Algunos
de nosotros envejecemos, de hecho, porque no maduramos.
Envejecemos
cuando nos cerramos a las nuevas ideas y nos volvemos radicales.
Envejecemos
cuando lo nuevo nos asusta.
Envejecemos
también cuando pensamos demasiado en nosotros mismos y nos olvidamos de los
demás.
Envejecemos
si dejamos de luchar.
Todos
estamos matriculados en la escuela de la vida, donde el Maestro es el Tiempo.
La vida
solo puede ser comprendida mirando hacia atrás.
Pero solo
puede ser vivida mirando hacia adelante.
En la
juventud aprendemos;
con la
edad comprendemos…
Los
hombres son como los vinos: la edad estropea los malos, pero mejora los buenos.
Envejecer
no es preocupante: ser visto como un viejo si que lo es.
Envejecer
con sabiduría no es envejecer
En los
ojos del joven arde la llama, en los del viejo brilla la luz.
Siendo
así, no existe edad, somos nosotros que la creamos.
Si no
crees en la edad, no envejecerás hasta el día de tu muerte.
Personalmente,
yo no tengo edad: Tengo vida!
No dejes
que la tristeza del pasado y el miedo del futuro te estropeen la alegría del
presente.
La vida
no es corta; son las personas las que permanecen muertas demasiado tiempo.
Haz del
pasaje del tiempo una conquista y no una pérdida.
Fuente:http://www.psicologaemocional.com/
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