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DRAGON PLANETARIO ROJO - 27 Agosto 2022
DRAGÓN: Acción: NUTRIR. Poder:
NACIMIENTO. Esencia: SER.
PLANETARIO: Acción: PRODUCIR. Poder:
PERFECCIONAR. Esencia: MANIFESTACIÓN.
Desde el nacimiento nutrimos a
nuestro ser manifestando la esencia divina que somos y tratando de perfeccionar
cada respuesta que damos a las circunstancia que vivimos. Queremos recordar
cosas que no hemos vivido y que viendo imágenes en las redes o fotos despierten
algo en nuestro interior y nos lleven a esos lugares. Mantengo mis recuerdos y
medito para ver de dónde vienen.
¿QUÉ RECUERDOS ME VIENEN
HABITUALMENTE A LA MENTE? ¿SON DE LUGARES QUE YA HE VISITADO? ¿SON DE PERSONAS
DESCONOCIDAS? ¿TENGO ESPECIAL INTERÉS EN VISITAR ALGÚN PAÍS O ZONA DEL PLANETA
SIN SABER EL POR QUÉ ME ATRAE TANTO? ¿CREO EN LA REENCARNACIÓN? ¿ES POSIBLE QUE
EN OTRAS VIDAS HAYA VIVIDO EN ESOS LUGARES Y POR ESE MOTIVO ME ATRAEN TANTO?
¿DISPONGO DE LIBERTAD PARA VIAJAR Y SENTIR LA ENERGÍA DE UNA PARED, UN ÁRBOL,
UNA ESTANCIA, DE AQUÉL LUGAR TAN LEJANO
PERO QUE PARA MÍ ES MUY FAMILIAR?
4 RAZONES PARA CONFIAR TUS SUEÑOS AL UNIVERSO
Nunca ha habido una necesidad más
grande de dejar ir
A la parte de mí que quiere estar en
control no le gusta la palabra esperanza. Para mi mente temerosa, la esperanza
implica que hay algo que no puedo hacer que suceda por mi cuenta. Si bien es
posible que no me guste ese concepto, es exactamente lo que necesitaba. La
esperanza nos ayuda a movernos a través de nuestros problemas y elegir
percibirlos de una manera nueva. La esperanza es el conducto de los milagros.
Para poder superar la tristeza, la
vergüenza y la necesidad de controlar, tuve que rendirme a la esperanza y
abandonar mis planes.
El camino de regreso a la esperanza
es a través de la rendición. No es algo que nos sea natural, debe ser una
práctica diaria.
Considera mi situación. ¡Aquí estaba
mientras escribía un libro sobre cómo confiar en el amor del Universo, mientras
trataba de controlar las circunstancias de mi propia vida! La necesidad de
controlar es sutil. Nos puede desorientar. El ego cree que conoce el camino, y
hace todo lo posible para mantenernos bloqueados. La mejor manera, y en última
instancia, la única forma de mantenerse conectado con el flujo que ha
establecido es rendirse y luego rendirse un poco más.
Rendirse al amor no siempre es fácil,
pero es absolutamente necesario si quieres vivir una vida milagrosa. No tienes
que rendirte completamente de la noche a la mañana. De hecho, por lo general no
sucede de una vez. La rendición es un proceso. Un Curso de Milagros dice:
"Cada pequeño paso despejará un poco la oscuridad".
Aquí están los pasos que utilicé para
despejar la oscuridad del control y rendirme al amor del Universo:
Paso 1: Quita las manos del volante.
En su libro El asiento del alma, Gary
Zukav escribe: “Quita las manos del volante. Se capaz de decirle al Universo:
'Hágase tu voluntad' y de reconocerlo dentro de tus intenciones. Pasa tiempo en
este pensamiento. Considera lo que significa decir: "Hágase tu
voluntad", y pon tu
vida en manos del Universo por completo”.
Para restablecer tu conexión con la
guía del Universo, debes aflojar tu agarre. Cuando abandonas tus planes y
liberas el control, dejas de seguir el camino de tu ego equivocado. Permites
que la voz de tu intuición y la energía del amor sean tu guía.
La manera de sacar las manos del
volante es a través de la oración. Si necesita rendirse, comience cada día con
estas palabras:
“Hoy entrego mis metas y planes al
cuidado del Universo. Ofrezco mi agenda y acepto la guía espiritual. Confío en
que hay un plan mucho mayor que el mío. Sé que donde una vez hubo falta y
limitación, hay soluciones espirituales e ideas creativas. Doy un paso atrás y
dejo que el amor guíe el camino. Hágase tu voluntad”
Estas palabras te ayudarán a rendirte
humildemente a la guía del Universo. Algo milagroso sucede cuando sueltas y
permites. Te abres a un campo infinito de posibilidades. En el momento en que
renuncié a mi deseo de ser madre, me sentí cuidada. Sabía que el Universo me
estaba guiando en la dirección, el tiempo y el orden perfectos. Confiar en el
camino del Universo me dio libertad y felicidad en medio de la incertidumbre.
Paso 2: Da vuelta el tiempo.
El mayor bloqueo para vivir con fe es
el tiempo. Hay muchas situaciones en nuestras vidas que no podemos controlar.
No puedes decidir el día exacto en que concebirás, el momento que tu amante
te propondrá matrimonio, o un millón de
otras cosas. Pero puedes controlar cómo experimentas cada momento de cada día.
