«Ten miedo. Ten mucho
miedo». Quizás hayas visto esta frase en referencia a artículos periodísticos
que hablan sobre varios aspectos de lo que está sucediendo en el mundo de hoy.
Dondequiera que lo leas, es una idiotez absoluta, una ignorancia total, y debe
ser expulsado inmediatamente de tus pensamientos. El miedo está muy
sobrevalorado y no sólo se lo considera inevitable y necesario para los
humanos, sino que es extremadamente malo para ti.
No tienes que tener
miedo para evitar quemarte en un incendio. No tienes que tener miedo de huir de
un Tsunami o de una inundación. No tienes que tener miedo de confrontar o
escapar de un asaltante o de un violador. No debes tener miedo cuando te
encuentres cerca de una zona de batalla o de un sitio de desastre. Tu mente
creará todo tipo de argumentos para negar estos puntos, pero al final son
simplemente verdaderos. Cada ser humano es lo suficientemente poderoso como
para elevar su frecuencia y transformar cualquier situación en la que se
encuentren en un resultado más positivo si tan sólo lo supieran. No existen
accidentes ni situaciones aterradoras si no eliges estar aterrorizado. Por
supuesto, esto requiere práctica y algunas habilidades para lograrlo, pero se
puede lograr. El problema es que a las personas de todo el mundo se les ha
enseñado que el terror es inevitable y que sólo hay dos reacciones, pelear o
huir acompañadas de un gran temor.
¿Alguna vez has
examinado cuidadosamente tu experiencia de miedo? ¿Qué descubriste al respecto?
¿Qué aprendiste? Si no lo has examinado, ¿cómo es posible que hayas tenido una
experiencia tan aterradora que haya alterado tu vida y no la hayas estudiado
para aprender de ella? Desafortunadamente, el miedo es casi nuestro compañero
constante, aunque a menudo no es obvio porque le gusta disfrazarse de otros
sentimientos y reacciones. Puedes rastrear el miedo hasta toda ira, toda
codicia, toda autodestrucción, toda impaciencia, toda falta de autoestima, todo
narcisismo y juicio a los demás, toda resignación y cinismo, y toda resistencia
a los demás. Lo que hace que el miedo sea tan pernicioso, tan espantoso, es que
siempre engendra más de sí mismo. Crece como un cáncer, de modo que cuanto más
miedo tengas, más miedo tendrás. El resultado final de dejar que el miedo corra
desenfrenado es que, si lo haces, terminarás totalmente paranoico.
El miedo también es
bastante contagioso, al igual que la cepa de virus más virulenta. Se puede
propagar a los demás rápida y fácilmente hasta que toda la situación se vea fea
y horrible, si te permites verla de esa manera. No tiene que ser así. Incluso
los eventos históricos que parecen extremadamente desagradables pueden ser
vistos con cierta neutralidad y compasión para que se sanen gradualmente con el
tiempo. Negar, olvidar o pasar por alto estos eventos, como el 11 de septiembre
o el holocausto, no es útil. Enfrentar directamente el evento con amor y
compasión en el corazón puede hacer maravillas curativas. El trastorno de
estrés postraumático se perpetúa cuando nos resistimos a recordar o nos negamos
a abordar la situación. Revivirlo y experimentar impotencia y horror tampoco es
la respuesta. Eso sólo lo refuerza.
Considera muchos
pensamientos comunes que podríamos tener durante el día o la noche. Digamos que
estamos en un lugar público y notamos a una persona hermosa, hombre o mujer. Al
principio, podemos apreciarlo, pero pronto podría haber otros pensamientos
como: «Ojalá pudiera ser hermoso o guapo también, y luego tendría un gran éxito
o podría tener a quien quisiera. Las personas hermosas siempre terminan con
toda la atención, el dinero y el éxito en la vida. Me gustaría poder tener una
relación con una persona tan hermosa, pero no soy lo suficientemente atractivo.
Probablemente esa sea la razón por la que estoy solo”. Tal vez sintamos una
picazón, nos vamos a rascar y sentimos un bulto en la piel. «Maldita sea,
espero que esto no sea cáncer de piel. María tuvo un bulto como este y resultó
ser canceroso y la mató «. Entiendes la idea. Prácticamente cualquier
pensamiento puede convertirse en un pensamiento temeroso que nos ocupe y nos
hipnotice durante períodos de tiempo. Estos pensamientos tienden a regresar
periódicamente para que nos obsesionemos.
