¿A mazapán,
a canela, a flores?
Los míos
huelen a las galletas recién cocinadas de mi abuela, a arnadí recién salido del
horno.
A calabaza,
huevos, almendras y azúcar recién horneados; ese olor corona mis mejores
sueños.
Mi abuela,
con su pelo blanco; sus miles de arrugas esculpidas en su rostro y manos y su
eterno vestido negro, solo coloreado por un blanco, blanquísimo delantal; mi
abuela cocinando sin hablar, con su eterna medio sonrisa, mirándome con cariño.
A eso huelen
mis sueños.
Y si arrugo
un poco más mis ojos, incluso distingo el sabor de sus pastas.
Ese olor de
mi niñez, es el que más añoro; esa paz; esa ausencia de relojes, de tiempo, de
prisa… es lo que más añoro.
Hoy decidí
conectar con mi niña interior; recuperar mi paz y felicidad; esa falta de
tiempo y espacio.
Hoy decidí
que lo que puedas hacer hoy no lo hagas mañana, no siempre es real.
Hoy decidí
que el mundo no deja de girar si yo no termino todas las tareas.
Hoy decidí
que no soy una súper woman y que no pasa nada si pido ayuda.
Hoy decidí
que no es preciso rendir al 1000 X 1000
Hoy decidí
tomar mi tiempo y mi espacio para dedicarlo a mí: a leer, a tomar el sol, a
pasear, a … a lo que apetezca.
Hoy decidí que
ser egoísta no siempre es malo.
Hoy decidí
que a veces ser egoísta, te lleva a poder dar más amor.
Hoy decidí
recuperar el olor de mis sueños y crear otros nuevos
¿Y tú?
¿A qué
huelen tus sueños?
Autora: Rosa Frances Cardona (IZHA)
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