La forma de rendir tu necesidad de controlar el tiempo es abrazar el momento
presente. En cualquier momento puedes recibir un milagro con la decisión de
elegir el amor. Esa simple elección, elegir el amor sobre el miedo, puede
liberarte del tiempo y restaurar tu esperanza y fe. El amor es una decisión, y
todo lo que se te pide es la disposición para elegirlo. Cada vez que lo haces
es un milagro.
Y con total voluntad tu obsesión con
el tiempo terminará. El milagro es ahora.
La lección 173 del Curso de Milagros
es: "La luz ha llegado". Una vez tuve una conversación profunda con
mi amigo y mentor Robert Holden .Ambos tenemos un amor compartido por esta
lección. Para Robert, es un suave recordatorio de que la luz no se recibe
cuando obtiene el trabajo o el bebé nace. La luz ya está aquí. En cualquier
momento dado, puedes rendirte a la luz y vivir en el milagro.
Para renunciar a nuestra obsesión con
el tiempo, debemos aceptar que la luz ha llegado. Ya encarnamos todo el amor,
la alegría y la paz que anhelamos. En cualquier momento, cuando te encuentres
atrapado en el tiempo, puedes volver al milagro del momento. Acepta que ha
venido la luz, y vive en el milagro. Imagina lo libre que te sentirías si
vivieras tu vida momento a momento en lugar de hito a hito.
Cuando gires el tiempo, puedes
confiar en el orden del Universo. Tienes fe en que todo te está sucediendo en
el momento perfecto para que puedas crecer y sanar. Abraza el milagro
disponible en cada momento, y cada paso se presentará perfectamente ante ti. No
apresures tu evolución espiritual; disfrútala. Es el viaje lo que importa, no
el destino.
Paso 3: Renuncia a tus metas y deja
que la fe tome la iniciativa.
Debemos aprender a renunciar a metas
y abrazar la esperanza y la fe. Las metas a menudo implican que necesitas
lograr algo más para ser feliz. Recuerda, no hay nada de malo en las visiones,
los sueños y los deseos, siempre y cuando estés dispuesto a rendirte. La clave
es mantener suavemente las grandes visiones y luego liberarlas al Universo.
Para sentirnos libres y rendidos,
debemos aprender a liberar nuestros apegos. Deepak Chopra dice: "Cuando
estás feliz por alguna razón, todavía estás en la miseria porque esa razón se
te puede quitar mañana". En lugar de buscar alguna razón o resultado para
hacernos felices, debemos aprender a confiar en las maravillas del universo.
Cada día trae nuevos milagros para celebrar. Cada momento puede ser un milagro
si elegimos percibirlo de esa manera.
En lugar de centrarte en los
objetivos y resultados, redirige tu enfoque a celebrar lo que ya tienes. Tómate
el tiempo cada día para dedicar tu atención a lo que está prosperando en tu
vida. En mi caso, renuncié al objetivo de quedar embarazada en una fecha
específica y, en cambio, opté por centrarme en el profundo amor que tengo por
mi esposo. Hice mi intención de sentirme conectada y enamorada. Redirigí mi
energía a mi cuerpo y la salud que tengo la bendición de disfrutar. Me
concentré en mi hogar y en el espacio que estoy creando para el bebé que estoy
lista para llamar a mi vida.
En lugar de centrarme en cuándo
tendré algo (o alguien) nuevo, me concentré en lo que ya tengo.
Cuando vuelves a centrarte en lo que
ya encarnas y disfrutas de tu vida, puedes dejar de lado lo que crees que
necesitas. Eso no significa que cortes tu deseo. De hecho, es todo lo
contrario. Traes mucho más amor y energía a tu deseo cuando quitas la presión.
Centrarte en lo que tienes crea más de lo que quieres.
Paso 4: Dale la vuelta al triángulo
sagrado.
Un hermoso elemento de mi práctica
espiritual es mi santo triángulo. Es un triángulo de madera que cuelga sobre mi
altar. Cada borde del triángulo tiene un significado: fe, amor y caridad. El
triángulo es un símbolo utilizado en la comunidad de Juan de Dios para
facilitar la entrega espiritual.
La idea es que cuando escribas tu
deseo y lo colocas en el triángulo santo, el deseo será resuelto. Dejas tu deseo
en el triángulo durante una semana y luego, al final de la semana, quitas el
trozo de papel y lo quemas. El acto de quemar el papel simboliza su fe y la
confianza de que tu deseo está siendo apoyado.
Cuando estaba terminando este
capítulo, me di cuenta de que no había puesto mi deseo de ser madre en el
triángulo sagrado. Todo este tiempo había estado tan controlada que había
olvidado este paso crucial. Colocar mi deseo en el triángulo me permitió
decirle al Universo que sé que está
siendo manejado.
Tú también puedes tener un triángulo
sagrado. Puedes hacer uno, o si no, simplemente usa una caja. He enseñado a
muchas personas a crear su propia caja de Dios, y ofrece el mismo servicio que
el triángulo. Puedes decorar la caja de cualquier manera que desees. Una vez
que tengas el triángulo o la caja, pruébalo. Escribe tu deseo y ponlo en manos
del Universo. Al final de una semana, sácalo y quémalo. (Asegúrate de quemarlo
de manera segura en el fregadero). Eso es todo lo que necesitas.
A medida que continúes con esta
práctica, ten en cuenta no volver a poner el mismo deseo en la caja. Eso
implicaría que no confiabas en que estabas siendo atendido.
