Por favor, sígueme en
esta meditación guiada haciendo tu mayor esfuerzo, luego te explicaré porqué te
lo pido.
Por unos minutos,
olvida todo y presta atención a las nubes.
Entre las nubes ves el
cielo azul, pero ahora concéntrate en las nubes, por favor.
Lo primero que quiero
que veas es que para mirar las nubes, para prestarles atención, tienes que
esforzarte... Frunces el ceño, provocas una leve pero sostenida tensión en la
frente, y hasta fuerzas los ojos que se entrecierran para fijarse!
Ahora por favor, mira
el cielo...
Ya lo estás mirando,
claro, las nubes están EN el cielo, pero AHORA, en este instante relaja la
mirada y contempla el cielo azul de fondo.
Puedes ver que sin
forzar la vista lo ves claramente, en su totalidad y en ningún momento de la
observación dejas de estar completamente relajado.
Te relajas tanto que
hasta te sientes uno con el cielo, como si el observador, o sea tú, fuera al
mismo tiempo, en un mismo VER, lo que está observando...
Quiero decir sientes el
cielo en ti, no “tu cielo azul”, sino ¡tú como el cielo azul!
Y observa también que
notable resulta que mientras relajas tu mirar y te confundes con el cielo,
estás viendo (y abarcando y sumando y siendo) esas nubes en el mismo acto, en
una misma experiencia, en un solo campo existencial!
Y tienes la sensación
de que no eres tú quien lo hace ... y es verdad, todos lo hacen!
Todos (el espacio, las
nubes, el sol, la visión, la mente, la actitud...etc) se funden, se re-unen en
un mismo cielo abierto e ilimitado, con sólo relajar y retro-ceder de tu
postura de observador, con solo volver a abrirte a lo que eras antes de ser algo.
Sin haberlo decidido,
sin un acto voluntario y lo más importante, sin ningún esfuerzo de tu parte, te
has entregado, has dejado de querer ser algo separado del cielo y has acogido
en ese mismo ser impersonal a las nubes, los pájaros, el sol, los ojos, la
mente, el intelecto, el cuerpo físico y todo lo que se haya incluido o esté
asociado a él, es decir, el mundo y el universo entero!
Lo impersonal es
siempre colectivo, y ahora desde esta visión no-dual, con este marco de
apertura y claridad, puedes ver que las nubes son el nivel más cercano del
cielo, pero no todo el cielo, son sólo una ínfima parte de la superficie y de
ninguna manera brindan una imagen cabal de su contenedor, de la totalidad, del
conjunto.
Las formas que se
superponen sobre el fondo pueden ocultarlo momentáneamente, pero no pueden
hacer que desaparezca o quede al margen su realidad total, su existencia única.
La formas y su
trasfondo no se hallan separadas desde esta visión a la que hemos llegado casi
sin darnos cuenta, y desde la que vemos con claridad que las nubes siempre
fueron el cielo azul y éste sin nubes es tan sólo otro evento, otra experiencia
del observador.
En la división entre el
que ve y lo visto
radica todo el
conflicto del hombre
Krishnamurti
Ahora, respira profundo
y medita unos minutos en ESTE GRAN DESCUBRIMIENTO que has llegado a conocer
directamente, sin interpretarlo ni razonarlo, sino por propia experiencia...
por la simple y pura actitud de abrirte al cielo y dejar que tu existencia
personal se tiña de un profundo color azul... muy sugestivo!
Al tensionar tu
percepción puedes ver la nube, pero si te relajas, ves directamente el cielo
abierto, con o sin formas da lo mismo, está todo incluido, todo unido
nueva-mente!
Finalmente y con el
mismo nivel de relajación o de apertura, mírate a ti mismo, al cuerpo-mente o
lo que sea que creas ser, y lleva esta analogía a su punto culminante, a donde
puedas comprobar por ti mismo y experimentar directamente su realidad y su
contraste.
Sólo que ahora las
nubes en el cielo azul serán las percepciones, sensaciones y pensamientos,
recordados o imaginados, que aparecen (y cruzan y se crean y se disipan) en tu consciencia azul...
RELAJA otra vez tu
mirada, pero no la dirijas en dirección alguna, simple-mente suéltala y déjala
ser, deja que fluya y vaya acompañando las distintas vivencias que surjan en el
acontecer cotidiano y espontáneo.
Será la misma fuerza
cohesiva de su conformación básica, la que conduzca la energía de tu mirar de
vuelta a casa, de regreso a la unidad, al trasfondo siempre azul, profundo y
puro de la consciencia.
Con la correcta
atención recuperada, relajada, abierta, sin esfuerzo podrás VER que el
condicionamiento de años, de siglos de experiencia humana, te ha llevado a
esforzarte por algo que estuvo siempre al alcance de tu mano, más cerca que tu
propia piel, más tuyo que ninguna otra cosa agregada y que ningún conocimiento
adquirido.
