Estamos en camino, no podemos dejar de observar que las lagrimas son un caudal que se nos desborda del alma. Pero podemos cambiar el enfoque del suceso y valorar lo que sucede, desde un sentido mas amplio, que rompa con las limitaciones que nos hacian llorar desgracias que no eran tales. Liberemonos de cargas de creencias limitadoras que nos han hecho llorar por siglos. La vida no es un valle de lagrimas, nacimos para ser felices.
Deja correr tus lagrimas, que laven las heridas. Que no se
retuerza el dolor dentro tuyo, tejiendo mas dolores, anclando resentimientos. Dejalas
correr, desenredando los hilos de la historia que no pudo amanecer, de las
palabras que ofendieron, del desencanto por el engaño… No guardes lagrimas,
dejalas correr…
Las lagrimas se llevan la amargura, si nos atrevemos a dejar
ir las culpas a mi y al otro. No guardemos lagrimas, pero observemos mas
adentro: por que tantas culpas?? Por las viejas creencias, que no son tuyas,
solo permitiste que se instalaran en tu programa de vida. Tienes todo el
derecho de dejar esas creencias y dejar de llorar, porque ya no habrá amargura.
Al observar en tu interior, la luz de la conciencia te libera de las viejas
creencias.
No te guardes las lagrimas, dejalas correr. Pero no dejes
pasar una lagrima sin observar de donde viene. Cada lagrima te ayuda a liberar
ataduras y en la libertad ganada hay alegría, no mas lagrimas.
Olga Benavidez
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