EL PODER CURATIVO DEL AGUA DE MAR
Platón constató hace más de 2 mil años, al
curarse de una tuberculosis después de una larga estancia a orillas del mar,
que “el mar cura todos los males del hombre”.
El fisiólogo francés René Quinton demostró
científicamente que el agua de mar tiene una composición muy parecida a los
fluidos de los seres vivos (plasma sanguíneo, lágrimas, orina y los líquidos
que en que nadan las células corporales y que las conforman). Basado en la
hipótesis de que el origen de la vida sobre el planeta Tierra se dio en los
océanos primigenios y que al restituir el agua de mar a los seres vivos se
podría devolverles la vida, es decir mejorar la salud, salvó miles de vidas en
los dispensarios marinos de Francia y otros países occidentales.
Actualmente, gracias a los aportes de
importantes científicos en el mundo (Laureano Domínguez y Wilmer Soler en
Colombia, Ángel Gracia en Miami, Héctor Bustos en México, y médicos de
Latinoamérica, España, Japón y Europa Oriental) se han podido establecer las
bases científicas del método marino, que está ayudando a la cura y
desintoxicación de los enfermos que consultan en los actuales dispensarios
marinos de los países latinoamericanos y europeos.
Actualmente en Nicaragua, un grupo de médicos y terapeutas preparados
académica y científicamente en la Facultad de Medicina de la UNAN- Managua y la
UNAN- León, prescriben con gran éxito el agua de mar a sus pacientes. Se
calcula un consumo mensual de 7 mil litros, en base a la distribución de la
Clínica Santo Domingo a
nivel nacional y al auto abastecimiento
reportado por pobladores de otras regiones del país.
El efecto terapéutico del agua de mar se
debe a su composición, que abarca más de 9 sales y toda la tabla periódica de
minerales y oligoelementos, en forma orgánica y biodisponible. Así mismo
contiene el plancton, fito y zooplancton, del que se nutren exclusivamente las
ballenas misticetas que alcanzan tal tamaño y volumen.
El agua de mar puede ser consumida a
cualquier edad, y lo es en todos los estratos sociales. Tiene un especial
efecto benéfico en las épocas más vulnerables de la vida: en la infancia,
tercera edad y estado de gravidez, por su alto valor nutritivo y efecto
energizante en el organismo.
Hemos podido comprobar en nuestra práctica
clínica que controla la presión en hipertensos, reduce la retención de líquidos
en enfermedades del hígado (cirrosis) y coadyuva a la mejoría en enfermedades
del corazón (cardiopatías, arritmias), del riñón (insuficiencia renal crónica,
cálculos renales), patologías de la piel (psoriasis, dermatitis, alergias,
hongos), diabetes, enfermedades del tiroides, rinitis alérgicas y sinusitis,
obesidad, estrés, insomnio, etc. En condiciones de gravedad y en pacientes
terminales también es útil, pero se requiere un control y seguimiento médico
estricto, al igual que en enfermos crónicos multimedicados.
La base de su acción terapéutica está en la mejoría del “terreno” o medio
interno, donde suceden las reacciones bioquímicas que mantienen nuestra vida,
ya que aporta todos los oligoelementos que actúan como coenzimas o ayudadores.
Sus 3 ejes de actuación son: el reequilibrio
hidroelectrolítico, la reposición
enzimática y la regeneración celular.
La dosis promedio es de medio litro al
día. Se puede tomar pura y mezclada con agua dulce o refrescos de limón,
naranja, piña, tamarindo, pitahaya, papaya, guayaba, etc. También se puede usar
para salar las comidas en vez de la sal común.
Se puede recoger en una playa limpia,
lejos de cloacas o desembocaduras de ríos que reducirían su salinidad, y
también en alta mar por medio de barcas. El agua de mar es analizada
periódicamente en el centro nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio
de Salud, siendo reportada libre de microbios y totalmente potable.
El mar se poluciona cuando le echamos
plásticos, basura y petróleo, pero no se contamina, ya que tiene mecanismos de
inactivación de los microbios de procedencia accidental terrestre, como son la
osmosis, la biocenosis y los altos contenidos en cloro.
La ingesta de agua de mar es recomendada
en el entrenamiento deportivo de deportistas olímpicos y de alto rendimiento,
ya que incrementa el vigor, el desempeño físico y la resistencia. También se ha
observado que favorece el rendimiento escolar y la concentración en los
estudios. Se ha usado durante huelgas de hambre prolongadas para mantener la
vida y la energía.
Es utilizada en ganadería para la
alimentación y cura de las reses y en granjas avícolas. También en agricultura
biosalina en países desérticos como Arabia o donde hay escasez de agua dulce
(litoral de China), permitiendo la irrigación y fertilización de árboles
frutales y cultivos, incluyendo las hortalizas.
Tiene aplicaciones en Higiene para la
desinfección de las piscinas y potabilización del agua para beber en países del
Tercer Mundo. Se han desarrollado proyectos de reforestación de desiertos
litorales en Eritrea (por la Universidad de Arizona) mediante la siembra de
mangle y salicornia, planta de alto poder nutritivo para humanos y animales. La
implementación de este tipo de proyectos permite la reducción del recalentamiento
global.
Se plantea la construcción de mareductos
que permitan la canalización de agua de mar a oasis marinos en los países
pobres y desérticos de África, proyecto que lograría erradicar 10 millones de
muertes anuales por hambre en el mundo.
En las experiencias de náufragos
voluntarios se ha comprobado que la ingesta de agua de mar y la protección de
los rayos ultravioletas del sol permite la sobrevivencia en alta mar por
períodos de tiempo prolongado. Así mismo se ha usado como transfusión en pacientes
cuyas creencias no permiten las transfusiones sanguíneas.
El agua de mar es en definitiva el líquido
noble en su composición y acción, que permitió el surgimiento de la vida en la
Tierra y que devuelve la vida a nuestro organismo enfermo. Es el líquido que
más abunda en el planeta, es gratuita y está al alcance de todos. Es el primer
medio natural con que Dios bendice nuestra salud.
Dra. María Teresa Ilari
Médica internista, homeópata y terapeuta
floral
AMA A TODOS; SIRVE A TODOS; NAMASTE
Este conocimiento
no fue divulgado, como se hace con cualquier conocimiento rentable. No solo lo
ignoramos, sino que si se usaron todos los medios de comunicaciones
disponibles, para instalar en la mente de la humanidad, que el agua de mar
mata. Asi hemos vivido un la ultima civilizacion, creyendo en una ciencia sin
conciencia. Socialmente se nos crearon "necesidades" y nosotros la
mayoria de
los
humanos lo aceptamos de parte de algunos humanos. Esas necesidades fueron
satisfechas por una tecnologia altamente contaminante y a un costo de
deshumanizacion alarmante ya que se dejo de trabajar para vivir pasando a
vivir para trabajar y asi alcanzar a cubrir esas "necesidades".
Hoy ya
estamos en otra etapa de experiencia humana, en el cosmos hemos llegado a
una ubicacion importante: estamos comenzando una nueva trayectoria como sistema
solar en la galaxia. Es un comienzo que nos da la opcion de elegir, somos
libres de elegir: seguimos empujando en nuestra vida con la misma vision o
hacemos el cambio y dejamos ir la vieja civilizacion.
Los que
optamos por armonizarnos con el universo, tomamos elementos de la sabiduria de
la humanidad y empezamos a trabajar en direccion a la nueva civilizacion.
Olga Susana Benavidez