La calaguala (Polypodium leucotomos)
es un helecho que habita los bosques tropicales de Centroamérica. Los antiguos
mayas ya se valían de su rizoma para realizar curas depurativas y en tiempos
más recientes se indicó en enfermedades de transmisión sexual como la sífilis.
En Europa contamos con un helecho muy
parecido, el polipodio, frecuente en bosques y roquedos, que se había usado
como purgante.
No obstante las cualidades
medicinales de la calaguala son muy superiores.
Propiedades medicinales de la calaguala
Diversos estudios científicos han
demostrado el efecto antioxidante, antiinflamatorio y antiespasmódico de sus
principios activos, como la calagualina, la polipodina y los ácidos grasos que
contiene el rizoma.
A la calaguala se le atribuye la capacidad
de estimular los linfocitos o células del sistema inmunitario que ayudan a
combatir las infecciones, lo que la hace muy útil para prevenir y mitigar
infecciones en personas con las defensas bajas.
Se usa como antiespasmódico y
sudorífico en afecciones respiratorias de tipo alérgico, como bronquitis con
espasmos, y en procesos gripales.
También se utiliza como diurético y
antirreumático para eliminar ácido úrico y bajar la inflamación en artritis
reumatoide y gota.
La calaguala es asimismo eficaz para
tratar el herpes zoster.
Otros usos
Con frecuencia la calaguala se emplea
en alteraciones de la piel, asociadas sobre todo a crisis nerviosas y a estrés.
Modula la activación de las células de la piel y previene la proliferación de
células muertas y la escamación. Es un remedio natural contra la psoriasis y el
vitíligo o despigmentación parcial de la piel.
También se ha ensayado como
regenerador de la piel después de tratamientos con radioterapia y, por su
acción similar a la de los corticoides, para aliviar reacciones alérgicas como
urticarias, eccemas atópicos y dermatosis.
Remedios naturales con calaguala
Para bajar la inflamación en
artristis reumatoide y gota: La calaguala se combina en una tisana con
harpagofito, uña de gato y anís estrellado, a partes iguales. Cómo prepararla:
Se hierve una cucharada de la mezcla por un cuarto de litro de agua 5 minutos,
se deja reposar toda la noche y se cuela. Se toman dos o tres tazas al día, en
ayunas.
Para tratar el herpes zoster: La
calaguala se combina con valeriana y anís estrellado. Cómo prepararla: Se
hierve una cucharada de esta mezcla por medio litro de agua durante 5 minutos y
se macera la noche entera. Se toman dos tazas al día, en ayunas.
Tisana de calaguala para la psoriasis
y el vitíligo: La calaguala, con su efecto modulador sobre las células de la
piel, ayuda a prevenir la escamación y la despigmentación.
Como apoyo en el tratamiento de la
psoriasis, se hierve una cucharada de calaguala con anís estrellado en medio
litro de agua durante 5 minutos y se deja reposar toda la noche. Se cuela y se
toma un vaso antes de cada comida, tres meses como mínimo.
Para el vitíligo, lo mismo o bien el
extracto líquido, tomando dos cucharadas al día, mezcladas con agua o zumo de
frutas.
Precauciones de uso
Por su riqueza en taninos, debe
evitarse en caso de gastritis y úlcera gastroduodenal. Se desaconseja
igualmente si se toman medicamentos para el corazón y en mujeres embarazadas.
Se han descrito efectos secundarios leves en tomas continuadas, como la aparición
de somnolencia.
Cómo se toma
En planta seca y troceada para
decocción y macerado, y en extracto líquido o lípido-hidrosoluble.
Jordi Cebrián. Asesora: J Mª Teixé,
herborista de «El Manantial de Salud»
Fuente: Cuerpo Mente
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