Gafas de felicidad

Imagina que cuando te levantas lo primero que haces es ponerte unas gafas.
Encima de la mesita de noche tienes 2:
Una oscura y fea.
Una de mil colores y tal vez con margaritas dibujadas.
Tú decides cada mañana cuales ponerte, es posible que te levantes y cojas las primeras que tienes a mano, pues realmente no eres consciente que están allí, sin embargo ahora que ya sabes que están y como es cada una, puedes elegir cuales ponerte:
Si decides coger la fea y oscura, seguramente tu visión del día será triste, horrible, imperfecta, desastre, cariacontecida, tétrica e incluso lúgubre.
Si en cambio te decides por las de colores podrás ver el día hermoso, alegre, risueño, jovial, majestuoso e incluso divino.
El día será el mismo, solo cambiará tu visión.
Imagina que sales a la calle con tus gafas tristes:
Tu mirada esta gris, tu sonrisa se dibuja hacia abajo, tus pasos parecen cansados, tropiezas con alguien y ni siquiera le ves, ni le pides disculpas.
Encima que estas cansada, triste, tropiezas con un maleducado ¡que asco de día y acaba de comenzar! Te sientas frente a un café en la cafetería y ni saludas a la camarera, esta te sirve y prácticamente derrama todo el café sobre tu camisa ¡Es que todo me pasa a mi, que asco! Y así todo el día.
Ahora imagina que sales a la calle con tus gafas de colores, tu mirada es brillante como el sol, tus pasos algo presurosos para llegar a hora al trabajo, son livianos; tropiezas con alguien y sonriendo te disculpas, a la par esa persona hace lo mismo y te dice que no miraba por donde iba, os despedís con una sonrisa; Te sientas en la cafetera y saludas mientras pides el café de cada día, la camarera presta a servirte derrama el café sobre tu camisa y se sobresalta, mientras tú le dices que no pasa nada, ella con una toallita te ayuda a limpiar la mancha mientras os ponéis a reír como locas por la torpeza; luego te alejas hacía el trabajo con una gran sonrisa en la cara.
Esto solo es un ejemplo pequeño, si te fijas bien el día es el mismo, los hechos son los mismo, solo cambia la actitud y esa actitud es la que determina tu día.
Autora: Rosa Francés Cardona (Izha)


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