos internos y a la medula.
La reducción de la
longitud del aliento: nuestras inspiraciones y espiraciones las debemos
realizar en silencio y lentamente, controlando siempre la entrada y la salida
del aire y sintiendo su contacto suavemente con las aletas de la nariz.
La respiración
alternativa: el Nadi Ida comienza en el conducto nasal izquierdo y es
refrescante, tranquilizador y frío.
El Nadi Píngala
comienza en el conducto derecho y es energetizante y caliente. Por ello, la
respiración alternativa por cada fosa nasal produce unos efectos determinados.
Durante el día los
conductos izquierdo y derecho se obstruyen alternativamente en función del
equilibrio general del organismo y de las órdenes del hígado (este proceso se
denomina rinitis pendular).
Para destapar los
orificios nasales se pueden usar los siguientes métodos:
Comprimir la axila
contraria con el respaldo de una silla o con la mano contraria.
Recostarse sobre el
lado contrario.
Apretar un punto
concreto de la nuca cerca de la base del cráneo.
Con la respiración
alternativa o Nadi Sodhana se equilibra la corriente de aire por las dos fosas
nasales y los diferentes efectos que se producen en nuestro organismo,
nivelándose los dos hemisferios cerebrales izquierdo y derecho, y se purifica
toda la red de meridianos y nadis.
Para realizarla
tapamos con el pulgar de la mano derecha el orificio derecho e inspiramos por
la fosa izquierda; tapamos con el dedo índice o corazón la fosa izquierda y
espiramos por la fosa derecha y volvemos a inspirar por la fosa derecha;
tapamos la fosa derecha y comenzamos de nuevo.
Realizamos de 20 a 30
repeticiones.
La respiración con el
«YO SOY»: al inspirar, repetir mentalmente el mantrá Yoooo..., y al espirar,
repetir mentalmente el mantra Soyyyy...
Al realizarlos juntos
quieron decir Yo Soy Él, y simbolizan la identificación de nuestra
individualidad con el Todo o la Unicidad del universo.
La antigua ley del
Uno dice que todos estamos formados de la misma sustancia, que es la energía de
la conciencia pura del Creador.
Formamos parte de
«Todo lo que es», que es la energía de Dios.
(En yoga se utilizan
los mantrás «So» al inspirar y «Ham» al espirar».)
La respiración
circular: es una técnica consistente en respirar sin realizar pausas entre
inspiración y espiración.
Para empezar, podemos
realizar 20 respiraciones distribuidas de esta forma: 4 series de 4 o 5
respiraciones seguidas y rápidas, y después de cada serie, sin detenemos,
realizar una inspiración y una espiración más lenta, más intensa y profunda.
Fuente: http://www.articuloz.com/misticismo-articulos/tecnicas-de-respirac
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