Las palabras son como
semillas y la mente es muy fértil. Descubrir qué clase de semilla es buena para
la mente y prepararla para recibir la del amor.
LAS PALABRAS EXPRESAS
TU PODER
El Primer Acuerdo es el
más importante y también el más difícil de cumplir. Mediante las palabras
expresas tu poder creativo, lo revelas todo. Independientemente de la lengua
que hables, tu intención se pone de manifiesto a través de las palabras. Lo que
sueñas, lo que sientes y lo que realmente eres, lo muestras por medio de las
palabras.
No son sólo sonidos o
símbolos escritos. Son una fuerza: constituyen el poder que tienes para
expresar y comunicar, para pensar y, en consecuencia, para crear los
acontecimientos de tu vida. Puedes hablar. ¿Qué otro animal del planeta puede
hacerlo? Las palabras son la herramienta más poderosa que tienes como ser
humano, el instrumento de la magia. Pero son como una espada de doble filo: pueden
crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea. Según cómo las
utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que
imaginas.
La mente humana es como
un campo fértil en el que continuamente se están plantando semillas. Las
semillas son opiniones, ideas y conceptos. Tú plantas una semilla, un
pensamiento, y este crece. Las palabras son como semillas, ¡y la mente humana
es muy fértil! El único problema es que, con demasiada frecuencia, es fértil
para las semillas del miedo. Lo importante es descubrir para qué clase de
semillas es fértil nuestra mente y prepararla para recibir las semillas del
amor.
Todo ser humano es un
mago, y por medio de las palabras, puede hechizar a alguien o liberarlo de un
hechizo. Continuamente estamos lanzando hechizos con nuestras opiniones. Las
palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y cambian por entero,
para bien o para mal, nuestras creencias.
Ser impecable con tus
palabras es no utilizarlas contra ti mismo. Si te veo en la calle y te llamo
estúpido, puede parecer que utilizo esa palabra contra ti, pero en realidad la
utilizo contra mí mismo, porque tú me odiarás por ello y tu odio no será bueno
para mí. Por lo tanto si me enfurezco y con mis palabras te envío todo mi
veneno emocional, las estoy utilizando en mi contra.
Ser impecable con tus
palabras significa utilizar tu energía correctamente, en la dirección de la
verdad y del amor por ti mismo. Si llegas a un acuerdo contigo para ser
impecable con tus palabras, eso bastará para que la verdad se manifieste a
través de ti y limpie todo el veneno emocional que hay en tu interior. Pero
llegar a este acuerdo es difícil, porque hemos aprendido a hacer precisamente
todo lo contrario. Hemos aprendido a hacer de la mentira un hábito al
comunicarnos con los demás, y aún más importante, al hablar con nosotros
mismos. No somos impecables con nuestras palabras.
Considera las
relaciones humanas diarias, e imagínate cuántas veces nos lanzamos hechizos los
unos a los otros con nuestras palabras. Con el tiempo, esto se ha convertido en
la peor forma de magia negra: son los chismes.
Los chismes son magia
negra de la peor clase, porque son puro veneno. Aprendimos a contar chismes por
acuerdo. De niños, escuchábamos a los adultos que nos rodeaban chismorrear sin
parar y expresar abiertamente su opinión sobre otras personas. Incluso opinaban
sobre gente a la que no conocían. Mediante esas opiniones, transferían su
veneno emocional, y nosotros aprendimos que esta era la manera normal de
comunicarse.
Contar chismes se ha
convertido en la principal forma de comunicación en la sociedad humana. Es la
manera que utilizamos para sentirnos cerca de otras personas, porque ver que
alguien se siente tan mal como nosotros, nos hace sentir mejor.
Durante años, las
palabras de los demás nos han transmitido chismes y nos han lanzado hechizos,
pero lo mismo ha hecho la manera en que utilizamos las palabras con nosotros
mismos. Nos hablamos constantemente, y la mayor parte del tiempo decimos cosas
como: “Estoy gordo. Soy feo. Me hago viejo. Me estoy quedando calvo. Soy
estúpido, nunca entiendo nada. Nunca seré lo suficientemente bueno. Nunca seré
perfecto”. ¿Ves de que modo utilizamos las palabras contra nosotros mismos? Es
necesario que empecemos a comprender lo que son las palabras y lo que hacen. Si
entiendes el Primer Acuerdo (Se impecable con tus palabras), verás cuántos
cambios ocurren en tu vida. En primer lugar, cambios en tu manera de tratarte y
en tu forma de tratar a otras personas, especialmente aquellas a las que más
quieres.
Piensa en las
innumerables veces que has explicado chismes sobre el ser que más amas para
conseguir que otras personas apoyasen tu punto de vista. ¿Cuántas veces has
captado la atención de otras personas y has esparcido veneno sobre un ser amado
para hacer que tu opinión pareciese correcta? Tu opinión no es más que tu punto
de vista, y no tiene por qué ser necesariamente verdad. Tu opinión proviene de
tus creencias, de tu ego y de tu propio sueño. Creamos todo ese veneno y lo
esparcimos entre otras personas sólo para sentir que nuestro punto de vista es
el correcto.
Cuando eres impecable
con tus palabras, tu mente deja de ser un campo fértil para las palabras que
surgen de la magia negra, pero sí lo es para las que surgen del amor. Puedes
medir la impecabilidad de tus palabras a partir de tu nivel de autoestima. La cantidad
de amor que sientes por ti es directamente proporcional a la calidad e
integridad de tus palabras. Cuando eres impecable con tus palabras, te sientes
bien, eres feliz y estás en paz.
Sé impecable con tus
palabras. Este es el primer acuerdo al que debes llegar si quieres ser libre,
ser feliz y trascender el nivel de existencia. La impecabilidad de tus palabras
te llevará a la libertad personal, al éxito y a la abundancia; hará que el
miedo desaparezca y lo transformará en amor y alegría.
MIGUEL RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario