ONDA ENCANTADA DEL AGUILA AZUL - Del 13 de Enero al 25 de Enero 2018






La vida vuelve a la normalidad tras pasar los días de Navidad. Nos observamos en el espejo y analizamos si algo nuevo se vislumbra en la imagen que vemos. ¿Nos gusta? ¿Nos disgusta? Estamos creando con la mente a través de la visión una idea acertada o errónea de nosotros mismos. Pues es a partir de aquí cuando podemos llevar a cabo esos cambios que creemos necesitar. Aprovechamos la onda del Águila para buscar la visión más correcta y acercarnos mentalmente a esa creación de lo mejor de lo mejor para seguir avanzando en la vida.

Algunas personas jamás se han imaginado volando con un Águila, observando todo lo que a su alrededor se mueve, mirando la belleza de la naturaleza y por supuesto posándose en las altas cumbres, las que creemos están un poquito más cerca del cosmos, de los ángeles y de Dios. Y aprovechamos para realizar ese examen de consciencia interior ahora que nos encontramos en soledad y con la ayuda de los seres de luz cercanos. ¿Soy feliz? ¿Qué necesito para vivir con alegría? ¿Soy persona creativa y ello me proporciona bienestar? ¿En qué utilizo mi poderosa mente? ¿Cómo son mis pensamientos, constructivos o destructivos? ¿Vivo el hoy dejando dormir el ayer? ¿Me considero una persona normal, me escondo o por el contrario siempre estoy en primera línea?

A veces los demás nos conocen más que nosotros mismos porque nos hemos creado una imagen de cómo  queremos ser y creemos que somos así cuando en realidad distamos mucho de ser de esa manera. Puede ser el momento de hablar con el mejor amigo que tenemos y pedirle ayuda, que nos diga, sin embellecerlo, como somos en realidad, porque hay algo que se nos escapa y es necesario corregir y enderezar la vida. Siempre es posible crear algo nuevo, diferente y sobre todo que nos haga sentir muy felices y que forme parte de la idea que tenemos de cómo deseamos vivir los días venideros.

Un punto importante es buscar espacio en donde nos encontremos solo con la mente y la visión creativa, sin teléfonos ni ordenadores, con calma, buscando el momento de meditación y de conexión interior para hablar con la persona que más nos importa, nosotros mismos, y decirnos lo mucho que nos amamos y definir los proyectos que desde lo más profundo del ser nos gustaría llevar a cabo. Tomamos notas, pensamos, hacemos planes, nos sonreímos y nos quedamos un rarito con la mente vacía, saboreando ese periodo de intimidad, valorando la consciencia que nos ayuda a discernir esos proyectos para que estén en consonancia con las leyes divinas de evolución, y de esa manera quizás nos llegue alguna idea desde los seres que hemos convocado con anterioridad.

El ser humano es el gran creador consciente, que debería en todo momento saber qué es lo que está haciendo o qué repercusiones pueden tener sus acciones. Y sin embargo nos cargamos de ignorancia o de no querer saber lo que sucede para no tener la responsabilidad y, sin embargo es nuestra. Somos responsables de movilizar la energía y del resultado. Pero si nuestros actos son correctos y de acuerdo a la ética cósmica, seremos responsables de lo que decimos pero no de lo que los demás hagan con ello.

¿Nos gustaría volar por los cielos y llegar a ver todo lo que se esconde más allá de la cortina transparente del azul del cielo? ¿Qué se puede encontrar detrás de ella? ¿Pueden existir naves con seres de otros lugares del espacio-tiempo que nos visitan? ¿Un ángel se puede presentar ante nosotros con su poderosa imagen y sus alas abiertas y espléndidas?


Con el águila podemos volar muy alto para poder divisar aquello que escondido nos afecta sin llegar a conocerlo del todo. ahora es el momento. la mente tan lúcida que como humanos manejamos nos debe servir para ser mejores personas, ayudar a otros seres y a la naturaleza, actuar para ser más felices compartiendo ese estado de gracia con los demás. somos seres maravillosos, creadores de cada instante de nuestra vida y con la mente más prodigiosa que existe. ¿nos lo creemos? ¿la utilizamos con parabienes? nos esperan 13 días para volar y ampliar la visión, tanto la de fuera como la de dentro y utilizar la mente creando una vida de amor y paz alrededor. ¡crea, piensa, observa, y luego siente y decide!

Fuente: Onda Encantada


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