El miedo es el producto
de sentirse separado y esto sólo puede ocurrir en un mundo dualista en el que
puedes identificarte como estando separado y siendo diferente de alguna otra
cosa. En esta brecha, el miedo puede originarse, generarse, crecer y
propagarse. El miedo no puede ser concebido en un universo en el que todo está
conectado, cada uno con el otro. Nuestro mundo parece ser un mundo dual en
donde la separación es una realidad, pero eso es sólo en nuestra percepción, en
nuestras mentes. Hay algunos pocos seres humanos que no experimentan tal
separación ni divorcio de todo lo que experimentan. Son los pocos iluminados, a
los que los budistas llaman los Preciosos o los Despiertos. La mayoría de
nosotros los descartamos porque la idea es tan extraña, tan imposible, tan loca
para nosotros. De hecho, lo rechazamos totalmente porque nos amenaza. Amenaza nuestra
identidad única, la que experimentamos como «yo» diferente de ti y de ellos. Si
dejamos de lado nuestro sentido del yo como separado, ¿quiénes y qué somos
entonces? Es como si fuéramos a ser asimilados a algo que significa nuestra
muerte, eliminación, terminación, aniquilación total, aunque los despertados
dicen que no es así en absoluto. Aunque el ego puede estar disuelto, todavía
hay una sensación muy real de ser soberano y de estar vivo, más despierto que
nunca. Pero no queremos creer esto. Simplemente es demasiado amenazador,
demasiado aterrador para dejar ir nuestro sentido único de identidad, aunque
sea la causa de todo nuestro sufrimiento y, por supuesto, del miedo.
Hay una variedad de
ejercicios que pueden ayudarte a examinar tus sentimientos de miedo para
descubrir de qué se tratan realmente. Por ejemplo, puedes tomar deliberadamente
algo que te parezca temeroso y explorarlo. Digamos que tienes miedo de las
ratas. Te imaginas una rata corriendo por el pasillo en tu casa. Se dirige
directo a ti. Exactamente ¿cuál es tu experiencia? ¿Cuáles son tus sensaciones,
pensamientos y sentimientos? ¿Una fuerte inhalación? ¿Un sentido de enfoque
reducido en la rata? ¿Una sensación de parálisis? ¿Aguantando tu respiración?
¿Una reacción de querer huir, de alejarte lo más lejos y lo más rápido posible?
¿Buscas un palo o algo que puedas usar como arma para combatirla?
Digamos que te quedas
con tu miedo. La rata se acerca. Quizás empiece a subir por tu pierna, subiendo
el puño de tus pantalones o levantando tu vestido. Tal vez tenga pequeños
dientes afilados y los hunda en tu pierna, inyectándote una enfermedad mortal.
«Oh Dios mío, me está matando». Recuerda que todo esto está sucediendo sólo en
tu cabeza. En realidad no hay nada que te amenace. ¿Qué es este extraño
fenómeno de que estás absolutamente bien y, sin embargo, no lo estás? Estás
sufriendo de miedo, quizás de terror o de horror, y sin embargo, nada te está
sucediendo. Aunque no lo creas, en realidad estás a cargo de tu experiencia,
sí, incluso de la fuente de tu experiencia. ¿Cómo puede ser que puedas
aterrorizarte a ti mismo tan efectivamente?
Si la rata no te
funciona, entonces prueba con una araña enorme o una serpiente. Esas son las
tres cosas que aterrorizan a la mayoría de las personas. Si ninguna de ellos lo
hace, estoy seguro de que puedes encontrar otra cosa que logre el mismo efecto.
Examinar tus miedos de esta manera puede enseñarte mucho sobre ti mismo. ¿Dónde
comenzó todo esto? ¿Cómo ganó tal poder sobre ti?
Casi todos los seres
humanos tienen fobias y temores almacenados en sus mentes subconscientes. ¿De
dónde vienen estos recuerdos? Una explicación es que provienen de vidas
pasadas, cuando se almacenaron en el centro instintivo o primer chakra, el cual
está muy involucrado en la supervivencia del cuerpo durante cada vida. Con cada
experiencia temerosa que amenaza la vida, los recuerdos se almacenan en el
centro instintivo para futuras referencias en caso de que uno se encuentre con
una situación similar. Entonces sabrán cómo evitarlo. El centro instintivo
reacciona ante cualquier cosa que se parezca a algo que mató o hirió a la
persona en alguna situación de una vida pasada. Por eso se dice que las almas
más viejas son difíciles de matar, mientras que las almas más jóvenes mueren
más fácilmente por falta de experiencia. Las fobias son el resultado de
recuerdos que están atados con mucho miedo; sin embargo, los recuerdos de
eventos amenazantes no tienen que contener miedo. Aunque algunas almas más
viejas pueden llevar millones de recuerdos de este tipo, no son necesariamente
fóbicas. El miedo asociado con algunos recuerdos es lo que hace que una persona
sea fóbica.
