La primera fase consiste en imitar la
forma externa, o aprender a fondo el esquema de la secuencia. En esta etapa lo
externo, el movimiento, dirige lo interno, el qi, y por ello es fundamental que
el alumno observe con mucha atención los movimientos del profesor y que corrija
y ajuste minuciosamente los suyos propios. Es muy importante la precisión y la
exactitud. Si esto se trabaja bien, con el tiempo la energía interna empieza a
manifestarse. Lo primero que se nota es que el qi llega hasta la punta de los
dedos, que se sienten como adormecidos, y en el centro de la palma de la mano
se experimenta calor. Esto indica que el qi se ha formado y ha empezado a
circular. Pero es importante mantener la mente calmada y no impacientarse y
buscar resultados inmediatos. La impaciencia sólo retrasa los resultados.
Cuando ya se conoce con precisión la
forma, el siguiente paso es prestar atención a la relajación y la armonización
del cuerpo. Una vez ha memorizado la forma, el estudiante ya puede detectar qué
partes del cuerpo tensa o contrae y en qué momentos. Mediante el trabajo
consciente y progresivo de relajación y corrección de la estructura, él mismo
puede ir eliminando esas tensiones. En esta fase es muy útil la práctica de
posturas aisladas de forma estática. Además de ayudar a profundizar en la
relajación, estos ejercicios fortalecen las piernas y el cuerpo en general, nos
permiten almacenar qi y hacerlo bajar al dantian, y favorecen la concentración.
En la siguiente etapa, cuando hay
circulación de qi, es necesario centrarse en guiarlo hasta el final durante los
movimientos. Como dicen ustedes, hay que "poner los puntos sobre las
íes". Se trata de coordinar la forma, lo externo, y el qi, lo interno, y a
la vez dar un paso más en la relajación corporal. En esta fase suelen empezar a
notarse los resultados, y eso motiva a los alumnos para avanzar en la práctica.
Sin embargo uno no debe dejarse llevar por el entusiasmo, ya que la sensación
de circulación de qi no es continua, y a veces desaparece por completo. Esto se
debe a que existen bloqueos en los meridianos, pero si se trabaja con seriedad
y constancia y se ajustan bien las posturas y los movimientos, el qi acabará
circulando con fluidez.
Cuando se ha conseguido la
unificación, la fase siguiente es realizar los movimientos utilizando la
intención. La intención guía el qi, y el qi impulsa el movimiento. Cuando el qi
llega a una parte del cuerpo, esa parte se mueve. Si no llega, no se debe mover.
Siguiendo este proceso metódicamente, la forma externa y el qi interno acabarán
unificándose, y así se puede llegar a experimentar lo que es el boxeo interno.
Al practicar se notará hormigueo en los dedos, pesadez en los pies y en el
dantian, hinchazón en los músculos... Pero es necesario invertir mucho tiempo
en este proceso. En mi opinión un estudiante serio puede tardar en experimentar
el aspecto interno del Taijiquan entre tres y cinco años.
En realidad esto que he explicado
sólo son los primeros pasos. Cuando se empieza a notar la circulación de qi, es
muy útil apoyarse en la práctica del empuje de manos para comenzar a percibir
las diferentes fuerzas, sentir en nuestro cuerpo la energía del contrario y
aprender a utilizar la nuestra. También se puede iniciar el aprendizaje del
manejo de las armas, que nos ayudarán a unificar aún más todas las partes del
cuerpo, a llevar la intención más lejos, a trabajar la mirada... Pero hay
muchos más pasos. No se debe olvidar nunca que, como afirma un viejo dicho, más
allá del cielo hay otro cielo. Siempre hay un escalón más arriba que ni
siquiera nos imaginábamos.
¿Qué puede explicarnos sobre el
trabajo de posturas estáticas al que se refería al hablar de la segunda fase?
La práctica en la inmovilidad prepara
para el movimiento, además de fortalecernos y ayudarnos a almacenar qi en el
dantian, requisito necesario para que rebose y circule por los canales
energéticos del cuerpo con fluidez y con fuerza.
Además del trabajo estático de
posiciones de la forma, del que hablábamos antes, están los ejercicios
específicos para cultivar el qi, que son la meditación sentado o tendido, y el
Zhuang gong o las posturas de clavarse como una estaca, lo que solemos llamar
Zhan zhuang. Estas prácticas tienen el efecto de bajar el ritmo del
metabolismo, calmar las emociones, aclarar la mente y favorecer la circulación
de la sangre y el qi.
Luis Soldevila
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