Esta es una poderosa práctica de
rendirse. Practica los tres pasos anteriores y luego ofrece tu deseo al triángulo
sagrado (o caja).Coloca tu deseo en tu triángulo, y di una oración silenciosa
para entregarlo al Universo.
Sabe que se está escuchando tu
solicitud.
Estos cuatro pasos te ayudarán a
entregar lo que crees que necesitas y abrazar lo que es de mayor beneficio para
todos. Concéntrate en los cambios sutiles, momento a momento. Como Un curso de
milagros nos recuerda: "Cada pequeño paso despejará un poco de la
oscuridad".
Rendirte te ofrece este tipo de
serenidad. Cuando practicas la rendición, comenzarás a apoyarte en un poder
mayor que tú. Con el tiempo sabrás que siempre está ahí, y confiarás en él.
Gabrielle Bernstein es una oradora
motivacional estadounidense, coach de vida y autora. Bernstein enseña
principalmente del texto Un curso de milagros, una aplicación práctica de los
principios del Curso enfatizando el amor propio, el perdón y un enfoque
holístico de la espiritualidad.Es autora del libro...El Universo te cubre las
espaldas
Gabrielle Bernstei
SOL SOLAR AMARILLO - 26 Agosto 2022
SOL: Acción: ILUMINAR. Poder: FUEGO
UNIVERSAL. Esencia: VIDA.
SOLAR: Acción: REALIZAR. Poder:
PULSAR. Esencia: INTENCIÓN..
Sol solar, el fuego universal de vida
pulsando para que el humano pueda seguir viviendo y evolucionando hasta
alcanzar, en algún momento, la iluminación. Sí, nosotros también somos pequeños
soles que vamos irradiando en el entorno y según sea nuestra luz así
influenciamos (inconscientemente). Seamos como los pequeños rayos de sol que
cuando penetran en la oscuridad todo se ilumina y podemos ver el contenido que
se guarda en ese lugar.
LA VIDA ES ALGO MARAVILLOSO. CADA MOMENTO ES ÚNICO. EL PODER DEL AHORA, DEL INSTANTE QUE SE VIVE ES ÚNICO. ESTAMOS DECIDIDOS A SER NOSOTROS EN CADA UNO. NADA SE INTERPONE EN NUESTRO CAMINO. LA VIDA LA VIVIMOS CON LA INTENCIÓN DE AYUDAR A LA HUMANIDAD A MANTENER SU LIBERTAD. LAS DECISIONES TIENEN QUE VENIR DESDE EL CORAZÓN Y LA MENTE, LA LUZ INFINITA LOS ILUMINA PARA ACERTAR EN LA SOLUCIÓN Y CRECER COMO PERSONAS Y COMO ALMAS. SENTIMOS QUE SOMOS SOLES VIVIENDO EN ESTE PLANTA Y AL IGUAL QUE NUESTRO ASTRO, DAMOS VIDA A NUESTRO ENTORNO IRRADIANDO LO QUE SOMOS.
CONECTA CON TU VERDADERA NATURALEZA
Repaso de algunas indicaciones que
hemos leído y escuchado, para tenerlas muy presentes
Haz lo sencillo. Las cosas son más
fáciles de lo que imaginas. Basta estar presente y hacer lo que toca en cada
instante.
Regresa a lo auténtico. Acuérdate de
lo que hacías bien cuando eras niño/a. Los talentos con los que has venido son
irrepetibles. Eso de lo que podrías vivir bien pasa por lo que le puedas dar al
mundo con alegría.
Sé paciente. Date tiempo, haz algo
que te aleje del rumiar. Rebusca en los bolsillos y encontrarás fe en ti y
confianza en la vida. Descansa en esa fuerza, ten la certeza de que te
sostendrá como siempre lo ha hecho.
Respira. No olvides de tomar
cantidades de aire fresco. Las ventanas de los pulmones de par en par alejan la
tristeza, que en el peor de los casos es solo un mal hábito.
Sé concreto. Si sabes adónde vas,
llegarás antes.
Mantente alerta. No te dejes comer la
cabeza por el inconsciente colectivo, tu vecina, las noticias. La vibración que
convocas con tus pensamientos es lo que atraes a tu mundo. Deja la pesadez en
un sitio donde pueda desaparecer fácilmente (¿la basura?).
Pide abundancia. Sin gritar, que la
Fuente no necesita megáfono, puedes decírselo hasta en un ascensor o en
silencio, mientras miras las estrellas. Déjale todas las preocupaciones a la
Conciencia. Si te entregas de verdad a su amoroso cuidado, estará en deuda
contigo, el amor no puede ser de otra manera. Y no olvides que querer solo lo
necesario es quitarse mucho peso de encima.
Acepta. Reconoce la incertidumbre del
momento que vives. Pero acuérdate de cantar en la ducha, de ponerte guapo/a y
de sonreírle a la florista de la esquina, es justo lo que necesitas para
empezar un buen día.
Da. Sobre todo humor, ayuda,
esperanza, todo lo que quieras recibir. Te volverá.
No te quejes. Aumenta la sensación de
impotencia, debilita la determinación y te vuelves un peso pesado para quien te
cruces en el camino.
Quiérete. Es cierto, somos únicos,
pero no mejores que nadie, tenemos unas cualidades específicas que nos permiten
desarrollar algo con facilidad. Verse así relaja.
Ahorra energía. Si dejamos de mirar
al otro con los ojos de lo que le falta (la crítica), si vivimos con más
humildad, puede que nos sobren fuerzas para utilizarlas en algo provechoso.