¿Te das cuenta por qué
te pedí aquél esfuerzo inicial, puedes ver ahora que la realidad de TU SER está
siempre frente a ti, aquí y ahora, y si no la ves continuamente es porque en
cada instancia eliges otra mirada?
Si usted deja ir un
poco, tendrá un poco de paz.
Si deja ir mucho,
tendrá mucha paz.
Si deja ir
completamente, tendrá una paz completa.
No Ajahn Chah
MEDITA entonces unos
minutos en qué pasaría si soltaras, si dejaras de exigirte, de esforzarte, de
prestarle tanta atención al mundo que te rodea y relajada-mente contemplaras
tus experiencias de vida sin apego, sin implicarte ni esforzarte para resaltar
una cosa sobre otra, para ver elegir y decidir basándote sólo en una parte de
la realidad y desechar el resto, para ver el árbol perdiéndote del maravilloso
e ilimitado bosque de la existencia.
OBSERVA que tu
consciencia incluye las cualidades del pensar, sentir y actuar desde una
supuesta individualidad transitoria, pero éstas no te definen... Son aspectos
de tu mismo ser, así como las nubes lo son del cielo, pero no tienen el poder
de condicionarlo o afectarlo sino sólo de ocultar circunstancialmente su
grandeza, su infinitud, así como las verdades conceptuales llegan a opacar la
luz de la apertura impersonal, de la realidad universal.
Pero aún ese
ocultamiento (esa maya) es solamente un punto de vista, una opinión desde este
plano de existencia, desde la tierra en la que te apoyas para ver el cielo.
Por eso no te preocupes
demasiado, ni te concentres tampoco en esto. Es obvio que al concentrarnos y
aplicarnos a un objeto, reducimos (percibimos fragmentadamente) la realidad
ilimitada a nuestro punto de vista, a la subjetividad transitoria, a lo poco o
nada que nuestra percepción relativa, condicionada entre nubes de conceptos
heredados y conocimiento erróneo pueden captar de ella.
Sólo relájate y
disfruta de esta apertura, y realizarás naturalmente que las nubes son siempre
pasajeras, y en esta correcta atención desapegada también podrás ver que esas
mismas nubes transitorias nunca dejan de ser el cielo azul... y siempre que
aparezcan te harán revivir el aroma nuevo y fresco de su origen.
Tan solo mira el CIELO
DE TU MIRADA y experimenta esa asombrosa libertad por unos minutos... sin
opiniones ni puntos de vista, sin asumir que el cielo es algo que obtienes,
como un objeto que has llegado a conocer y con el cual te identificas... Siente
en cambio su infinitud iluminando tu corazón, y vive su inmensa apertura en el
azul profundo de la eternidad compartida aquí y ahora!
Para finalizar, y como
agradecimiento a tanto pedido de esfuerzo, les dejo esta bendición o invitación
al despertar de Papaji, la que natural-mente inspiró este ensayo:
¡Entre dos nubes hay un
intervalo y ese intervalo es el cielo azul!
Disminuye el ritmo de
tus pensamientos y mira dentro de los intervalos.
¡Sí!
Mira entre los
intervalos y presta más atención a los intervalos que a las nubes.
El primer pensamiento
ha desaparecido, y no surge otro pensamiento,
Eso es Libertad, Eso es
Conciencia, Eso es tu lugar propio, tu morada propia.
Tú estás siempre allí,
como puedes ver.
Esta es toda la
enseñanza... ¡Siempre mira a la Conciencia!
PAPAJI
Y con su permiso, me
permito una última sugerencia, como reflexión para el camino de regreso a casa:
¿Que pasaría si contemplando este cielo tan renovado, ves pasar una nube con
una forma extraña, y no tienes nadie con quien comentarlo?
Simplemente esbozarías
una sonrisa y lo disfrutarías contigo mismo, sabiendo que eso que estás
presenciando no durará y sin embargo existe tan dentro tuyo que puede explicar
tu existencia entera y la del cielo, y la de todo lo demás, en un instante.
Bueno, de igual manera un
sabio atestigua sin afectación (sin sufrimiento) el cuerpo, la mente y el mismo
mundo que a nosotros nos tiene tan
obsesionados y nos sorprende y atrapa...
Presenciando con una
sonrisa compasiva el gran drama del género humano, del individuo condicionado,
que tras identificarse con las nubes dejó de ver el cielo... o dicho de otra
forma, que olvidó su manera NATURAL de ver la vida y haciendo caso omiso a lo
que el medio le imponía, se limitó, se esclavizó y se esforzó demasiado en
concebir una existencia demasiado simplista, formada por nubes separadas del
cielo... y de sí mismo!
NIRVANA es antes que
nada,
La eliminación de las
percepciones equivocadas,
Porque al remover las
percepciones equivocadas, uno remueve el sufrimiento.
Thich Nhat Hahn
Guillermo Casini
Fuente: No-Dualidad
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