Los antiguos mayas conocían a la
perfección los astros, de tal manera que construyeron esta pirámide para que se
proyectara la sombra del dios Kukulcán durante los equinoccios. Conforme pasan
las horas, el cuerpo de la serpiente emplumada se va dibujando hasta
completarse con la cabeza esculpida en la base.
La pirámide de Kukulcán es el ejemplo
perfecto de los conocimientos astronómicos y arquitectónicos de los mayas. Y
coincide de manera exacta con el calendario gregoriano actual. Cuenta con
cuatro escalinatas, en las que cada una tiene 91 escalones que sumados entre
sí, más la plataforma de la cima, dan un total de 365. Estos representaban los
días del ciclo del Haab de la cultura maya.
Fuente: Cronicas de la Tierra Sin Mal
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