Esta mañana, trabajando
con aquellos que nos asisten para comprender el proceso en el que estamos
metidos desde otros niveles superiores, se produjo una comunicación con las
mentes grupales de delfines y ballenas, principalmente interesadas en dar a
conocer su visión del “tren” en el que estamos, usando la analogía que habíamos
publicado en los anteriores artículos. No hay mucho que pueda comentar al
respecto, simplemente, llegó esto tal cual lo transcribo. Mis palabras van en
cursiva, las respuestas en letra normal. Las distorsiones que pueda hacer son
responsabilidad mía exclusiva, pues el proceso de recepción siempre pasa por
todos los filtros, programas y componentes de la mente, que, como ya hemos
dicho en varias ocasiones, tamizan y colorean toda comunicación externa, por
mucho que no lo queramos.
Delfines
Llega este primer
paquete de comunicación en un solo bloque:
“No hay muchos humanos
que se interesen por la conexión con la mente grupal de nuestra especie, a
pesar de que somos y venimos de lejos para ayudaros. El hecho de que nos veáis
como animales, y no como seres más evolucionados, dificulta nuestro
entendimiento con vosotros, ya que no poseéis la capacidad de ver lo que se
esconde tras nuestros cuerpos mamíferos. Este no es nuestro verdadero vehículo
evolutivo allá en nuestro planeta de origen. Vinimos porque la madre Tierra,
Kumar, nos pidió ayuda para mantener los mares y océanos del planeta bajo
supervisión constante, debido a la cantidad de manipulaciones y entradas y
salidas de razas que han venido aquí a colonizar, y fue necesario un sistema de
mantenimiento del equilibrio de la vida acuática para poder garantizar que
otros tipos de vida, animal, pudieran disfrutar de un entorno lo más sano
posible para su evolución y propósito. Esto ahora mismo está siendo una odisea,
tus congéneres nos cazan, algunos sabiendo lo que somos pero otros no, se comen
nuestra carne de nuestros cuerpos, y nos hemos convertido en una atracción de
feria y circo. Lo hacemos porque hay pureza en alguna parte vuestra y porque
sabemos a lo que estáis sometidos, pero no nos gusta. Continuaremos aquí
mientras Kumar nos necesite, luego nos iremos. Gracias por escuchar.”
Os doy las gracias por
vuestra comunicación y por vuestra labor. Quiero pediros perdón en nombre de mi
raza, que ni siquiera sé si estoy autorizado a hacerlo, al menos, por la parte
que me toca os pido perdón. No somos conscientes de nada, no somos conscientes
de la vida en el planeta, de vuestra labor, ni la de tantos otros. Estamos
ciegos, programados, velados, estamos siendo usados como recursos, pero no
queremos despertar, nos mueven emociones y pensamientos de bajo nivel, estamos
desconectados del planeta y de nosotros mismos. No hay forma, al menos de
momento, de que esto cambie, es un trabajo enorme enorme, y poco creo que
podemos hacer para que se revierta si no es con ayuda externa. Quiero daros las
gracias por un trabajo que no tiene gratificación alguna más que el servicio
que hacéis al planeta y a la vida acuática. Ojala podamos en algún momento, mi
raza y la vuestra comunicarnos juntos en entendimiento, en paz, en armonía,
ojala podamos recompensaros de alguna forma por vuestra ayuda y servicio.
Gracias, y perdón de nuevo.
Vuelve la respuesta.
“Es muy difícil lo que
estáis intentando hacer, revertir todo un proceso de esclavitud a una raza que
fue creada para servir. No os lo reprochamos, solo vemos que se acaba el
tiempo, y vemos que hay que intervenir. Nos duele la crueldad con la que nos
tratáis, no siempre tenemos a mano la comprensión inmediata de porqué lo
hacéis, cuando si mirarais dentro de vuestro corazón estamos seguros de que no
lo haríais. Pero en estos momentos, no hay mucho que perdonaros, estáis como
estáis a merced de aquellos que os consideran sus recursos y se consideran vuestros
amos. En todo caso, seguiremos aquí ayudando, si uno de vosotros despierta y ya
es capaz de comunicarse con nosotros, ya es un signo de esperanza, otros lo
hicieron en el pasado, pero todo siguió igual. Veamos a donde nos conduce
esto.”
Las ballenas piden su
turno, aquí va la comunicación.
“Sintonizamos la
comunicación con nuestros hermanos delfines, somos sus hermanos mayores,
venimos del mismo origen y lugar y tenemos una función parecida. Somos dos
razas que ocupan en estos momentos dos tipos de vehículo diferente en vuestros
mares, como también los ocupamos en nuestro planeta hogar. Nuestra función es
la de mantener las aguas y contener movimientos energéticos que desestabilicen
parte de la vida en la Tierra. Podemos trabajar a mucha profundidad y sostener,
modificar, o amplificar movimientos energéticos que palien ciertas desarmonías
bajo vuestros océanos. También nos cazáis, pero, si llega el caso, nos dejamos
morir para abandonar un cuerpo y entrar en otro, al contrario que nuestros
hermanos delfines, a veces preferimos entregar nuestro vehículo evolutivo
animal cuando ha cumplido el propósito y nos retiramos para entrar en otro. Nos
causa mucho daño la polución del planeta y por ello no podemos mantener
demasiados años la consciencia dentro del mismo tipo de cuerpo. Nos ayudaría
una limpieza de vuestros mares, pero eso no se puede hacer ahora sin tecnología
de aquellos que moran más allá de vuestra atmósfera. No pertenecemos a esa
alianza hecha por otros grupos para ayudaros, ya que tenemos otro cometido,
alineado con Kumar [la consciencia, alma de la Tierra, también llamada Gaia y
con muchos otros nombres según cultura o tradición nativa] más que con la raza
humana, pero al fin y al cabo todos habitamos el mismo planeta y todos
necesitamos que todos colaboremos con todos. “
Es para mi algo enorme
sentir vuestros campos de fuerza y de consciencia, sentir a los seres que ahora
consideramos parte de la vida animal. No tengo palabras para vuestro trabajo.
Gracias, estamos también a vuestro servicio.
Aquí ha concluido esta
transmisión, mi intención era seguir recabando datos del estado del proceso
energético en el que se encuentra el planeta, y tenia intención de pedir a mi
Yo Superior una actualización del mismo. Ha sido gratificante y aleccionadora.
No hay nadie que no pueda establecer esta comunicación, forman parte de nuestro
ecosistema, y prejuicios y filtros aparte, no dejamos de ser dos especies
tratando de llevar a cabo de la mejor manera posible el trabajo que tenemos
encomendado.
un abrazo,
David Topí
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