Suelta. Ama la incertidumbre. Cuando
dejamos de agarrarnos, lo nuevo irrumpe y nos sorprende. Es el mejor ejercicio
para aprender a entrenarse en conciencia.
Baila. Te sentirás pleno, abundante,
al danzar con la existencia.
Sueña. Si dedicas la vida a perseguir
un sueño dedicado al beneficio de los demás, el viento siempre acabará soplando
a tu favor. Olvídate de ti y camina.
Fuente: Tu Mismo
TORMENTA GALACTICA AZUL - 26 Agosto 2022
TORMENTA: Acción: CATALIZAR. Poder:
AUTOGENERACIÓN. Esencia: ENERGÍA.
GALÁCTICA: Acción: MODELAR. Poder: ARMONIZAR.
Esencia: INTEGRIDAD..
Hoy le damos un repaso a la onda
encantada de la Tormenta azul anterior y vemos si la hemos integrado en
nuestras vidas Onda Encantada de la Tormenta Azul-19 – Onda encantada. La
constante de la Noosfera, Tormenta 1, Kin 79, nos ha abierto el paso para
recibir aquello que nos llega de la mente planetaria por medio de la noosfera.
Todo es energía pura en diferentes formas de armonía. Cuando percibimos que estamos
como estancados o en un callejón sin salida, llamamos a la tormenta para que
nos ayude a autogenerarnos y a convertirnos en personas más armónicas e
íntegras.
¿QUÉ LE ESTÁ PASANDO A LA RAZA HUMANA
EN ESTOS MOMENTOS? ¿POR QUÉ TODAVÍA HAY GUERRAS? ¿HACEMOS PETICIONES Y
ORACIONES POR LA PAZ? ¿SOMOS PERSONAS AMOROSAS? ¿QUÉ NOS FALTA PARA MOVILIZAR
LA ENERGÍA DE AMOR, CAMBIAR, Y TRANSFORMARNOS EN SERES DE LUZ Y AMOR? SÍ,
PORQUE LO SOMOS, PERO ESTAMOS VELADOS POR LOS RECUERDOS DIFERENTES QUE SÍ ESTÁN
AL ALCANCE DE LA MENTE. ¿CUÁNDO VAMOS A RECUPERAR LA MEMORIA DE QUE SOMOS SERES
SUPERIORES Y HEMOS VENIDO A SEGUIR EVOLUCIONANDO EN CONSCIENCIA Y PARA ELLO NOS
TRANSFORMAMOS CONTINUAMENTE? ¡EL AGUA DE LLUVIA NOS LIMPIA Y LA LUZ DEL
RELÁMPAGO NOS ILUMINA!
SOBREVIVIR O RESUCITAR
No es la cantidad de tiempo que
vivimos lo que indica si nuestra vida es valiosa, sino la forma en que
encaramos cada una de los renacimientos que nos toca atravesar. ¿El desafío? No
reducirnos a la mera supervivencia.
Cada comienzo de año, en este tiempo
y en este lugar, puede y suele generarnos la sensación de haber sobrevivido al
año anterior. Por muchos más motivos, en los últimos dos años. Como suele
decirse, el sobreviviente no siempre elige sus métodos, ni puede hacerlo. Su
prioridad es atravesar el riesgo que lo amenaza. En ese momento no se pregunta
para qué. Sin embargo, tal interrogante sigue siempre a los seres humanos, como
su sombra. Y al igual que ocurre con nuestra sombra, no somos conscientes de
ella todo el tiempo, ni ella necesita de esa consciencia para existir. A
diferencia de otras especies, decía Víktor Frankl (1905-1997), padre de la
logoterapia, una vez que hemos salvado nuestra vida los humanos recibimos de
parte de ella esta pregunta: ¿para qué me quieres? Y nos la repetirá una y otra
vez a lo largo de nuestra existencia a través de un infinito número de
situaciones, algunas sencillas, otras complejas.
¿Sobrevivir para qué? En uno de sus
luminosos y siempre recomendables ensayos, titulado Que filosofar es prepararse
a morir, el ensayista y pensador francés Michel de Montaigne (1533-1592), uno
de los grandes humanistas de la historia, escribe: “La utilidad de vivir no
reside en el tiempo, sino en la intensidad con que la vida se vive: hay quien
vive lo suficiente viviendo pocos años. Pensadlo mientras permanecéis en el
mundo: de vuestra voluntad depende el hecho de vivir bastante, y no el número
de años”. No es, en definitiva, cuánto tiempo vivimos, sino el sentido de ese
tiempo, la huella que dejará en otros, en el mundo, y el modo en que hará que
este mundo quede un poco mejor (apenas un poco, con eso basta) después de
nuestro paso.
Acerca de cómo vivir
Estas reflexiones abren paso a una
diferenciación fundamental. La que distingue a la supervivencia de la
resurrección. Aunque puedan confundirse son cosas distintas. Sobrevivir es
haber conservado la vida pese a todo, y a menudo de cualquier manera. Resucitar
es regresar de una muerte física, espiritual o simbólica para abrir en la vida
un nuevo rumbo de trascendencia y sentido. Quien resucita ya ha muerto, por lo
tanto se ha despojado del temor más angustiante. Sabe que la muerte existe de
una y mil formas, aunque a la que más le tememos es a la del cuerpo, sabe que
volverá a encontrarse con ella, pero está más allá de esa preocupación. Su
energía, su atención, su intención, su voluntad y sus dones están dirigidos
ahora a la vida en un sentido mucho más amplio y profundo que el vegetativo.
