Entrevista con Chen Zhenglei
Por Liuis Soldevila
C hen Zhenglei, uno de los cuatro
grandes exponentes de la 19 generación del estilo Chen, es un hombre que da un
gran valor a la superación personal y a la familia. Quizá ello se deba a que
perdió a sus padres a muy corta edad, pasó una infancia llena de privaciones y
se ganó con gran esfuerzo la posición que ocupa ahora gracias a la enseñanza de
sus tíos, Chen Zhaopei y Chen Zhaokui, y a su propia determinación. Actualmente
sigue dedicado por completo a la enseñanza, en su escuela de Zhengzhou, Henan,
e impartiendo seminarios por todo el mundo acompañado por su hijo y heredero,
Chen Bin.
En los últimos años el Taijiquan
estilo Chen se ha extendido de forma espectacular en Occidente, y atrae cada
vez más a los jóvenes y a practicantes de otras artes marciales. ¿A qué cree
que se debe?
Desde la apertura de China en los
últimos veinte años hemos vivido una época de gran desarrollo del Taijiquan no
sólo en Occidente, sino también en China. Los amantes de nuestro arte, tanto
chinos como occidentales, han descubierto en pequeños pueblos como Chenjiagou
una riqueza que antes apenas se conocía y han viajado hasta allí para aprender
o perfeccionar su práctica. Hace veinte o treinta años todo lo que conocía del
Taijiquan la mayor parte de la gente era el estilo Yang simplificado, la forma
de 24 movimientos creada por el Ministerio de Deportes en 1956. Después se
fueron divulgando más las seis escuelas principales y otros estilos marciales
que buscan trabajar la suavidad para vencer la dureza. La clave es que en estas
artes el qi se almacena en el cuerpo, no se derrocha ni se quema inútilmente, y
esto se traduce en un fortalecimiento de la salud de quien lo practica. De
hecho en un principio esa fue la causa de su popularización.
Otro factor que ha jugado un papel
importante en esta expansión ha sido la divulgación del wushu y el interés de
los aficionados a otras artes marciales. Creo que muchos practicantes han
entrado en contacto de esta forma con la esencia tradicional del Taijiquan, con
la suavidad, la lentitud, la fluidez de los movimientos. Pero además de estas
características comunes a todos los estilos, el estilo Chen tiene una serie de
rasgos propios, como la fuerza espiral, la alternancia de lentitud y rapidez,
las explosiones de fuerza, pisotones, saltos, que sin duda atraen más a la
gente joven.
Pero a veces el estudio del estilo
Chen se reduce a memorizar formas sin cultivar lo interno, como un simple
ejercicio gimnástico. ¿Cree que se descuida el aspecto interno? ¿Cómo se debe
acometer el aprendizaje?
Es cierto que hay personas que se
quedan en la forma externa, que nunca llegan más allá, pero eso puede deberse a
una enseñanza deficiente o a que el alumno no tiene bastante interés. Si esto
ocurre durante el primer escalón del aprendizaje no es ningún problema, es algo
natural. Hay que tener en cuenta que sólo es el primer paso de un proceso muy
largo, como los estudios de un niño desde la escuela primaria hasta la
universidad. Y a lo largo de este proceso es muy importante que haya una guía
correcta.
Luis Soldevila
es traductor. Ha
estudiado Taijiquan Yang y Chen. Es instructor de estilo Chen. luiso@taichichuan.com.es
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