MENTES ESTANCADAS







Los sistemas de creencias rígidos, provenientes de ambientes sociofamiliares muy lánguidos y tradicionalistas mantienen estancadas las mentes de los seres humanos que los acogen –sus acciones y expresiones verbales se tornan previsibles y reiterativas.
Nuestros aprendizajes nos permiten hacer cambios en nuestra mentalidad -lo que significa aprender y desaprender a la vez-. Nuestros cambios nos permiten una relación más fluida y más inteligente con los demás; nos disponen a comprender a otros y a ser más benévolos respecto a sus actos y comportamientos.
Las mentes que cambian son abiertas, receptivas y ágiles. Las mentes que no cambian son cerradas, reticentes y lentas.
El aprendizaje constante nos permite acomodarnos a los ritmos de la vida –nos hace más flexibles, más tolerantes y atentos.
La adhesión a las rutinas y la conformidad con lo conocido nos margina de los ritmos de la vida –nos hace vulnerables a los conflictos, más intolerantes y retraídos.
Cuando no logramos cambiar día a día nos volvemos acompañantes tediosos y lentos –poco confiables para asistir a otros en sus dificultades porque nuestras respuestas y reflexiones no se acomodan a sus requerimientos sino a nuestras interpretaciones y juicios restringidos.
La vida es movimiento y cambio. Cuando nuestras mentes se estancan e interrumpen los procesos de aprendizaje nos retrasamos en nuestra jornada y retrasamos el progreso de la sociedad, especialmente de las personas vinculadas a nosotros.
Lo que llamamos realidad solo cambia por nuestras acciones. Para poder cambiar culturas establecidas estériles y obsoletas y las estructuras sociales que las mantienen, una masa grande de seres humanos debe cambiar sus creencias y modificar su culto al pasado y su obediencia  temerosa a  los grupos que las impusieron.
Cuando esto ocurra habrá una "Masa Crítica", un gran número de seres humanos inconformes y conscientes que integran sus mentes para crear una realidad diferente.
De hecho, esto sucederá imperativamente. Dos eventos fundamentales, la degradación de la vida y la devastación del planeta que habitamos, han creado las condiciones óptimas para empujarnos a la instauración de un equilibrio ecológico inaplazable para nuestros ritmos biológicos y humanos.
De acuerdo a la evolución, los seres vivos y la naturaleza establecen los cambios necesarios a pesar de los obstáculos momentáneos y a pesar de la pasividad de muchos seres humanos que se resisten a expresar otra realidad diferente porque no han alcanzado ni su autonomía ni una conciencia plena de su valía.
Al alcanzar esa consciencia sus percepciones y sus creencias podrán cambiar.
Esa consciencia nos lleva a los cambios liberando nuestra voluntad, la energía que nos impulsa a la acción.
Esa diada de consciencia y energía conforma una matriz eficiente y adecuada para transformar la realidad conocida.


Hugo Betancur (Colombia)



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