La vida nos tiene que empujar a reconectarnos con
nosotros mismos, porque??
La paz con uno mismo y con los demás es hermana gemela
del equilibrio, y si de verdad deseamos la paz, necesariamente habremos de
poner fin a las hostilidades, luchas e inquietudes que fatigan el cuerpo y el
espíritu. El equilibrio nos vendrá siempre del interior, de la aceptaci6n
propia y de la aceptaci6n de los demás. Por el contrario, la intranquilidad y
el desasosiego tienen como fuente primordial la batalla que todos libramos en nuestra
propia mente al proponemos objetivos incompatibles, en conflicto, ya que
hacemos depender nuestra paz interior, nuestro equilibrio, de que los demás
cambien.
Es frecuente que achaquemos nuestros estados depresivos, nuestro mal carácter, nuestra desidia o nuestra desgracia a que familiares. amigos, compañeros de trabajo, vecinos o conocidos no respondan exactamente con su conducta a las expectativas concretas que teníamos sobre ellos, ni persiguen el objetivo que nosotros les habíamos fijado. Perdemos los nervios, nos desequilibramos y atormentamos porque los demás no amoldan su vida y su conducta a la nuestra y por eso les acusamos de ser la causa de nuestras desdichas y de que vivamos tan alterados.
Es absurdo hacer depender nuestro equilibrio, nuestra felicidad, nuestra paz interior del cambio de conducta que lleven a cabo otras personas en relación con nosotros, sencillamente porque al proponemos como meta cambiar a otra persona, le estamos otorgando el poder de decidir si disfrutaremos o no de paz y de felicidad. No existe una pretensión o una actitud más inmadura e infantil y, sin embargo, pocos adultos llegan a comprender en su vida que la paz, la madurez mental y el equilibrio son siempre un proceso interior, dinámico y privativo de cada individuo.
Es cada persona quien decide, elige y crea su propio clima interior y exterior de equilibrio y de paz, precisamente fomentando en su mente pensamientos de paz, equilibradores, de acogida y de amor.
Si no aceptamos a los demás como son, con sus limitaciones y defectos, damos entrada en nuestro corazón al desasosiego, las lamentaciones y los sentimientos negativos y de destrucción- Es cada persona, ella solita, quien crea sus propios estados depresivos, de frustraci6n, de venganza, de confusi6n y de ira al plantearse objetivos en conflicto, uno de los cuales, quizá el más grave, sea el hacer depender el propio equilibrio, la paz mental de los cambios que realicen otras personas. Son nuestros pensamientos quienes deben cambiar para lograr el equilibrio.
¿Cómo puede encontrar cualquiera su propio equilibrio personal y mantenerlo? Con la auto observación, con la vigilancia interior Cada vez que te descubras a ti mismo culpando a otros de tus desgracias y problemas, pretendiendo cambiarles para que se amolden a tus deseos y pretensiones, estás alentando tu propio desequilibrio. Siempre que dentro de ti, en tu mente o en tu corazón se produzca una reacci6n desequilibrada, equilíbrala al instante recurriendo al amor, la comprensi6n, el perd6n y la generosidad.
Es frecuente que achaquemos nuestros estados depresivos, nuestro mal carácter, nuestra desidia o nuestra desgracia a que familiares. amigos, compañeros de trabajo, vecinos o conocidos no respondan exactamente con su conducta a las expectativas concretas que teníamos sobre ellos, ni persiguen el objetivo que nosotros les habíamos fijado. Perdemos los nervios, nos desequilibramos y atormentamos porque los demás no amoldan su vida y su conducta a la nuestra y por eso les acusamos de ser la causa de nuestras desdichas y de que vivamos tan alterados.
Es absurdo hacer depender nuestro equilibrio, nuestra felicidad, nuestra paz interior del cambio de conducta que lleven a cabo otras personas en relación con nosotros, sencillamente porque al proponemos como meta cambiar a otra persona, le estamos otorgando el poder de decidir si disfrutaremos o no de paz y de felicidad. No existe una pretensión o una actitud más inmadura e infantil y, sin embargo, pocos adultos llegan a comprender en su vida que la paz, la madurez mental y el equilibrio son siempre un proceso interior, dinámico y privativo de cada individuo.
Es cada persona quien decide, elige y crea su propio clima interior y exterior de equilibrio y de paz, precisamente fomentando en su mente pensamientos de paz, equilibradores, de acogida y de amor.
Si no aceptamos a los demás como son, con sus limitaciones y defectos, damos entrada en nuestro corazón al desasosiego, las lamentaciones y los sentimientos negativos y de destrucción- Es cada persona, ella solita, quien crea sus propios estados depresivos, de frustraci6n, de venganza, de confusi6n y de ira al plantearse objetivos en conflicto, uno de los cuales, quizá el más grave, sea el hacer depender el propio equilibrio, la paz mental de los cambios que realicen otras personas. Son nuestros pensamientos quienes deben cambiar para lograr el equilibrio.
¿Cómo puede encontrar cualquiera su propio equilibrio personal y mantenerlo? Con la auto observación, con la vigilancia interior Cada vez que te descubras a ti mismo culpando a otros de tus desgracias y problemas, pretendiendo cambiarles para que se amolden a tus deseos y pretensiones, estás alentando tu propio desequilibrio. Siempre que dentro de ti, en tu mente o en tu corazón se produzca una reacci6n desequilibrada, equilíbrala al instante recurriendo al amor, la comprensi6n, el perd6n y la generosidad.
BERNABÉ TIERNO -
Por eso es tiempo de
desaprender lo que nos hicieron creer y hoy sabemos que somos libres y
responsables de lo que somos, que es posible reconcectarnos con nosotros mismos
y hacer el camino que elegimos. Que podemos cambiar el ritmo impuesto desde
afuera, podemos serenarnos y ser nosotros mismos, tal como elegimos ser y no
tenemos que estar pum para arriba todos los días, porque necesitamos tiempo y
energía para digerir nuestras experiencias y meditarlas en nuestro interior y escuchar
al corazón para saber el significado profundo, existencial y trascendente de lo
que estamos viviendo. Entonces sentiremos que la serenidad nos permite vivir
plenamente y un aire fresco habrá en nuestras vidas, sentiremos el cosquilleo
de la felicidad de ser concientes, de existir, de amar…
Olga Susana Benavidez
A través del silencio y la meditación podremos lograr la reconexión y la paz
ResponderEliminarQue hermoso mensaje la paciencia una gran virtud, la meditacion me ayudado muchos ,los mantras Gracias
ResponderEliminarMUY BELLO MENSAJE. GRACIAS!!!
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