EL MEDIO AMBIENTE
Puedo encontrar el AMOR
en la naturaleza y en el medio ambiente.
Quien ama la
naturaleza, está sensibilizando paulatinamente su alma para las finas
vibraciones cósmicas; la estructura de su cuerpo físico se vuelve más pura, y
el hombre se vuelve más compasivo y respetuoso con su medio ambiente.
Para pensar de un modo
justo, verdadero, profundo, debemos empezar por poner en tela de juicio todo el
proceso de la naturaleza y la influencia externa en el medio del que formo
parte. Si no comprendo todo ese proceso con toda su sutileza, carezco ciertamente
de bases para una correcta consciencia.
Debemos tener compasión
por uno mismo, por los demás y por la naturaleza. Ser consciente de cómo nos
tratamos a nosotros mismos, a los otros y al entorno. Hay que relacionarse con
todo y en todos los sentidos con extremo cuidado. Nos dañamos a nosotros mismos
cuando tratamos sin respeto a los demás seres vivos y al medio ambiente.
No causar daño es la
actitud fundamental. Aunque su estimación sea muy subjetiva, esta actitud debe
tomarse en sentido amplio ya que con su práctica tiende hacia la armonía y la
serenidad emocional.
Veamos ahora que nos
enseña Omraam sobre el medio ambiente...
LA NATURALEZA HABLA
Existen numerosas
formas de advertencias.
Las advertencias que
llegan a nuestra consciencia desde diversas direcciones de la naturaleza se
manifiestan bajo aspectos variados: pájaros, plantas, conversaciones, ruidos,
colores, sonidos, imágenes, hombres, ángeles, números y cifras, sin hablar de
símbolos indefinibles.
«Prepárense para
descifrar, para comprender todos estos avisos, para interpretar correctamente
estos signos simbólicos a veces muy misteriosos».
Es pues poco probable
que comprendáis al momento lo que la naturaleza y el cielo desean enviaros.
Debéis en principio estudiar la ciencia de las formas, de los colores, de los
sonidos. Por otra parte, os tenéis que ejercitar en sentir las cosas. Uno no
puede equivocarse cuando sabe interpretar el lado exterior de las cosas y
cuando se sabe sentir el interior de las cosas.
EL AMBIENTE
El ambiente en el que
se encuentran contribuye mucho a hacer salir lo bueno o lo malo de los seres.
Por eso, deben sumergirse lo más a menudo posible en un ambiente de paz, de
armonía y de luz. Muchas veces, los efectos de este ambiente no duran
demasiado; pero, por lo menos durante unos instantes, su naturaleza inferior se
ve reducida al silencio, mientras que su naturaleza superior se desarrolla. Y a
fuerza de repetir esta experiencia, la naturaleza superior acabará un día
imponiéndose.
Para algunos, adormecer
su naturaleza inferior es dar muestras de debilidad. Se encuentran mucho mejor
dando rienda suelta a sus instintos de dominación, de agresividad... es decir,
cuando dejan salir a sus fieras. Pero estas fieras no solo atacan a los demás
en el exterior. Cuando salen de la jaula, empiezan a devorar a sus propios
hijos, es decir a sus buenos pensamientos, sus buenos sentimientos, a los que
hubieran debido proteger y fortalecer manteniendo dentro de ellos una atmósfera
de Paz y de Luz.
EL BOSQUE
Cuando entres en un
bosque toma conciencia de que una multitud de criaturas están ahí de un lado
para otro, ocupadas en diferentes actividades, y que te observan...
Trata de buscar tu
lugar en relación con ellas, e incluso dirígeles la palabra para demostrarles
que aprecias su trabajo... Acércate a un árbol, por ejemplo, y dile: ¡Qué
hermoso eres! ¡Qué fuerte, resistente y sólido! ¡Oh! ¡Si pudiera tener yo
también tu resistencia y tu solidez! Te encargo de decirles a todos los árboles
del bosque que son magníficos, que los amo; saluda a cada uno de mi parte, y
transmíteles mi afecto.
Únete al árbol, y
entonces, las entidades que viven en él transmitirán vuestro amor a todo el
bosque. Así, mientras continúes paseando, las otras entidades que han recibido
vuestro mensaje salen de los árboles para contemplarte... se sienten
maravilladas y danzan a vuestro paso. Y cuando regreses a casa, te sentirás
feliz, sentirás que saboreaste algo de la vida verdadera.
LA NATURALEZA
Saber interpretar el
lenguaje de las flores, de los árboles, de los pájaros, es un don que pocas
personas poseen. Pero todo el mundo puede hablar con ellos y hablar también a
las rocas, a los lagos, a los ríos, a las montañas.
Lo que creáis en el
mundo sutil, no solo con las palabras que pronunciáis, sino también con
vuestros pensamientos, vuestros sentimientos, vuestros deseos y vuestros
gestos, es un lenguaje e incluso el único lenguaje real; es el que se inscribe,
el que se graba en la materia del universo y es activo, es creador.
Debéis pues siempre
«hablar», debéis crear, preocupándoos solamente que sea para el bien. Y la
naturaleza que está ahí, atenta, se prepara a hacer su trabajo de realización,
de concretización, porque la naturaleza siempre se somete al Verbo Divino.
«Si te comportas con
amor con la naturaleza, el resultado es que tu ser interior vibrara con mayor
fuerza y con mayor intensidad». Omraam Mikhael
OMRAAM MIKHAEL
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