Leamos a Primo Levi (1919-1987), escritor italiano y combatiente antifascista
que, prisionero de un campo de concentración, sobrevivió al Holocausto. Dice en
su memorable libro Si esto es un hombre: “Muchísimos han sido los caminos
imaginados y seguidos por nosotros para no morir: tantos como son los
caracteres humanos. Todos suponen una lucha extenuante de cada uno contra
todos, y muchos una suma no pequeña de aberraciones y de compromisos. El
sobrevivir sin haber renunciado a nada del mundo moral propio, a no ser debido
a poderosas y directas intervenciones de la fortuna, no ha sido concedido más
que a poquísimos individuos superiores, de la madera de los mártires y los
santos”.
«Sobrevivir es haber conservado la
vida pese a todo, y a menudo de cualquier manera. Resucitar es regresar de una
muerte física, espiritual o simbólica para abrir en la vida un nuevo rumbo de
trascendencia y sentido. Quien resucita ya ha muerto, por lo tanto se ha
despojado del temor más angustiante. Sabe que la muerte existe de una y mil
formas, aunque a la que más le tememos es a la del cuerpo, sabe que volverá a
encontrarse con ella, pero está más allá de esa preocupación».
Tras la lectura se nos abre un
desafío: el de vivir, como dice Levi, sin renunciar a nuestros valores y a
nuestros principios aún en las peores circunstancias, y sin ser mártires ni
santos sino los simples mortales que somos. Para enfrentar este desafío no hay
que retirarse del mundo ni huir de él. Por el contrario, se trata de afrontarlo
en la vida cotidiana, en nuestros espacios de trabajo, de estudio, de relación,
de convivencia. En las decisiones que tomamos, en las elecciones que hacemos,
en las acciones que ejecutamos, en el modo en que honramos nuestros vínculos y
nuestros espacios comunes, incluidos esos que compartimos con aquellos a
quienes no conocemos. En cómo respondemos a las inevitables consecuencias de
nuestras acciones. Todo eso nos mostrará como agentes morales y personas
responsables. Es decir, personas que ponen el acento en ensanchar y profundizar
la vida y no meramente en conservarla y prolongarla.
También así es posible contribuir a
la esperanza, que es mucho más que el optimismo. La esperanza no da por sentado
que todo saldrá bien porque sí, por magia o por generación espontánea. La
esperanza cuenta con un propósito y trabaja por él sin garantías, aún sabiendo
que puede no cumplirse, porque el valor no está en la llegada sino en el viaje.
Charles Darwin (1809-1882), el naturalista y biólogo inglés a quien se deben
las teorías fundacionales sobre la evolución de las especies, afirmaba que “el
ser humano puede vivir unos cuarenta días sin comida, unos tres días sin agua,
unos ocho minutos sin aire, pero solo un segundo sin esperanza”. Quien
sobrevive busca ante todo agua, comida y aire, quien resucita tiene esperanza.
Sucesión de oportunidades
También, como puntualiza el filósofo
francés André Comte-Sponville en su Diccionario filosófico, cabe recordar que,
desde el momento en que quien resucita previamente ha muerto, no es inmortal. Y
la resurrección tampoco es reencarnación, puesto que se resucita siendo el
mismo individuo (el mismo compuesto cuerpo-alma lo llama Comte-Sponville),
aunque no necesariamente la misma persona, sobre todo si tomamos la idea de la
pensadora alemana Hannah Arendt (1906-1975) de que nacemos humanos y nos convertimos
en personas a medida que construimos vínculos, encarnamos y actuamos valores,
exploramos propósitos y sentido.
La resurrección tiene, por cierto,
una fuerte resonancia religiosa y su noción es fundamental en el cristianismo.
Al morir y resucitar, se sostiene allí, Jesús lo hizo por todos y anunció el
destino de cada ser humano. Pero más allá de la fe, de creencias o de
agnosticismos, es cierto que en la vida morimos y resucitamos cíclicamente. A
nuestro primer nacimiento, el físico, le sigue la muerte del bebé que resucita
como niño o niña, esa etapa morirá para dar paso a la resurrección como
adolescente, quien morirá para que resucite el joven. Y así será con la
adultez, la madurez, la vejez. Con proyectos, realizaciones, caminos elegidos
que terminan para que aparezcan otros: profesiones, actividades, incluso
vínculos.
En cada etapa, como con cada año,
habrá una experiencia que depende de nosotros convertir en resurrección y no
dejarla reducida a una mera supervivencia. En su novela La mala hora, escribía
Gabriel García Márquez: “La vida no es sino una continua sucesión de
oportunidades para sobrevivir”. Hagamos que sea una continua sucesión de
oportunidades para renacer.
Sergio Sinay
Fuente: Sophia Online
LA PAZ MENTAL COMIENZA CON TU CORAZÓN- DRA. NANDI HETENYI
La tranquilidad vendrá cuando llames a tu corazón a casa.
El alimento interno que buscamos a
través de la más pura libertad interior vendrá cuando dejemos de esclavizar el
corazón a la mente; usando la mente como el maestro de tareas del cuerpo y la
fuente principal de nuestro enfoque consciente.
El cuerpo es el contenedor de la
mente subconsciente.
La mente repite constantemente lo que
el corazón no ha liberado.
