Es bello saber porque
el Amor y la Gratitud son sentimientos de alta vibración que nos conectan con
el «YO SOY» y nos catapultan a la quinta dimensión.
SENTIMIENTOS DE ALTA
VIBRACIÓN
Podemos ir desarrollando
o intensificando dos sentimientos de muy alta vibración que nos ayudan a
conectar con el «YO SOY» y nos catapultan a la quinta dimensión: el amor
incondicional y el agradecimiento.
EL AMOR INCONDICIONAL
«La alta vibración del
Amor desplaza el temor». Elizabeth Gilchrist B
Poco a poco podemos ir
dejando atrás las emociones negativas y empezar a expresarnos como seres
compasivos, amorosos, alegres, generosos, agradecidos, etc.
Para poder amar es muy
importante amarnos, pues nadie puede dar lo que no tiene. Para amarnos debemos
buscar dentro de nosotros la fuente de nuestra aprobación. Nunca debemos
buscarla afuera, pues jamás lograremos satisfacer los intereses de los demás
quien nos creó nos ama exactamente como somos, pues él es nuestro creador.
Dicen que no hay amor más grande que el de una madre por su hijo. Si, por el
momento para esta experiencia de vida. Pero yo te digo, si hay un amor más
grande que el de una madre por su hijo y ése es el amor de tu procreador
amoroso, tu padre Dios. Él sabe quienes somos, qué pensamos, decimos y hacemos,
conoce todo de nosotros, y nos ama sin condición.
Cada uno de nosotros es
el «ser más amado de la creación», pues el padre no hace distinciones. Cuando
te sabes amado tal como eres, aprendes a amarte tal como eres y nunca buscarás
aprobación externa. Te vuelves auténtico, veraz, sencillo y libre. Y cuando te
amas estás listo para emprender la misión más bella de tu vida: amar todo y a
todos, sin condición alguna. Los amas tal como son, los observas como nos
observa nuestro padre: «aprendiendo lecciones», pues toda lección de vida es un
escalón superado en la escalera que nos conduce a Dios.
El Maestro ascendido
Saint Germain en su libro -Hacia mi mágica presencia-, nos explica:
«Pasáis vida tras vida,
experimentando la discordia hasta que aprendéis a vivir la ley del amor. Esta
es una actividad obligatoria de la que nadie escapa, y ella continúa hasta que
el «yo» externo busca la razón de su miseria y comprende que su liberación de
la experiencia del sufrimiento sólo puede llegar a través de la obediencia a la
ley del amor. El amor es la perfección manifestada. No pide nada para sí mismo
porque el amor es eternamente auto-creador».
«El amor lo posee todo
y sólo se ocupa de poner en acción el plan de perfección de todo. Así, el amor
es un constante derramamiento de sí mismo. No toma nota de lo que ha sido dado
en el pasado».
«El amor es la base de
la armonía y el uso correcto de toda energía de vida. En la experiencia humana
esto se convierte en un deseo de dar, dar, dar, toda la paz y armonía del
individuo al resto de la creación».
¡Sin palabras!
LA GRATITUD Y SU EFECTO
LIBERADOR
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