Alex Honnold es un
escalador libre, conocido por sus subidas libres a muchas rutas extremadamente
difíciles, incluyendo a “El Capitán” en el Parque Nacional de Yosemite. Un
escalador libre no usa cuerdas u los otros equipos de escalada que otros
escaladores utilizan para ascender los picos. Sólo usan sus manos y pies para
encontrar sostenes y agarres. No hay cuerda para evitar que se caigan. Alex
dice que ha sentido miedo varias veces en su vida, pero nunca durante la
escalada libre. ¿Cómo es esto humanamente posible? Para entender esto tenemos
que considerar la amígdala.
La amígdala es una
glándula del tamaño de una arveja en el punto izquierdo del hipocampo, el cual
tiene forma de herradura, en la parte central del cerebro. No es exactamente
una herradura porque los extremos posteriores se curvan para formar un punto
por encima de ella. Puedes buscarlo en línea en las imágenes de Google y ver
muchos ejemplos. Esta estructura cerebral de aspecto extraño yace horizontal
con sus dos puntos apuntando hacia el lóbulo frontal, detrás de los ojos, de
modo que la amígdala está detrás del ojo izquierdo. La amígdala se sienta en la
parte central del cerebro, cerca de las glándulas pituitaria, pineal y tálamo.
El hipocampo está a
cargo de muchas cosas, incluida la memoria a corto y largo plazo. La amígdala
está a cargo de las reacciones de lucha o huida en las llamadas situaciones de
emergencia. Entonces, si un perro grande y vicioso te ataca, tu amígdala se
activará para proporcionarte la adrenalina para combatirla o huir de ella. Las
tomografías del cerebro de Alex Honnold no muestran casi ninguna actividad
cuando se imagina escalar o está involucrado en esa actividad. Casi no tiene
respuesta de lucha o huida. No hay una explicación médica para este fenómeno
bastante raro. El mundo médico no puede explicar por qué Alex es diferente de
los demás en este sentido. Para comprender esto es posible que tengamos que
buscar en otra parte, por ejemplo la comprensión chamánica o el conocimiento
esotérico. Alex Honnold es claramente un alma vieja. Él vive muy simplemente en
un autobús y se la pasa viajando y escalando; sin embargo tiene una organización
sin fines de lucro a la que regala sumas considerables de dinero, una tercera
parte de sus ingresos, para llevar energía solar a comunidades empobrecidas.
Las almas más viejas
son conocidas por dominar su miedo. Han vivido suficientes vidas como para ya
no tener un gran miedo a la muerte. Curiosamente, hay personas indígenas que
son conocidas por sus hazañas escalando acantilados imposibles sin cuerdas ni
equipo alguno. Los Huicholes del centro de México son una de esas personas de
orientación chamánica cuyos chamanes son conocidos por estas hazañas. Han
revelado que son capaces de hacer esto utilizando pequeñas fibras que emanan de
su plexo solar para escalar caras acantiladas. Los Hindúes y los Budistas
Tibetanos hacen referencia a tales fibras o canales de energía a los que llaman
nadis, de los que dicen que cada humano tiene setenta y dos mil en sus cuerpos.
Sin embargo, es la inusual persona avanzada la que ha desarrollado la capacidad
de controlar estos canales o flujos de energía para actividades externas.Generalmente
se refieren a estos poderes como “siddhis” y generalmente sólo las almas muy
antiguas los exhiben.
Que yo sepa, Alex
Honnold nunca ha mencionado estas habilidades a la prensa, pero es bastante
fácil hacer las conexiones aquí. Claramente, es un alma mayor que ha dominado
la mayoría de sus miedos y muestra al mundo sus habilidades, que luego atraen
la atención a sus actividades respetuosas con el medio ambiente. Esta es
típicamente la forma en que las almas viejas hacen las cosas. Según tengo
entendido, es un ser humano bastante tímido y humilde con habilidades
extraordinarias. Recientemente se ha lanzado un documental muy exitoso de sus
capacidades de escalada. Si quieres experimentar tu propia amígdala en
funcionamiento, mira el documental.
Mientras tanto,
considera que potencialmente puedes transformar cualquier experiencia en una
intrépida. Esto no significa que harás estupideces o arriesgarás tu vida
innecesariamente. No eres estúpido. No tienes que tener miedo por evitar
pararte frente a un auto en marcha. Sólo sabes que no debes hacerlo a menos que
deliberadamente quieras matarte. Si estás atento, mirarás a ambos lados antes
de cruzar la calle. Si eres consciente no correrás riesgos innecesarios. Muchas
personas sufren lesiones y mueren porque no son conscientes. Practica con
atención plena y es probable que tengas menos miedo y vivas mucho más tiempo.
Traducción: Marcela
Borean
Fuente: El Manantial
del Caduceo
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