El miedo, la escasez y los
pensamientos negativos se calmarán y transformarán de la manera más milagrosa
cuando reconozcamos que son reacciones a las señales que se envían desde el
cuerpo, el subconsciente, por lo que prestaremos atención a nuestros corazones.
Estas señales son los fragmentos internos que compiten por atención amorosa que
finalmente les ofrezca lo que necesitan para que las heridas, la energía
emocional atrapada, los patrones de tensión puedan liberarse y finalmente
puedan ser libres.
El dolor es el bálsamo de la
liberación.
Cuando hablamos de cómo es esencial
que muramos para renacer, lo que eso significa es que debemos abrirnos a
nuestros cuerpos y rendirnos al proceso de duelo.
El dolor es amor.
El cuerpo está tratando de enseñarte
sobre el amor, si tu mente aprende a escucharlo.
La mente tiene miedo de las verdades
que pueden desplegarse en el cuerpo porque nos enseñan a temer el cambio.
El cambio solo da miedo cuando
tenemos miedo al dolor.
El duelo es lo que realmente muere
cuando realmente estamos conectados con la vida de la Vida.
Es un duelo que permite que el
corazón se abra al bálsamo curativo del amor.
El dolor es lo que nos cambia, nos
derrite y nos reforma.
El cuerpo necesita cambios, se
congela y se calcifica cuando está estancado y atascado con emociones y
recuerdos. Es la mente la que ha formado una personalidad en torno a defenderse
de la verdad que vive dentro del dolor.
Cuando estamos vivos pero estancados
por el miedo a estar en nuestro cuerpo, ¿estamos realmente viviendo?
¿O somos muertos vivientes?
El cuerpo contiene los hilos de la
verdad de quién eres.
De lo que fue.
De lo que escribió tu sistema
nervioso.
De lo que nunca será.
De lo que te liberará.
De lo que te curará.
De lo que anhela soñar a través de
ti.
De los próximos pasos.
De la conexión con el amor divino que
anhela anclarse dentro de tu corazón.
Tu corazón es donde el cielo y la
tierra se encuentran... en tu cuerpo. La tierra viviente donde la mente, el
corazón y el cuerpo, una vez más, trabajan juntos, como un equipo en lugar de
enfrentarse entre sí. Es donde nuestra inteligencia divina despierta como un
equilibrio entre lo femenino y lo masculino.
El cuerpo y el corazón se mueven a un
ritmo mucho más lento que la mente.
Nuestra cultura se mueve demasiado al
ritmo de la mente neurótica y no al ritmo inteligente del corazón o el cuerpo,
que se mueven más como los árboles, el sol y la luna.
Hay mucha sabiduría en reducir la
velocidad para ir más rápido. Es posible moverse, estar en movimiento desde un
lugar de paz y quietud, una quietud que debemos recordar continuamente para
volver a casa.
Que encuentres la paz.
Que tu cuerpo se transforme de un
lugar de dolor a un lugar de amor.
Que descubras la inmensa belleza de
tu corazón.
Que sepas que hay más amor del que
puedas
Dra Nandi Hetenyi
La Dra. Nandi Hetenyi es un sanadora
psicospiritual , mentora de almas y escritora. Ha forjado su propio camino
basado en más de 20 años de experiencia clínica y la misma cantidad de tiempo
estudiando y practicando budismo, yoga, meditación, sanación chamánica, ritual
y sanación energética. Después de recuperarse de la adicción y experimentar un
despertar en su alma, fusionó su conocimiento de la psicología y el trauma con
su experiencia estudiada y vivida de las modalidades de curación chamánicas y
budistas, creando un enfoque innovador para curar la herida del alma.
Fuente: Vientos de Consciencia
CALAGUALA . Hierba Medicinal
La calaguala (Polypodium leucotomos)
es un helecho que habita los bosques tropicales de Centroamérica. Los antiguos
mayas ya se valían de su rizoma para realizar curas depurativas y en tiempos
más recientes se indicó en enfermedades de transmisión sexual como la sífilis.
En Europa contamos con un helecho muy
parecido, el polipodio, frecuente en bosques y roquedos, que se había usado
como purgante.
No obstante las cualidades
medicinales de la calaguala son muy superiores.
Propiedades medicinales de la calaguala
Diversos estudios científicos han
demostrado el efecto antioxidante, antiinflamatorio y antiespasmódico de sus
principios activos, como la calagualina, la polipodina y los ácidos grasos que
contiene el rizoma.
A la calaguala se le atribuye la capacidad
de estimular los linfocitos o células del sistema inmunitario que ayudan a
combatir las infecciones, lo que la hace muy útil para prevenir y mitigar
infecciones en personas con las defensas bajas.
Se usa como antiespasmódico y
sudorífico en afecciones respiratorias de tipo alérgico, como bronquitis con
espasmos, y en procesos gripales.
También se utiliza como diurético y
antirreumático para eliminar ácido úrico y bajar la inflamación en artritis
reumatoide y gota.
La calaguala es asimismo eficaz para
tratar el herpes zoster.
Otros usos
Con frecuencia la calaguala se emplea
en alteraciones de la piel, asociadas sobre todo a crisis nerviosas y a estrés.
Modula la activación de las células de la piel y previene la proliferación de
células muertas y la escamación. Es un remedio natural contra la psoriasis y el
vitíligo o despigmentación parcial de la piel.
