El equilibrio, es una
actitud ante la vida, es la forma en que percibimos la verdad más allá de los
velos impuestos por la ignorancia, por el egoísmo y por el separatismo.
Cuerpo. El cuerpo físico
es el templo básico en el que podemos depositar la felicidad. Este sistema
funcional requiere cuidado, el Yoga nos ayuda a hacer mejor uso de nuestro
cuerpo físico.
Mente. “Como piensas
eres”. Todo depende de nuestra perspectiva mental, pues la mente guía nuestras
acciones y emociones. Cuando existe una presión constante, la mente pierde su
capacidad natural de recuperarse. El Yoga nos ayuda a ser conscientes de
nuestra divinidad e independientes de factores externos que creemos necesitar
para sentirnos bien.
Alma. Hace referencia
al flujo general de la energía cósmica. El Yoga nos ayuda a entender nuestra relación con esa energía
infinita para sintonizarnos y realizar nuestro propósito personal y
experimentar la felicidad profunda de la existencia.
a. Emociones: Son el
termómetro de lo que vivimos, las encargadas de hacernos saber si nos gusta o
no el dónde estamos o qué hacemos. El impulso que nos lleva a actuar,
reconocerlas y transformar ese fuego en un láser preciso puede ser una gran
ventaja.
b. Espíritu: Nuestro
verdadero ser, la conexión con lo que realmente somos antes de nacer, y la
esencia de la vida. Lograr reconocernos como seres espirituales que debemos
actuar en lo físico es lo que nos hace humanos.
El Crecimiento Personal
es lograr trabajar todas de una forma integral, donde no hay una que sea más
importante que la otra, y donde desde ellas podemos actuar de manera más
equilibrada en la vida. Este es el camino de auto conocimiento que todos los
individuos debemos pavimentar para poder trascender la dualidad y lograr el
amor en la unidad.
Todos somos seres
espirituales, porque todos somos seres de luz aquí en la tierra, con el
propósito de recordar cual es nuestra verdadera naturaleza; debemos reaprender
para poder recordar cual es el sentido de nuestras vidas, tanto como
individuos, así como raza humana.
La espiritualidad es
saber cómo conectarse a la fuente de la sabiduría infinita, tanto dentro y
desde de nuestros corazones, así como y hacia todos los corazones de todos los
seres sintientes, en nuestra realidad de la forma y la materia, es decir, la
3era dimensión.
Ser una persona
espiritual es saber actuar en todo momento desde la energía del amor, es actuar
en todo momento desde las virtudes del corazón.
Es experimentar la vida
desde el entendimiento, la comprensión, el respeto y el agradecimiento.
Es saber cómo encontrar
el balance y el equilibrio entre las necesidades de nuestros cuerpos físicos y
nuestras almas y espíritus.
Es simplemente saber
reconocer que uno es parte de la creación, que lo que decida y elija hacer o no
hacer, afectará o beneficiará a todos los demás seres; que somos parte de una
enorme conciencia multidimensional donde todos somos uno y el uno somos todos.
Ser una persona
espiritual es dominar la auto maestría de convivir con respeto, igualdad,
empatía, y entendimiento. Tanto con nuestra propia divinidad así como con todos
los seres vivos y nuestra madre tierra; y todo aquello que ella sustenta, para
realizar el cambio de conciencia necesario y elevar nuestra vibración al amor
en la unidad.
Ser una persona
espiritual, es vibrar en todo momento en la energía más pura y más alta, el
amor en la unidad.
Es ser de manera
consciente, es existir de manera consciente, es estar de manera consciente en
el aquí y en el ahora, dentro del flujo continuo del amor en la unidad.
El Amor es la única
energía, la única meta y el único camino.
La Iluminacion
Espirituwal
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