Cada
día, sin excepción El Creador te despierta y te ilumina. Hoy somos
espectadores de un precioso acontecimiento: una radiante luz emerge. La
Luz de ese Sol interno hoy llega a ti y un sutil rayito te susurra:
Respira Silénciate Escucha la voz interior…es ella la que te ilumina. A
nuestro hogar, la morada del corazón, llega la Luz del Sol Interno que
eternamente brilla. Entonces poco a poco, en el latido propio, la
claridad asoma, como nunca antes lo ha hecho y es cuando tenemos la
certeza que estamos aquí y todo tiene sentido. Desde un espacio profundo
donde solo existe Luz, eres amado infinitamente, tu Ser te acoge a cada
momento, está presente cuando necesitas sabiduría antes las
dificultades que debes afrontar. La sutil voz del rayito de sol dice
además: Lo que tu mirada no ve cada día, el latido lo vive. Cuando ese
Sol atraviesa las fibras mentales, el alma comienza a ver el amanecer
que no ha visto y reconoce la Presencia de Dios. Así, cada momento de
este día eterno, es un precioso encuentro con lo divino, con tu Ser
Interno. La Luz del Sol es una poderosa energía, de la cual disponemos
todos los seres, porque es algo vital, la necesitamos. Así mismo como
somos iluminados fuera, también recibimos Luz dentro, Dios es
Omnipresente Cuando sale el sol del nuevo día, se oye la música del Amor
que nace del Corazón Universal y le recuerdan al alma que luego de su
sueño hay un alba prometida.
Fuente: Ciencia Cosmica
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