“Hasta que no
nos liberemos del último de nuestros samskaras no alcanzaremos la iluminación…”
así reza en los Vedas.
Traducida a
nuestro lenguaje cotidiano vendría a significar que somos esclavos de nuestra
naturaleza y para ser realmente seres libres tenemos que investigarnos a fondo,
conocer la causa por la cual actuamos en cada momento y así encontrar de que
somos esclavos inconscientes, para poder liberarnos. ¿Para qué? Para alcanzar
en nuestras vidas el estado de plenitud deseado por la gran mayoría y el gran
despertar deseado por una minoría.
Para explicar
qué es un samskara acudo al Vedanta que dentro de las corrientes filosóficas
que conozco es la que originalmente habla de ellos y lo explica de una manera
más profunda.
Empezaré paso
a paso para que todo tenga sentido y sea fácil de entender. Lo primero sería
explicar, ¿qué son los Vedas? Veda, significa conocimiento o revelación. Los
Vedas son las escrituras más antiguas de la antigua cultura de la India. Cuando
hablo de antigua, es que se data alrededor del 1500 A.C., así que actualmente
podrían tener casi 4000 años de antigüedad. Este conocimiento se dice que es el
más grande y elevado, y fue revelado a los sabios antiguos (Rishis), que sin
atribuirse ninguna autoría, algo impensable hoy en día, escribieron cuatro
libros donde se recoge toda esta sabiduría.
¿Qué es un
samskara? El prefijo sam significa:
plan, planificación; y kara significa: la acción ejecutada o llevada a cabo.
Los samskaras son fuertes impresiones en nuestra mente que genera creencias,
actitudes y finalmente nuestro carácter. Estos samskaras se registran en uno de
nuestros cuerpos sutiles, el cuerpo astral y
este crea una tendencia a repetir estos actos una y otra vez.
El carácter
está formado por hábitos repetidos y sólo reconociendo estos podemos
profundizar en nuestras actitudes, nuestras creencias y así identificar el
samskara que es el origen de todo ellos. Estos hábitos repetidos se convierten
en “adicciones”, podemos ser adictos a sustancias (drogas, alcohol, sexo,
trabajo…), a emociones (tristeza, rabia, miedo, culpa…) y también a
comportamientos (falta de compromiso, mentirosos, vanidosos, miedosos,
orgullosos, perezosos, perfeccionistas, seductores,…). Cuando estas adicciones son suficientemente
fuertes, alteran nuestros procesos mentales, y es lo que llamamos “samskaras.”
Nuestra mente
es como un lago. Cada acción es una piedra que agita la superficie del lago con
pulsaciones. Cuando estas desaparecen, quedan sin embargo los samskaras, las
impresiones en el lago. Cuando un gran número de impresiones van quedando en la
mente, se juntan y se vuelven un hábito. Todos los actos actuales son los
efectos de pasados samskaras; y de nuevo todos estos actos repetidos serán las
raíces de futuras acciones.
El propósito
de la vida es entender lo que realmente somos y florecer al amor. Tengo que
recordaros que el cuerpo es perecedero, pero el alma es eterna. Decía Krishna
en el Bhagavad-Gita: “Del mismo modo que un hombre descarta las ropas gastadas
y se pone ropa nueva, el alma descarta cuerpos gastados y usa nuevos.” Así se
repetirá hasta que logremos liberarnos de todos los samskaras y cuando lo
logremos ese será el último viaje del alma a esta tierra, la gran liberación.
Cultivar el cuerpo es importante pero nuestra sociedad lo ha llevado a un
extremo tal que hemos perdido de vista eso, que sólo es un traje y que cuando
retornamos a casa, el traje se queda aquí. Así que el cuerpo debe estar al
servicio de la causa y no al revés.
¿Todos los
samskaras son negativos? Según el Vedanta, no. Las buenas acciones y hábitos
generan buenos samskaras; y malas acciones o hábitos, generan malos
samskaras. Nuestra mente almacena todo y
es nuestra elección de ejercer nuestra fuerza de voluntad para eliminar
aquellos que están condicionando nuestra vida.
¿Podemos
eliminar los samskaras negativos? ¡Sí! Sólo con una mente tranquila y en paz
podemos observar estos hábitos, estás emociones y comenzar el proceso de
limpieza. La meditación es clave en este
proceso.
Recordad que
la mente es la causa de la esclavitud y de la liberación. Necesitamos una profunda observación de la
mente y sus acciones. Los samskaras provienen de nuestro cuerpo astral. ¿Qué es
el cuerpo astral? Es uno de nuestros cuerpos sutiles que registra los rasgos de
nuestro carácter, nuestros sentimientos y emociones. Es el medio que nos da
sensibilidad y nos permite experimentar placer y dolor. Determina nuestra
visión del mundo y nuestra experiencia vital. El cuerpo astral refleja los
patrones emocionales que tenemos sin resolver y que se traducen en
comportamientos, actitudes, formas de pensar, patrones mentales que hemos ido
creando por condicionamientos o impresiones y que nos hacen vivir anclados en
el ego. Todo lo anterior construye nuestro mundo, la salud física y el
bienestar en los diferentes aspectos de nuestra vida. El cuerpo astral es donde
registramos las tendencias emocionales que van marcando nuestro carácter, las
que nos dan valor, confianza, amor y expansión, así como las negativas: miedos,
sentimientos de rechazo, culpa, rabia.
Las emociones
tienen una fuerza magnética y eso hace que atraigamos a nuestra vida una y otra
vez situaciones similares. Y esa es la esclavitud en la que vivimos…liberarnos
de ella es nuestra elección.
Cuando
recibimos un elogio o sentimos placer la
mente se expande. Durante la crítica y el dolor, se contrae. Cuando las
funciones de la mente se detienen, esta se disuelve en el Absoluto y entonces
experimentamos el Ser. Ese es el camino.
Así que sólo
me queda enfatizar en la importancia de la limpieza de nuestros samskaras, que
están registrados en nuestro cuerpo astral y que inconscientemente nos mantiene
esclavizados a vivir de manera repetida una y otra vez las mismas experiencias.
Cuando hacemos consciente lo inconsciente podemos empezar a cambiar estos
hábitos nocivos.
Vivimos en un
momento único donde tenemos acceso a enseñanzas espirituales de todas las
tradiciones milenarias y a métodos modernos novedosos que nos pueden ayudar a
lograr esta ansiada liberación. Aprovechemos el momento, hagamos todo lo que
esté en nuestra mano para entender nuestro propósito en la vida y entender
quiénes somos realmente.
Recordáis la
película Atrapado en el tiempo, más conocida como El día de la marmota, pues
así vivimos, dormidos, repitiendo una y otra vez lo mismo y la vida dándote la
oportunidad una y otra vez de poder cambiar. Observemos que se repite una y
otra vez en nuestras vidas que nos hace sentirnos víctimas y ahí tenemos una
clave que como el Hilo de Ariadna nos puede llevar hasta nuestro samskara
original.
Os dejo como
regalo a los que hayáis llegado hasta aquí en la lectura el mantra Gayatri que
aparte de su belleza musical es una oración para invocar la brillantez y pureza
de nuestro intelecto y la conciencia.
Lourdes
Morales Mesa
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