También se ha ensayado como
regenerador de la piel después de tratamientos con radioterapia y, por su
acción similar a la de los corticoides, para aliviar reacciones alérgicas como
urticarias, eccemas atópicos y dermatosis.
Remedios naturales con calaguala
Para bajar la inflamación en
artristis reumatoide y gota: La calaguala se combina en una tisana con
harpagofito, uña de gato y anís estrellado, a partes iguales. Cómo prepararla:
Se hierve una cucharada de la mezcla por un cuarto de litro de agua 5 minutos,
se deja reposar toda la noche y se cuela. Se toman dos o tres tazas al día, en
ayunas.
Para tratar el herpes zoster: La
calaguala se combina con valeriana y anís estrellado. Cómo prepararla: Se
hierve una cucharada de esta mezcla por medio litro de agua durante 5 minutos y
se macera la noche entera. Se toman dos tazas al día, en ayunas.
Tisana de calaguala para la psoriasis
y el vitíligo: La calaguala, con su efecto modulador sobre las células de la
piel, ayuda a prevenir la escamación y la despigmentación.
Como apoyo en el tratamiento de la
psoriasis, se hierve una cucharada de calaguala con anís estrellado en medio
litro de agua durante 5 minutos y se deja reposar toda la noche. Se cuela y se
toma un vaso antes de cada comida, tres meses como mínimo.
Para el vitíligo, lo mismo o bien el
extracto líquido, tomando dos cucharadas al día, mezcladas con agua o zumo de
frutas.
Precauciones de uso
Por su riqueza en taninos, debe
evitarse en caso de gastritis y úlcera gastroduodenal. Se desaconseja
igualmente si se toman medicamentos para el corazón y en mujeres embarazadas.
Se han descrito efectos secundarios leves en tomas continuadas, como la aparición
de somnolencia.
Cómo se toma
En planta seca y troceada para
decocción y macerado, y en extracto líquido o lípido-hidrosoluble.
Jordi Cebrián. Asesora: J Mª Teixé,
herborista de «El Manantial de Salud»
Fuente: Cuerpo Mente
CREENCIAS Y DINERO
Cambia tu mentalidad y cambiará tu
cuenta corriente
La relación de las personas con el
dinero no suele ser buena porque de pequeños aprendimos que es un tema del que
no hay que hablar, un tabú, o algo peor: la fuente de todos los males. De modo
que lo que hicimos fue… ¡ignorarlo! o ¡maldecirlo! Hoy cometemos errores debido
a esa mala educación y reforzamos creencias sobre el dinero que, además de no
ser verdad, arruinan a las personas literalmente.
“Dinero, vamos a
llevarnos bien”
Todos mantenemos una “relación” con
el dinero (tengamos el que tengamos). Hablo de la relación, de cómo se siente
una persona cuando piensa o habla del dinero. Y concluyo que es una relación
“de amor-odio”: todo el mundo lo quiere (sí, todo el mundo), pero la mayoría
está enfadada porque no tiene el suficiente.
Llevarse bien con el dinero es
importante. ¿Por qué? Porque cuando una persona declara: “El dinero no es
importante para mí”, ¿qué ocurrirá en su cuenta bancaria? Exacto: números
rojos.
Cuando las personas hablan mal del
dinero, se sienten mal cuando piensan en él, o critican a quienes lo tienen, se
están negando la posibilidad de tenerlo algún día. Tal vez es hora de hacer las
paces con el dinero, de llevarnos bien con él por la cuenta que nos trae.
Las creencias que
arruinan a las personas
El dinero empieza a hacerse en la
mente, en las creencias, y de ahí se refleja en los comportamientos, y a través
de éstos, se materializa en el saldo de la cuenta del banco. Cada euro que
tenemos en el billetero proviene de una creencia, de un paradigma, de una
emoción, de un hábito, de un conocimiento, de un talento o habilidad… y se va
por las mismas razones.
Examinemos algunas de las peores
creencias que perjudican la economía de las personas.
El dinero es fuente de problemas (es
sucio)
El dinero te estropea, te hace mala
persona y egoísta
No se gana dinero haciendo lo que te
gusta
El dinero no te hace feliz
Para que alguien gane dinero, otro ha
de perderlo
No es posible tener dinero y ser
espiritual, o buena persona
Hay muy poco dinero o no hay dinero
Todos los ricos son malas personas (o
roban)
Es obvio que estando de acuerdo lo
mencionado arriba, uno se siente molesto o enfadado con el dinero. Y cuando uno
se enfada con él, ya sabemos qué ocurrirá: sí, ¡el dinero se irá a otro lado!
Revisa tus creencias con el dinero, y haz la colada mental.
Las creencias de las
personas que prosperan
El éxito financiero es una ciencia
que puede aprenderse por todos porque deja pistas y tiene referentes. Si algo
está estudiado es el éxito financiero. Y sigue unas reglas que están escritas
en infinidad de libros.
También encontré creencias que
benefician la prosperidad de las personas:
Donde está tu pasión
está tu fortuna
Hay dinero de sobra para todas las
personas del planeta
La economía mejora cuando la persona
mejora
Reaprender es la mejor inversión en
uno mismo
El mayor activo financiero es la
habilidad para crear ingresos
La llave a la libertad financiera es
un negocio propio
El dinero te da libertad, la
felicidad te la das tú
Para resumirlo diré que las dos listas
de creencias conducen a las personas a unos resultados muy diferentes. En un
caso, la pobreza; en el otro, la riqueza. Y la razón es que la pobreza y la
riqueza son dos estados mentales diferentes fruto de las creencias sobre el
dinero. Cambia tu mentalidad y cambiará tu cuenta corriente.
