EL "TREN", VISTO POR DELFINES Y BALLENAS. POR DAVID TOPÍ.







Esta mañana, trabajando con aquellos que nos asisten para comprender el proceso en el que estamos metidos desde otros niveles superiores, se produjo una comunicación con las mentes grupales de delfines y ballenas, principalmente interesadas en dar a conocer su visión del “tren” en el que estamos, usando la analogía que habíamos publicado en los anteriores artículos. No hay mucho que pueda comentar al respecto, simplemente, llegó esto tal cual lo transcribo. Mis palabras van en cursiva, las respuestas en letra normal. Las distorsiones que pueda hacer son responsabilidad mía exclusiva, pues el proceso de recepción siempre pasa por todos los filtros, programas y componentes de la mente, que, como ya hemos dicho en varias ocasiones, tamizan y colorean toda comunicación externa, por mucho que no lo queramos.

Delfines

Llega este primer paquete de comunicación en un solo bloque:

“No hay muchos humanos que se interesen por la conexión con la mente grupal de nuestra especie, a pesar de que somos y venimos de lejos para ayudaros. El hecho de que nos veáis como animales, y no como seres más evolucionados, dificulta nuestro entendimiento con vosotros, ya que no poseéis la capacidad de ver lo que se esconde tras nuestros cuerpos mamíferos. Este no es nuestro verdadero vehículo evolutivo allá en nuestro planeta de origen. Vinimos porque la madre Tierra, Kumar, nos pidió ayuda para mantener los mares y océanos del planeta bajo supervisión constante, debido a la cantidad de manipulaciones y entradas y salidas de razas que han venido aquí a colonizar, y fue necesario un sistema de mantenimiento del equilibrio de la vida acuática para poder garantizar que otros tipos de vida, animal, pudieran disfrutar de un entorno lo más sano posible para su evolución y propósito. Esto ahora mismo está siendo una odisea, tus congéneres nos cazan, algunos sabiendo lo que somos pero otros no, se comen nuestra carne de nuestros cuerpos, y nos hemos convertido en una atracción de feria y circo. Lo hacemos porque hay pureza en alguna parte vuestra y porque sabemos a lo que estáis sometidos, pero no nos gusta. Continuaremos aquí mientras Kumar nos necesite, luego nos iremos. Gracias por escuchar.”

Os doy las gracias por vuestra comunicación y por vuestra labor. Quiero pediros perdón en nombre de mi raza, que ni siquiera sé si estoy autorizado a hacerlo, al menos, por la parte que me toca os pido perdón. No somos conscientes de nada, no somos conscientes de la vida en el planeta, de vuestra labor, ni la de tantos otros. Estamos ciegos, programados, velados, estamos siendo usados como recursos, pero no queremos despertar, nos mueven emociones y pensamientos de bajo nivel, estamos desconectados del planeta y de nosotros mismos. No hay forma, al menos de momento, de que esto cambie, es un trabajo enorme enorme, y poco creo que podemos hacer para que se revierta si no es con ayuda externa. Quiero daros las gracias por un trabajo que no tiene gratificación alguna más que el servicio que hacéis al planeta y a la vida acuática. Ojala podamos en algún momento, mi raza y la vuestra comunicarnos juntos en entendimiento, en paz, en armonía, ojala podamos recompensaros de alguna forma por vuestra ayuda y servicio. Gracias, y perdón de nuevo.
Vuelve la respuesta.

“Es muy difícil lo que estáis intentando hacer, revertir todo un proceso de esclavitud a una raza que fue creada para servir. No os lo reprochamos, solo vemos que se acaba el tiempo, y vemos que hay que intervenir. Nos duele la crueldad con la que nos tratáis, no siempre tenemos a mano la comprensión inmediata de porqué lo hacéis, cuando si mirarais dentro de vuestro corazón estamos seguros de que no lo haríais. Pero en estos momentos, no hay mucho que perdonaros, estáis como estáis a merced de aquellos que os consideran sus recursos y se consideran vuestros amos. En todo caso, seguiremos aquí ayudando, si uno de vosotros despierta y ya es capaz de comunicarse con nosotros, ya es un signo de esperanza, otros lo hicieron en el pasado, pero todo siguió igual. Veamos a donde nos conduce esto.”

Las ballenas piden su turno, aquí va la comunicación.

“Sintonizamos la comunicación con nuestros hermanos delfines, somos sus hermanos mayores, venimos del mismo origen y lugar y tenemos una función parecida. Somos dos razas que ocupan en estos momentos dos tipos de vehículo diferente en vuestros mares, como también los ocupamos en nuestro planeta hogar. Nuestra función es la de mantener las aguas y contener movimientos energéticos que desestabilicen parte de la vida en la Tierra. Podemos trabajar a mucha profundidad y sostener, modificar, o amplificar movimientos energéticos que palien ciertas desarmonías bajo vuestros océanos. También nos cazáis, pero, si llega el caso, nos dejamos morir para abandonar un cuerpo y entrar en otro, al contrario que nuestros hermanos delfines, a veces preferimos entregar nuestro vehículo evolutivo animal cuando ha cumplido el propósito y nos retiramos para entrar en otro. Nos causa mucho daño la polución del planeta y por ello no podemos mantener demasiados años la consciencia dentro del mismo tipo de cuerpo. Nos ayudaría una limpieza de vuestros mares, pero eso no se puede hacer ahora sin tecnología de aquellos que moran más allá de vuestra atmósfera. No pertenecemos a esa alianza hecha por otros grupos para ayudaros, ya que tenemos otro cometido, alineado con Kumar [la consciencia, alma de la Tierra, también llamada Gaia y con muchos otros nombres según cultura o tradición nativa] más que con la raza humana, pero al fin y al cabo todos habitamos el mismo planeta y todos necesitamos que todos colaboremos con todos. “

Es para mi algo enorme sentir vuestros campos de fuerza y de consciencia, sentir a los seres que ahora consideramos parte de la vida animal. No tengo palabras para vuestro trabajo. Gracias, estamos también a vuestro servicio.

Aquí ha concluido esta transmisión, mi intención era seguir recabando datos del estado del proceso energético en el que se encuentra el planeta, y tenia intención de pedir a mi Yo Superior una actualización del mismo. Ha sido gratificante y aleccionadora. No hay nadie que no pueda establecer esta comunicación, forman parte de nuestro ecosistema, y prejuicios y filtros aparte, no dejamos de ser dos especies tratando de llevar a cabo de la mejor manera posible el trabajo que tenemos encomendado.

un abrazo,
David Topí











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