Los alimentos fermentados son uno de
los mejores complementos que puedes añadir a tu dieta. No solo porque son muy
versátiles en la cocina (y están muy ricos) sino porque son una de las mejores
formas de cuidar tu salud.
En esta ocasión te contamos qué son,
qué beneficios aportan a nuestra salud y cómo puedes incluirlos en tu día a
día.
¿Qué son los alimentos fermentados?
De forma muy resumida, los alimentos
fermentados son aquellos que nos aportan probióticos (las bacterias
beneficiosas para nuestra microbiot a intestinal) y que se consiguen por medio
de la fermentación.
De hecho, la historia de los
alimentos fermentados se remonta a la Antigüedad y es por ello que en todas las
culturas nos encontramos este tipo de alimentos. Desde los yogures hasta los
panes pasando por todo tipo de verduras fermentadas.
Además, en la gran mayoría de los
casos, la fermentación no solo alarga la vida útil de los alimentos sino que
conserva mejor las vitaminas y minerales presentes en los mismos.
Un claro ejemplo es el de la vitamina
C y el chucrut, cuya oxidación se ralentiza gracias al proceso de fermentación.
Una característica que hizo posible que el capitán Cook pudiera luchar contra
el escorbuto en pleno siglo XVIII. Consiguiendo de esta manera no solo poner
remedio a una enfermedad mortal sino solucionar un mal que por entonces era muy
habitual entre los marineros.
¿Qué beneficios nos aportan los
alimentos fermentados?
En el párrafo anterior ya hemos
hablado de un beneficio de los alimentos fermentados; en concreto de la mejor
conservación de la vitamina C. Sin embargo, los beneficios que conseguimos al
incluir fermentados en nuestra dieta son muy diversos:
Son alimentos más nutritivos y más
fáciles de digerir
Nos proporcionan enzimas digestivas
que nos ayudan a asimilar mejor los alimentos
La fermentación aumenta algunas
vitaminas esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo, como las del grupo
B y la vitamina K2
Favorecen la salud intestinal y, por
lo tanto, nuestra salud en general. Además, modulan nuestro sistema inmune
Enriquecen nuestra microbiota y
aumentan su diversidad
Regulan los niveles de azúcar en
sangre
Son antiinflamatorios y promueven la
correcta desintoxicación del organismo
Además, y a pesar de que todos los
alimentos fermentados tengan beneficios, no debemos olvidar que es recomendable
incluir diferentes tipos. Al fin y al cabo, uno de los aspectos más interesantes
de este tipo de alimentos es precisamente la diversidad bacteriana que los
caracteriza. Y que variará ligeramente en función de qué estemos fermentando.
Incluso en el caso de las verduras
fermentadas. No obtendremos los mismos beneficios al fermentar col para hacer
chucrut que al fermentar cebollas, aceitunas o pepinillos para hacer unos
encurtidos.
¿Cómo incluir alimentos fermentados
en nuestra dieta?
Llegados a este punto puede que te
estés preguntando cómo incluir alimentos fermentados en tu dieta. Y la
respuesta es más simple de lo que te esperas. Sobre todo después de ver algunos
ejemplos de alimentos fermentados que puedes incluir a diario:
Verduras lactofermentadas, como el
chucrut o el kimchi
Pan de masa madre
Aceitunas y encurtidos
Yogur
Queso (hecho con leche cruda)
Kéfir (también conocido como búlgaros
o tibicos) de leche
Kéfir de agua
Kombucha
Miso
Tempeh
Tamari
Natto (una de las mejores fuentes de
vitamina K2)
Vinagre de manzana
Como puedes ver, muchos de ellos son
alimentos típicos de la dieta mediterránea. Por ejemplo, el queso, el yogur,
las aceitunas, los encurtidos, las verduras lactofermentadas o el vinagre de
manzana.
Además, en función del alimento
fermentado que elijas, te servirá como un refresco, como una guarnición de
verduras para tus platos o como una buena salsa. O simplemente como un
aperitivo sano, como es el caso de las aceitunas o el queso.
No obstante, cuando hablamos de
alimentos fermentados tenemos que recordar una cosa. Si aplicamos calor o, como
suele ser habitual, pasteurizamos estos alimentos, estaremos matando a las
bacterias beneficiosas. Y, por lo tanto, no estaremos obteniendo los
probióticos y los beneficios que buscamos.
La fermentación en casa: una forma
fácil y barata de consumir alimentos fermentados
Por ese motivo, y dado que a veces es
difícil encontrar alimentos fermentados de verdad en los mercados, muchas
personas optan por las versiones caseras. Una opción muy fácil de hacer para la
que apenas necesitaremos unos pocos ingredientes como puede ser la sal, un
colador, un bote de fermentación o un hongo o cultivo iniciador. Además de
tiempo y paciencia.
De hecho, cuando realizamos nuestros
propios alimentos fermentados en casa veremos que lo más difícil de conseguir
es precisamente el último punto. Sin embargo, te aseguro que merecerá la pena
esperar y tu salud te lo agradecerá.
Fuente: Ecoagricultor
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