XVI
Volver a la raíz.
Sea
tu meta el máximo de vacío.
Conserva
la firmeza de la paz.
Nacen
las cosas y entran en la existencia, pero desde allí la vemos regresar a
su
reposo.
Mira
todas las flores que florecen: cada una vuelve a su raíz.
Volver
a la raíz es encontrar el descanso.
Este
descanso significa regresión al destino.
Regresar
al destino significa durar constantemente.
Conocer
lo constante es estar iluminado.
Pero
no conocer lo constante es caer en la ceguera y el desastre.
Quien
conoce lo constante, lo abarca todo.
El
que todo lo abarca es justo con todos.
Lo
universal es el ritmo del cielo.
Y
lo que está en ritmo con el cielo, lo está con el Tao.
Y
lo que está en ritmo con el Tao perdura eternamente.
Aunque
su cuerpo muera, nunca perecerá.
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