Conciencia y dinero
Los problemas financieros son fruto
del divorcio entre valores y dinero. A menudo oigo hablar de “estudios con
salida”, “negocios rentables”, “trabajos seguros”… pero, ¿dónde está el
corazón?, ¿y la vocación?, ¿qué ha pasado con la pasión? Nos hemos olvidado de
vivir por un sueño, de ingresar en la economía de la ayuda a otros, de la
emprendeduría social… son conceptos útiles y además son ¡rentables! He
comprobado que cuando alguien se centra solo en ganar dinero, gana muy poco
dinero; y al revés, cuando alguien se dedica a hacer el bien, y lo hace bien,
desde lo que ama y le apasiona, le va muy bien con el dinero. Pon alma en tu
trabajo y negocio, pon ética, valores, corazón, servicio… y te harás de oro.
Trabajar sólo por dinero es ruinoso.
No deja de sorprenderme que el 80% de la población trabaje en trabajos que no
ama, incluso en algunos casos que detesta. Pero podemos aprender a ganar dinero
desde los valores y a gastarlo desde la conciencia, honrando los valores
éticos.
Raimon Samso
Fuente: Tu Mismo
YA ES LA HORA. MEDITA, ACTÚA
Salir del circo de las apariencias y
ayudar a los demás a salir del túnel del terror
¿Sabes esas veces que sales de casa,
o cualquier otro lugar, y piensas “creo que me olvido de algo” pero no sabes
qué es, hasta que, con enorme claridad, lo recuerdas y no entiendes cómo algo
tan obvio había desaparecido de tu mente durante ese rato? Pues igual nos pasó
eso y solo unos pocos empezaron a tener la intuición del olvido.
Parecía un poco raro al principio,
porque queremos tener gente al lado que nos diga “¡que te dejas la chaqueta!”.
Bueno… yo, al menos, sí quiero.
No sé cómo estarás realizando este
viaje pandémico. Está claro que nadie individualmente lo deseó, pero quién sabe
si en la mente universal se nos quedaron varias cosas por aprender y nos toca
descubrir qué era aquello que hemos olvidado.
Los avisos sobre el cambio climático
y la necesidad de organizarnos mejor como sociedad se deben poner por delante
de nuestras pequeñas tonterías… Sí, tonterías, porque los detalles son luz, nos
dejan satisfechos, pero las tonterías nos dejan un mal sabor de boca, como de
haber perdido el día y la energía.
Supongo que tú sabes lo que te digo,
y aunque me gustaría poder decir que todos somos capaces de distinguirlos con
facilidad, no puedo, no es verdad, no estaríamos así.
Cada cual distingue según sus
parámetros de visión, por eso nos hace falta una visión conjunta por
comprensión, no por coerción.
La globalización nos ha traído muchos
problemas, pero seguramente la vida nos esté diciendo que no es la economía la
que debe de ser global, sino la hermandad entre nosotros y con el resto de vida
del planeta.
Los mayores nos dicen que cada
generación tiene sus problemas. Tal vez sea así, sería deseable que no
pretendamos saltar este problema apagando un fuego y sin preguntarnos sobre sus
diversas causas, o qué otros fuegos hay.
Cuántas reuniones y promesas
político-económicas, de pactos caducados sin cumplir por algo tan básico como
no estropear el mundo en el que vivimos.
De pequeña pertenecí a un grupo
juvenil, de esos que te llevan de acampada y te enseñan a dejar el bosque tal
cual lo encuentras, o incluso mejor, retirando la basura de otros. Si los
comparamos con los años que llevan los políticos discutiendo sobre esto, la
verdad es que hasta los niños más descuidados lo aprendían en un momento.
Esperemos que no nos den un culpable
de ninguno de los grandes problemas de nuestra generación, y que si nos lo dan,
no lo aceptemos, porque eso sólo desviaría nuestra atención y la fuerza en las
posibles acciones más sabias que emprendamos ahora.
Los sucesos de la magnitud del cambio
climático o de una extraña pandemia no ocurren por una sola causa ni por un
solo agente, y ni siquiera en un solo espacio ni un solo tiempo, pero lo que es
absolutamente revelador es nuestra decisión y su acción en el presente. La
nuestra, sí, la nuestra.
Todos aportamos. Todos somos energía
en movimiento. Tú decides cómo participas y puedes contar tus ocurrencias o
compartir la de otros, y la cosa se va moviendo de otra manera.
Para el aprendiz de yogui, cada día
vivido con consciencia ofrece su gota de lo esencial, que es más asequible de
lo que imaginamos. Las señales desde el océano invulnerable pueden surgir
imprevistamente desde cualquier lugar y tal vez te traigan la motivación para
salirte del circo de las apariencias y ayudar a los demás a salir del túnel del
terror. Ahora podemos ver cómo el mundo está temblando, repleto de planes
rotos, pero tal vez es en este momento cuando algunos podrán contactar mejor
con aquello que sobrevuela imperturbablemente nuestra ilusión espacio-temporal,
con sus verdades eternas al alcance de nuestro silencio y con nuestro
egocentrismo favorablemente tocado.
Si alguna vez se te ha pasado por la
cabeza meditar o ser un yogui o yoguini en acción, ya es la hora. Medita,
actúa.
Siri Tapa
Directora de Gobinde Yoga
Fuente: Tu Mismo